lunes, 25 de julio de 2016

Siete hermanas. La historia de Maia

 LUCINDA RILEY





  • Traductoras: Sheila Espinosa Arribas y Matuca Fernández de Villavicencio
  • Tapa blanda: 560 páginas
  • Editor: PLAZA & JANES; Edición: 001 (14 de abril de 2016)
  • Colección: EXITOS
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 840101719X
  • ISBN-13: 978-8401017193




                                                          MI OPINIÓN
"La historia de Maia" es una bonita historia, entretenida pero que contiene una lección magistral sobre cómo estropear una buena idea y la mitad del trabajo.

Pa Salt ha muerto y sus seis hijas adoptivas, (la séptima hermana nunca llegó por lo que se quedan en seis), se reúnen en el casoplón que tienen con el magnético nombre "Atlantis" a orillas de un lago en Ginebra. Como legado, además de una posición relativamente cómoda, este hombre les deja a cada una de sus hijas una pista sobre su origen. Otro suceso tiene lugar en el mismo momento creando un misterio que resolveremos después de la publicidad. Pero Lucinda Riley ya nos ha atrapado y queremos saber qué está pasando y de dónde viene Maia que es la que protagonizará este primer libro. Se supone que habrá uno por hermana, siete en total (se ve que la séptima llega en algún momento).

Pues aquí viene Maia a contarnos su historia en primera persona, viaja a Río de Janeiro a una casa donde se supone que nació. Y aquí empiezan nuestras desventuras lectoras, bueno, las mías. Alternando con esta línea argumental tenemos otra que nos lleva al Río de Janeiro de los años 20 y a París. Esta parte está contada por un narrador en tercera persona a través de unas cartas y conversaciones con unos personajes del presente.
Esto es sin duda lo mejor del libro, vamos a París y caemos en el profundo pozo sin fondo de los clichés y los estereotipos. Allí llega la protagonista de esta parte, Izabela, una joven brasileña que consigue descubrir algo de mundo antes de casarse con el marido que le han buscado. En París pasa lo que tiene que pasar, sí, todo lo que imaginas. Pero la autora nos rescata añadiendo una buena ambientación bohemia y del mundo artístico, parte de la historia del popular Cristo Redentor del Corcovado y varios giros argumentales que complican esa base tan manida de la que había partido.
Se le perdona porque los personajes se vuelven complejos, sienten y padecen y durante todos los capítulos de esta línea argumental podemos ver la historia, es como una buena película. Nos evade y nos mete en su mundo. A pesar de que tiene algún que otro ramalazo de romanticismo de culebrón, la historia conmueve y se vuelve muy adictiva. Es como esa serie favorita que estamos deseando ver cada semana.

Lucinda Riley escribe muy bien, a mí me lo parece, su prosa es muy fluida, nunca aburre, consigue un equilibrio muy efectivo entre descripción y diálogo, unos diálogos muy naturales que reflejan el carácter de los personajes. Crea atmósferas en consonancia con lo que sucede pero...

Pero se ha cargado la novela ella sola, ha luchado contra su libro. Y para mí, esto solo es mi opinión y por lo tanto muy subjetiva y muy afectada por mis vivencias como todas las lecturas, la parte del presente es una chapuza. No he soportado a Maia, nada de lo que dice va con lo que hace, a veces parece tonta y otras demasiado lista, vamos que empieza llegando a Río de Janeiro donde todo el mundo sabe lo que hay y lo primero que se le ocurre es quedar con un hombre que no conoce más que de unos mails porque él es escritor y ella le ha traducido su libro. Dice que no tiene idea de cómo es pero en cuanto lo ve reconoce que no le encaja con la foto de la solapa del libro ¿tenía idea o no? Vale, apuntamos eso como desliz sin importancia. Vamos a suponer que le gusta el deporte de riesgo y por eso se anima a irse con ese hombre que acaba de conocer en su coche para volver a la ciudad porque habían quedado donde el Cristo (eso lo había hecho bien, quedar en sitio público), y claro, luego resulta que es todo lo que ella había soñado, que el hombre se toma la misión de la chica como algo personal y se va a dejar la piel por ayudarla aunque luego le diga que buscó información en la wikipedia (y eso que tiene un amigo en el archivo).
Luego va ella al apartamento del hombre y dice asomada a la ventana: Oh, ¿qué es eso? y el otro le aclara "Es una favela." "Oh, qué bonita" responde ella. Aquí empiezo a torcerme con el personaje. Pero como la historia me gusta voy a admitir que le estén pasando estas cosas que solo pasan en Matrix y no en el mundo real, y que a lo mejor no se expresó bien con lo de qué bonita. Pero ya la pongo en cuarentena.
Luego aparece una niña que de verdad, es imposible que reaccione como reacciona ante determinada situación. Tristemente conozco casos cercanos y en ninguno el niño se ha comportado así. ¿Volvemos a estar en Matrix?
Y así, para seguir, Maia cuenta unas cosas de las que se derivan acciones que no tienen mucho que ver.
Sin embargo, este descuido y una serie de torpezas no son lo peor, incluso podrían haber pasado pero lo que ya me pudo, lo que hizo que me apeteciera tirar el libro a un contenedor (no lo hice porque no es de la biblio y luego iba a tener que pagarlo), es que la autora se permite frivolizar con un tema tan delicado como es la adopción. Me parece de juzgado de guardia que se trate con tanta alegría, en plan, ahora no me viene bien tener este niño, voy a devolverlo como si fuera una camisa. Entiendo que haya lectores que no le hayan dado tanta importancia, que lo hayan entendido como ficción y punto, al fin y al cabo es una novela, una historia de ficción. Pero como dije antes, a mí personalmente me ha dolido y me ha dado rabia a partes iguales, creo que nadie se deja los sentimientos en el cajón mientras lee, y a unos nos tocan más unos temas o somos especialmente sensibles con ellos y a otros, otros diferentes. Además el personaje que hace eso podía no haberlo hecho y la excusa que esgrime es lamentable. Sé que no estoy ante un artículo científico ni un ensayo, ni un documento de investigación, pero caray, podía haber puesto cuidado ¿no?
La verdad que llegué incluso a plantearme no hacer ni reseña pero quería opinar y expresarme y sé que me vais a entender independientemente de que compartáis mi opinión o no.

