- CARLA GUELFENBEIN
- Tapa dura: 152 páginas
- Editor: ALFAGUARA; Edición: 001 (16 de mayo de 2019)
- Colección: HISPANICA
- Idioma: Español
- ISBN-10: 842043759X
- ISBN-13: 978-8420437590
MI OPINIÓN
"La estación de las mujeres" es un collage de historias tristes con un punto de tensión que emociona menos de lo que debería.
Trata de la vida de varias mujeres heridas en un momento crucial de su existencia en el que se plantean hacer algo, esperar o aceptarlo y dejarlo estar. Margarita, casada con un profesor de Universidad que le es infiel por aburrimiento se ve envuelta en una trama que le toca de refilón pero que le da un sentido a esa existencia insustancial que llevaba, la desaparición de Anne. Elizabeth le escribe cartas a una amiga para contarle su historia de amor con Leonard, y un narrador omnisciente nos cuenta la historia de Juliana que el día de su catorce años descubre un cadáver en la residencia de estudiantes a la que va a limpiar con su madre y la de Doris, amante alcohólica de Gabriela Mistral.
Y ahora me diréis que menudo lío he montado y no hay quien se entere, pues entonces lo he hecho muy bien porque eso te pasa cuando lees esta novela. Que es un lío, no porque salte de una historia a otra sino porque no las sitúa bien en el tiempo y deja todo como medio a decir y raro, con demasiada información inconexa en algunos casos. Por lo que es un libro que exige cierta dosis de paciencia, para cogerle el punto y para esperar a que todo se vaya más o menos encajando, cosa que se consigue pero como a medias. A ver si me explico. Las historias están todas conectadas, unas más integradas que otras, por ejemplo la de Doris, amante de Gabriela, es como la artista invitada que sale en un capítulo de la serie para darle empaque. Es una de las más desaprovechadas y de las que más deja cosas en el aire. Al final todo encaja y el conjunto tiene sentido pero queda un poco seco, como sin brillo, es como un coche al que se le va acabando la gasolina hasta que se para.
Empieza con un capítulo impresionante, un pelotazo, con Margarita explicando cómo se siente en sus cincuenta años cuando sus hijas independientes ya viven en otro país y su marido intenta agarrarse a una juventud que ya no tiene. Aquí es donde la autora despliega su talento y escribe de esa forma tan bonita que a mí me gusta mucho. Hace un relato perfecto de ese mapa interior a veces tan difícil de comprender. Deja muchas frases que dan en el clavo. Las metáforas las borda, son geniales tanto en el significado como en la forma.
Estamos en la actualidad, en Nueva York, ciudad en la que transcurren todas las historias salvo algunos recuerdos de los personajes. El resto de tramas algunos sí y otros vuelven al siglo pasado. Cada capítulo lleva el nombre de su protagonista. No se molesta en describir espacios abiertos, pero sí lo hace cuando es necesario en los hogares, porque es algo que forma parte de los personajes y que tiene cierto papel en la trama. Son descripciones muy sencillas que no abusan de adjetivos o detalles pero crean una imagen muy concreta.
Las historias son todas muy tristes, gente que ama pero no se siente correspondida, que sufren a cuál más y se sienten perdidas, hay dolor, amor, sexo, traición y una muerte. Mirad, es como cuando hay una reunión de jubilados y empiezan a competir a ver quién tiene más achaques, citas con el especialista y recetas. Estas mujeres compiten a ver quién la cuenta más triste.
Carla Guelfenbein es una autora que me ha ido decepcionando poco a poco, leí hace unos años, Nadar desnudas, y pensé que leería todo lo que pudiera de ella, me ganó por la mano, pero la siguiente, Contigo en la distancia ya empezó a cojear y esta de ahora un poco más. Igual lo he hecho mal y tenía que haber ido para atrás, a las anteriores. El problema es que ha sido demasiado caótica y aquí es donde ella dirá, yo en mi caos me entiendo y tengo un orden, pues bien, pero espera que te entendamos nosotros. Caótica y que ha puesto muchos elementos sobre la mesa que no ha desarrollado bien y que ha dejado unas cuantas preguntas sin respuestas, y la verdad es que no me importa, eso es lo peor.
Una novela de las que pasan sin pena ni gloria, que como es cortita se lee bien y vale para un par de tardes.
PUNTUACIÓN: 3/5