- Tapa blanda: 320 páginas
- Editor: Editorial Pez de Plata; Edición: 1 (25 de marzo de 2019)
- Colección: Narrativa Pez de Plata
- Idioma: Español
- ISBN-10: 8494917749
- ISBN-13: 978-8494917745
MI OPINIÓN
"Cuando es invierno en el mar del Norte" es un juego de historias que te lleva a un lugar mágico.
El asesinato de Antonio Trigo es el nexo de unión entre dos tramas, la de una peculiar familia entre la que se encuentra un asesino que vive en la única casa de la isla de Or y la de Dora, periodista que ha perdido trabajo, novio y las ganas de vivir de una sentada.
Guillermo, un componente de la familia Larfeuil es el narrador de lo que aparentemente será un misterio al estilo clásico tipo Ágatha Christie pero que enseguida se convierte en otra cosa, en una crónica familiar de unos personajes que saben mucho unos de otros pero son perfectos desconocidos. Mientras tanto, el detective Pembley irá interrogando a los sospechosos.
Dora nos cuenta su drama, la otra parte de la novela. Ella, como periodista emprenderá una investigación infiltrándose en el entorno de la víctima, el barrio Maravillas.
Tenemos por tanto dos narradores que la verdad es que se parecen mucho, tienen un tono muy similar. Se van repartiendo los capítulos, números romanos para él, árabes para ella. Son capítulos cortos, donde el caso criminal queda relegado a un segundo plano hasta el final de ellos donde nos da una pista y un cebo. Por lo tanto, estamos ante una novela que parece negra pero no lo es, es un drama vital.
Me han sobrado algunas repeticiones, vale que pretenden darle cohesión a todo el libro, relacionar todas sus partes para que sea homogéneo pero pierden intensidad y valor porque cansan un poco. Me da pena porque son conclusiones y reflexiones muy acertadas y de las que dan que pensar. También hay para mi gusto demasiadas recapitulaciones, no es un libro tan largo ni donde sucedan tantas cosas para que haya unos cuantos "en capítulos anteriores".
Y ahora vamos a todo lo que me ha encantado de este libro. Me quedo con muchas cosas, pero sobre todo con dos, con la ambientación de la isla de Or y el personaje de Dora. Si los pongo en una balanza no sé de qué lado cae. Creo que tiene las mejores descripciones de lugares y creación de atmósferas que he visto en mucho tiempo. La casa de la isla es espectacular, pero no solo por cómo te la imaginas cuando lees sino porque la ves y sientes que estás allí. Percibes los sonidos, los olores, el frío, la humedad, ese encanto a pesar de la decadencia y el abandono.
Y aunque lo más especial es eso, tampoco el barrio Maravillas, en la ciudad de Santa Clara, se queda corto. Casa Amalia parece sacada de un cuento de Andersen y está retratado con la misma precisión y acierto que la casa.
Y Dora, es que es tan humana, está tan perdida y es tan honesta con el lector que apetece ir a darle un abrazo y decirle que las cosas van a mejorar (aunque no sea verdad). En estos tiempos en los que está tan mal visto eso de no sentirse bien y feliz todo el día todos los días, es casi un acto de valentía reconocer lo contrario y quejarse. Y Dora no puede, y lo dice, pero no se rinde tampoco y muy a su pesar saca al menos un pie del pozo. Es muy fácil empatizar con ella y aunque siempre supe que su parte me gustaría más por mucho que me tire la casa de la isla, el libro me dio la razón desde el capítulo uno.
El resto de personajes los conoceremos a través de sus actos, por sus historias, momentos determinantes de sus vidas que les marcaron. Casi todo son tragedias y amores malogrados contados sin caer en un dramatismo de culebrón sino con naturalidad. Los de la familia Larfeuil andan todos algo tocados del ala, y los que se encuentra Dora en su aventura son muy de andar por casa. De estos sabemos menos porque Dora cuenta lo suyo, que ya tiene bastante, y lo que va averiguando del caso, por lo que ellos quedan algo desdibujados, en un segundo plano.
Respecto al final, como siempre digo, yo a eso de adivinar quién fue, no juego. Pero me esperaba otra cosa en cuanto al caso de Antonio, no pensaba que la autora me iba a dejar sin una cosa que yo quería que pasara pero bueno, es lo que hay. Pero el final en sí, de lo que va la novela realmente sí que me ha gustado mucho. Es de esos que antes de ponerte a hablar de él tienes que esperar un poco.
En conclusión, un libro altamente recomendable porque tiene unas historias muy bien contadas, interesantes, con un punto extravagante y un personaje que se merece que le tendamos la mano. Ideal si te gustan las novelas con mucho corazón, los lugares con encanto y olvidarte de todo mientras lees.
PUNTUACIÓN: 4/5 guardaste la varita demasiado pronto.