Como esta aventura va a tener continuación, los misterios planteados al principio relacionados con el presente no se resuelven, supongo que quedan para ir desarrollándose en las siguientes entregas.

En conclusión, que es un libro recomendable para leer sin agobiarse, por puro entretenimiento como evasión. La historia es bonita, de fácil lectura pero si por algún motivo eres especialmente sensible con el tema, no sé, yo prefería no haberlo leído.

PUNTUACIÓN: 3/5 me la has pegado una vez, seis me parece que no.



lunes, 18 de julio de 2016

El relojero de Filigree Street

NATASHA PULLEY


  • Traductor: Aurora Echevarría
  • Tapa dura: 416 páginas
  • Editor: Lumen; Edición: 001 (11 de febrero de 2016)
  • Colección: LUMEN
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8426402615
  • ISBN-13: 978-8426402615


                                                                  MI OPINIÓN
"El relojero de Filigree Street" es una aventura clásica y a la vez original, una lectura agradable que contiene un misterio cocido a fuego lento para disfrutar.

Tenemos funcionario de vida aburrida que un día al llegar a la pensión en la que vive se encuentra con un objeto tan cotidiano como un reloj pero que trae consigo un misterio y un cambio de vida para él, de la mano del relojero Mori, un japonés misterioso que fabrica artefactos peculiares y tiene un don, y una mujer rebelde llamada Grace.

Esta es una historia de marionetas, la mano hábil de la autora mueve las cuerdas de sus personajes para dar vida a una trama muy especial, que tiene elementos fantásticos y que lleva a rememorar las clásicas aventuras de antaño, aquellas que iban surgiendo poco a poco, que hoy resultan más complicadas de encontrar porque tienen más éxito la narración vertiginosa y los libros en los que suceden quinientas cosas en cada página. Aquí tenemos tiempo de ubicarnos en un espacio muy concreto, dibujado con breves pinceladas, el Londres victoriano en el que la mujer empieza a luchar por recuperar derechos y el Japón tradicional.
Del Londres victoriano, pese a no estar detallado tenemos más información porque suele ser un habitual en la narrativa. Así que quien espere encontrar una minuciosa ambientación que le transporte a ese pasado remoto, aquí que no venga, porque no la hay. Esto se hace más evidente y deja la novela un poco coja cuando nos traslada a Japón, un Japón que calculamos no es como nosotros lo conocemos, te habla de Ginza y Shibuya y si bien das por hecho que no hay una gigantesca tienda de Apple ni un Starbucks para observar desde su terraza el cruce más transitado del mundo, tampoco  nos describe cómo es. Solo se detiene en los lugares pequeños, como las casas y teatros o las calles en las que transcurre la acción. Estos pequeños espacios sí están detallados y te dan una imagen clásica del entorno, muy bonita y evocadora.

De los personajes, como apuntaba al principio son marionetas, no tienen demasiada profundidad y se limitan a hacer cosas. No se muestran apenas, no se abren al lector que se tiene que conformar con un par de características. Aunque me hubiera gustado que estuvieran más trabajados, esto no ha impedido que disfrute muchísimo con esta lectura.

Con gran precisión, poco a poco, van encajando las piezas que vamos encontrando por el camino en esta novela, y al final tenemos una historia entrañable, conmovedora en su esencia final y que deja una puerta abierta a una continuación pues si bien queda todo resuelto, todos los por qués tienen su respuesta, aún quedan hilos de los que tirar si la autora quiere.

Poco más que añadir de esta encantadora novela que a dios gracias (o a quien corresponda), nos trae algo nuevo, distinto, muy bonita, evocadora y no diré que exige pensar demasiado pero sí cierto grado de atención. Contada por un narrador omnisciente en tercera persona y dividida en tres partes con capítulos cortos, es una opción ideal para pasar un buen rato de lectura. Por si a alguien le resulta útil, diría que se parece a los libros de Félix J. Palma.

