- Tapa blanda: 320 páginas
- Editor: Roca Editorial (7 de julio de 2016)
- Idioma: Español
- ISBN-10: 8416498156
- ISBN-13: 978-8416498154
"El noviembre de Kate" es un precioso cuento para adultos que actúa de bálsamo para los malestares de la realidad cotidiana.
Kate es una joven adulta con una vida normal, que puede resultar aburrida o que simplemente se ha quedado corta. Kate quiere cambiarla y por eso aprovecha, no sin cierta desgana y una dosis necesaria de miedo, la oportunidad de participar en un programa de radio con unos peculiares compañeros.
Don es un hacker con amigos frikis que tienen una misión importante y que coinciden en el Bar escondido del Hotel Ambassador.
Las vidas de Don y Kate transcurren en la localidad ficticia de Coleridge.
Tanto Kate como Don van a ser los narradores en primera persona de su historia, complementándose y ofreciendo dos tramas que si bien se van cruzando son diferentes. Creo que desde el punto de vista literario sí están equilibradas, las dos muy cuidadas, tanto la introspectiva y sensible de Kate como la de acción de Don, pero también es verdad que la de Don no diré que me ha sobrado pero no me ha interesado demasiado.
Aunque al inicio de cada capítulo, después del título, nos indican quién es el narrador, se nota muy bien la diferencia, Don es mucho más directo y más divertido, me ha gustado su punto de humor sarcástico. Mientras que Kate es más dramática. Aun así, he empatizado mucho con Kate. Es una mujer en la que podemos o bien reconocer a alguien cercano o incluso a nosotros mismos.
También hay algunos pequeños capítulos contados por el meteorólogo William, que bueno, ahí están aportando lo justo.
El ritmo y el tono de la narración es el adecuado para la historia, con una buena proporción entre narración y diálogo, unos diálogos muy dinámicos y que reflejan la personalidad de los que hablan. En ningún momento aburre pese a que no sea un libro en el que sucedan muchas cosas ni a gran velocidad, ni falta que le hace. Es una lectura para detenerse en ella, para disfrutar sin prisas.
Mención especial se merecen los lugares en los que transcurre la acción, todos descritos con precisión, con muy buen gusto y con ese encanto marca de la casa de la autora. Que sean lugares ficticios favorece mucho al tipo de novela que es, ya que ayuda mucho al lector a creerse lo que sucede, le ayuda a entrar en un mundo casi idílico donde todo puede suceder.
Y aunque no hay sorpresas inimaginables, tengo que reconocer que hay parte de la trama que me ha sorprendido ya que creí que la autora iba a tirar por otro camino.
Los personajes son todos gente majas, alguno igual es un poco petardo como la madre de Kate pero sin maldad. Quizás me ha faltado un poco de réplica en ese sentido, algún personaje algo retorcido que le echara algo de sal pero la verdad que para qué estropear lo bonito que es todo. A veces parece un paseo por Disneylandia, con tanta gente amable sonriendo por todas partes.
Tiene su punto ver crecer a una autora, no siempre es así ya que cuando publican por primera vez, la mayoría de los autores llevan muchos años de trabajo a las espaldas y lo que ofrecen ya es una obra bastante madura y depurada (no entran aquí, por supuesto, los productos de laboratorio). En este caso, conocemos a Mónica desde sus inicios gracias a la autoedición en Amazon, con sus anteriores obras, Cuéntame una noctalia y Un hotel en ninguna parte, que seguro no es lo primero que ha escrito pero bueno, ya me entendéis, son pasos previos que de normal no vemos. Es por eso que con esta novela ya mayor, la chica se nos gradúa saltando al mundo editorial y lo hace con nota y además se ve ese crecimiento, cómo se van puliendo cosas y las obras adquieren mayor entidad.
En conclusión, una novela muy recomendable para dejarse llevar, para relajarse, para escapar de la rutina y de la realidad un rato. En especial para los que creen que en la vida solo hay un camino y además recto y no contemplan otras opciones ni para ellos ni para los demás.
Un viaje muy bonito para irse de vacaciones en días laborables.
PUNTUACIÓN: 4/5 ¿por qué no te los traes a España?