DATOS DEL LIBRO
- Nº de páginas: 848 págs.
- Encuadernación: Tapa dura
- Editoral: ROCA EDITORIAL DE LIBROS
- Lengua: CASTELLANO
- ISBN: 978849918662
- Año Edición: 2013
MI OPINIÓN
"París" es una lección de historia escondida en un viaje de aventuras, venganza, espionaje y tejemanejes variados.
Si yo fuera alguien importante le encargaría a este hombre escribir los libros de texto para el colegio. No se puede ser más dinámico, ameno y didáctico que él a la hora de contar esa Historia que a menudo a los estudiantes se nos hace pesada y tediosa, y mucha culpa la tienen los profesores desganados que se limitan a leer el libro con un monotono que podrían grabar en un cd y venderlo como somnífero natural en un pack con un cd de esos que suenan tormentas y oleajes. Edward Rutherfurd se encuentra justo en el lado opuesto a esta gente. Porque se nota que le apasiona aquello de lo que está hablando, en este caso, la asombrosa París. Así que ha cogido todo lo que sabe de ella y de su historia y a través de una trama que en principio puede resultar algo compleja, enseguida nos atrapa y queremos saber más y más y pasar una página tras otra sin parar de las más de 800 que tiene el libro.
La edición es preciosa, al principio y al final hay dos mapas sencillos de París, el primero antiguo y el último moderno, la portada te llama a gritos. También al comienzo hay un árbol genealógico que pudiera parecer poco útil pero al que yo tuve que recurrir en un par de ocasiones, una para aclararme y otra para cotillear si Pepita aceptaba la proposición matrimonial de Pepito y no quería esperar a las vete tú a saber cuántas páginas. Porque esa es la principal pega que le he encontrado a este libro, que al ir contando varias historias a la vez de diferentes familias y en diferentes épocas a veces al saltar de una a otra nos dejaba con un interrogante que en ocasiones tardaba mucho en resolverse, como esas pausas publicitarias interminables que cuando se terminan ya casi no te acuerdas de qué estabas viendo y entiendes por qué es necesario eso de "la marca de turno patroncina..."
La trama principal se inicia en 1875 y ahí tenemos a la familia Blanchard, los De Cygne y los Gascon. Son ellos el eje de toda la historia, los primeros representan a la aristocracia y la gente de posibles y los Gascon viven en el Maquis o lo que es lo mismo, Montmartre en sus viejos tiempos. Al inicio de cada capítulo nos indica el año en el que transcurre la acción, como digo esta trama es la principal, el resto de hilos argumentales situados en otras épocas tienen la función de explicar de dónde vienen los personajes, sus antecedentes históricos y familiares. En fin, batallitas varias.
Aunque al principio cuesta un poco aclararse enseguida se aclara uno porque el autor tiene la habilidad de explicar muy bien las cosas, sin perderse en detalles superfluos ni abrumar con datos poco interesantes aunque en el texto se nota que sabe mucho más. Hace descripciones impecables de lugares y ambientes, de forma sencilla intercalando diálogos con narración, momentos descriptivos con otros de acción para que la historia no se estanque en ningún momento.
Algo que tengo que agradecerle es que en los conflictos bélicos no se detiene mucho y se recrea más en la Belle Époque, en la vida cortesana de Versalles con una importante presencia de la vida cultural. Presta más atención a la aristocracia que a la gente de las clases más bajas con los que estamos poco rato, aunque en cierto modo éstos son más afortunados, los otros tienen el dinero y bienes materiales pero ellos tienen el amor. Está claro que todo no puede ser.
La trama romántica es la principal del libro y a la que se dedica más páginas, a amores imposibles, cortejos y negociaciones de todo pelaje aunque no falta una historia de espionaje, acción, un poco de guerra y mucha picardía.
Algunos personajes reales se pasan a saludar como Hemingway, Chanel, algunos de los Luises reales, Monet y unos pocos más pero no tendrán más importancia que la que tuvieron históricamente. Los hechos históricos están contados de forma sencilla y amena sin pararse demasiado, con algunas anécdotas interesantes que al menos yo no conocía y lo mismo ocurre con la política.
París va creciendo a la vez que sus personajes bajo el diseño del barón Haussman que se debía creer muy gracioso es una especie de Nerón que va llevándose por delante lo que no le gusta para construir la hermosa ciudad, que sí que le quedó muy bien pero el método no sé yo...
Paseamos por los barrios de París, el famoso cementerio Pére Lachaise, nos cuenta cómo se construyó la Torre Eiffel y la Estatua de la Libertad. Aunque para paseos, las caminatas que se dan los personajes, los pobres, que sí que ya sé que París antes sería más pequeño pero las cosas que ya estaban siguen en el mismo sitio y menudas palizas se daban, así no me extraña que tuvieran una condición física envidiable incluso a los setenta y cinco años y la mujeres mantuvieran su tipo a pesar de haber parido media docena de veces y no hacer nada. En fin, no voy a pensar mucho en eso porque me empezaré a enfadar y no me apetece.
El autor ha hecho casi una obra de ingeniería con tanto personaje, definidos lo justo para que funcionen en la historia pero sin profundizar en la mayoría. Sin embargo yo he tenido la impresión de que se pone demasiado moralista y que castiga a unos y premia a otros según sus principios y no me ha parecido justo.
La parte que más me ha costado ha sido el final porque coincide con la Segunda Guerra que ya sabéis que es un tema que me da mucha pereza y me hubiera gustado que llegara a la actualidad. También es cierto que al autor hacia el final le entra prisa y los años pasan muy rápido y se vuelve menos detallista y más esquemático por lo que da un poco sensación de que se ha cansado y quiere acabar ya.
La gran pega sin embargo es que durante la lectura y después llegas a la conclusión de que tienes que volver a París.
Lo recomiendo a lectores viajeros que hayan estado o mejor, vayan a estar en París, a todos los que disfrutan con sagas familiares aquí se van a poner las botas y a los que quieran aprender un poco de historia sin quedarse dormidos.
PUNTUACIÓN: 4/5 ¿Dónde estabas tú cuando yo iba al instituto que no viniste a darme clase?