PUNTUACIÓN: 4/5 no seas vaga.


lunes, 11 de julio de 2016

CUARTO ANIVERSARIO EN LA CANTINA + ¡SORPRESA!

¡¡¡¡¡¡CUMPLEAÑOS EN LA CANTINA!!!!!!

Mañana el blog cumple 4 añitos, ya ha aprendido a caminar, a hablar, ya entiende muchas cosas aunque no sea capaz de explicar la mayoría.

Y han sido cuatro años llenos de lecturas, risas, algún que otro cabreo  y un par de malos ratos pero sobre todo, y lo mejor sin duda las emociones y la compañía. Porque puede que no seamos muchísimos pero somos buenos y venimos a compartir lecturas y pasarlo bien.

No tendría tiempo ni espacio para daros las gracias por seguir visitándome cada semana. Mientras siga quedando aunque sea uno, yo seguiré aquí, con las puertas abiertas de par en par para emborracharnos de buenas historias, para embriagarnos de sentimientos que saltan de las páginas y nos atrapan, para reír y llorar lo menos posible.

Y se me ha ocurrido llevaros conmigo a un evento literario, así que venciendo esa timidez que me hace hablar para el cuello de la camisa me he ido cámara en mano, (una cámara de fotos que graba lo que puede, no os flipéis). 

Pido perdón desde ya porque a veces se me oye respirar muy fuerte, el viento me la lió un poco pero creo que ha quedado bastante aceptable, la buena intención se ve.

Os dejo al final un enlace "Excursión a la Semana Negra" a los vídeos que he puesto todos juntitos en un canal de Youtube, porque no me dejaba hacer uno solo. De autores veréis y escucharéis a Ignacio del Valle contar de qué va su novela Soles negros,
a Claudia Piñeiro confesar por qué se convirtió en escritora y el relato divertido de Toni Hill sobre cómo concibió y se empezó a gestar Los ángeles de hielo.  y paseareis conmigo por los puestos de libros en una tarde otoñal de verano.

Espero que os guste, lo he hecho con mucho cariño.

MILLONES DE GRACIAS.

NB


PD. No me busquéis porque no salgo en el vídeo en ningún momento.


lunes, 4 de julio de 2016

Guillotina de verano. Los sioux

IRENE HANDL


  • Traductor: Mariano Peyrou Tubert
  • Tapa blanda: 432 páginas
  • Editor: Impedimenta; Edición: 1 (8 de febrero de 2016)
  • Colección: Impedimenta
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8416542120
  • ISBN-13: 978-8416542123

Lo he intentado. Os lo prometo, que sí, que durante 236 páginas y un tiempo de mi vida que ya nunca volverá intenté leer y disfrutar con esta historia. Disfrutar era complicado porque la cosa se tuerce enseguida, pero mantener el interés por lo que va a suceder todavía era posible. El problema ha venido justo por ahí, lo que va a suceder nunca llegó.

Me da mucha pena porque venía con una recomendación muy especial y espero que la "recomendadora" en cuestión no se enfade conmigo, o al menos no tanto como yo me he enfadado intentando leer esto.

Aquí van mis razones:

1. No tiene trama. Pasan días y los personajes se mueven pero no van a ninguna parte. La historia está en punto muerto y parece que no se va a mover nunca. Quizás lo haga más adelante y tenga un trepidante final, no es el caso, porque el final también me lo he leído.

2. Los personajes son extraños, eso no es problema, es más, les favorece y fue uno de los motivos que me empujó a leer. No cuajan, no es porque caigan mal, que también, salvo uno pero ni siquiera ese sirve para mantener el apego al libro. Aunque de mano tienen cualidades que atraen y hacen que quieras saber por dónde van a salir, el problema vuelve a ser que no salen por ninguna parte.

3. El libro es puro diálogo. Todo el rato hablan y hablan sin parar como una radio, pero sin contar apenas nada. Para averiguar una sola cosa tienes que tragarte hojas y hojas de morralla.

4. Desespera. Al traductor le entró la vagancia y nos ha dejado párrafos enteros en francés, con lo que no sabes si te estás perdiendo algo importante. Mira que si el qué del libro estaba ahí y me lo perdí por no haber hecho segundo idioma en el instituto...Eso no lo sabremos nunca. Puedo admitir que se queden sin traducir algunas palabras o expresiones pero tanto no, es que daban ganas de coger el libro y estrellarlo contra la pantalla de televisión, porque además esos párrafos tendían a aparecer cuando la cosa se ponía tensa.

Tengo que decir que el libro presenta una historia que tiene sus alicientes y que de hecho lo dejé y volví un par de veces pero como dice alguien que yo sé "la segunda vez es para despedirse".  También reconozco que no son muchas razones pero el libro ha podido conmigo, me ha aplastado como un elefante a una hormiga con su densidad literaria y ese viaje a ninguna parte.

Ahí va la hoja.