VÍCTOR HUGO
BENJAMIN LACOMBE
- VOLUMEN 1
- Traductor: Carlos R. de Dampierre
- Editorial : Editorial Luis Vives (Edelvives); N.º 1 edición (28 mayo 2013)
- Idioma : Español
- Tapa dura : 244 páginas
- ISBN-10 : 8426384234
- ISBN-13 : 978-8426384232
VOLUMEN 2- Editorial : Editorial Luis Vives (Edelvives); N.º 1 edición (20 septiembre 2013)
- Idioma : Español
- Tapa dura : 374 páginas
- ISBN-10 : 8426390919
- ISBN-13 : 978-8426390912
MI OPINIÓN
"Nuestra señora de París" es una obra maestra que hay que leer al menos una vez en la vida, con un poco de paciencia a cambio de una historia inolvidable.
Nuestra señora de París, la catedral de Notre Damme que diríamos nosotros, es el hogar de Quasimodo, un joven deforme que solo ha conocido la compañía de las piedras y la crueldad de Claude Frollo que lo ha mantenido más o menos vivo hasta ahora. Proclamado el Rey de los Locos, el pobre Quasimodo, vivirá un día muy especial a la vez que extraño en el que van a comenzar todas las desgracias. Enamorado de la gitana Esmeralda, la rescata de los que la persiguen para ahorcarla por un asesinato que no cometió acusada además de brujería. Intentará protegerla porque no van a detenerse en su empeño. El resto es historia, pero una historia larga y a veces compleja en la que se mezclan aventuras, pasiones, leyendas, violencia, amor y desamor.
Confieso que los clásicos siempre me imponen una especie de mezcla entre miedo y respeto. Miedo a no entender lo que me están contando, a que sea demasiado enrevesado o intelectualmente desafiante. Pero cierto es que siempre que me aventuro con alguno salgo bien parada, una vez que te enfrentas a la lectura con una dosis extra de paciencia, entiendes por qué son inmortales.
"Nuestra señora de París" está dividida en once libros que en la edición de Edelvives vienen recogidos en dos volúmenes, cada uno de ellos con varios capítulos bastante extensos que administra un narrador al estilo clásico que se comunica con el lector dirigiéndose a él directamente en algunas ocasiones. Tiene muchísimo que contar de todo y de todos los personajes. El estilo es bello y minucioso, con unas extensas y pormenorizadas descripciones tan bien escritas que es un auténtico placer leerlas además de transportarte a una época bastante lejana que cobra vida. Aunque la historia acontece en el siglo XV, está escrita en el XIX, y el autor, consciente de esa brecha temporal muy importante en su época al no haber tanta disponibilidad de documentos al alcance de todos, remarca las diferencias, sobre todo en cuanto a París y cómo era entonces y el contexto político y social. Aquí es donde su talento para la recreación consigue que hagas un viaje en el tiempo.
Hay un equilibrio muy bueno entre la narración y los diálogos que hace fluir la novela con un ritmo ideal para lo que está contando. En esos diálogos los personajes quedan perfectamente retratados complementando lo que ya nos habían dejado ver con sus acciones además del perfil psicológico centrado en las emociones. Todos los personajes van a provocar una reacción mientras lees, en unos casos serán empatía, en otros verdadera aversión bastante cercana al odio y en algún que otro un poco de compasión mezclada con rabia a partes iguales.
La trama es sencilla de seguir porque está todo tan bien explicado que es imposible perderse pese a que va a haber varios escenarios. A veces incluso va a contar un mismo episodio desde el punto de vista de distintos personajes por lo que hay como una especie de juego con la línea temporal en la que tampoco hay lugar para la confusión. AL final todo va encajando perfectamente. Habrá momentos divertidos, pero la mayoría serán muy intensos, porque también describiendo sensaciones es Víctor Hugo un maestro y te hará pasarlo mal en más de una ocasión. No se anda con chiquitas ni paños calientes y expondrá los acontecimientos con toda su crudeza y violencia, situaciones extremas de las que no podrás salir, o lo que es lo mismo dejar de leer, hasta que se resuelvan.
Tampoco voy a engañar a nadie, hay pasajes que se hacen algo pesados cuando se pone a reflexionar sobre el arte y la arquitectura o cuando aparece el rey Luis XI, pero bueno, merece la pena aguantar el tirón. Y el principio, no es un principio de los que te dejan pegado al libro, hay que ir con paciencia, ya lo he dicho.
Tiene un final magnífico al nivel del resto de la obra y aunque solo hayas visto la peli de Disney, creo que habrás oído algo de las diferencias, pero no seré yo quien te lo destripe.
Antes de terminar, pues cómo no, tengo que decir que Benjamin Lacombe, que ilustra esta edición, ha estado a la altura, con pocos colores pero jugando sobre todo con la luz y las perspectivas, logra ir al compás de la historia y captar su esencia.
PUNTUACIÓN: 5/5