lunes, 31 de octubre de 2016

Guillotina Halloween. Avenida de los misterios.

JOHN IRVING



  • Traductor: Carlos Milla Soler
  • Tapa blanda: 640 páginas
  • Editor: Tusquets (5 de abril de 2016)
  • Colección: Andanzas
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8490662495
  • ISBN-13: 978-8490662496


                                                             MI OPINIÓN
"Avenida de los misterios" es un ladrillo, una lectura que se hace pesada porque no acaba de arrancar en ningún momento, que deja al lector esperando a que los personajes despierten de su letargo emocional y que he terminado de leer por puro coraje, nada más.

Que John Irving es un escritor excelente (o debería decir era) no es cuestionable. Está claro que sabe contar historias, crear realidades interesantes y personajes tan atractivos como complejos. Pero esta vez se ha perdido. Ya venía trastabillando con sus anteriores novelas que para mí habían perdido su toque maestro y ha terminado por caerse, a mí, se me ha caído. Y sí, se ha roto.

La historia en sí lo tenía todo para ser una de sus fascinantes novelas. Personajes, el de Juan Diego, un escritor que fue niño del basurero de Oaxaca para terminar en Iowa con una pareja peculiar para convertirse en escritor, el de su hermana Lupe, niña con un peculiar don, y los curas, las mujeres que aparecen en su vida. Una trama que a ratos ha conseguido mantener mi ilusión de que íbamos a salir del bache tedioso. Maldita ilusión, qué malas pasadas nos juega.

Los problemas han venido porque John apenas nos cuenta nada, en realidad ya os he contado todo lo que sucede en la novela. Lo que hace es dar saltos en el tiempo para jugar con el pasado y el presente de Juan Diego, dar vueltas interminables y navegar a la deriva sin timón por las seiscientas páginas. Ya no digamos cuando deja de soplar el viento y la cosa se estanca sin remedio.

Y me habían avisado, un señor en el autobús me dijo apuntando mi libro con su mirada "¿Qué lees?" y yo que soy más maja que las pesetas le contesto y entonces me dice: "se pone muy pesado, da muchas vueltas para contar lo que pasó, pero al final mejora." Le devolví una sonrisa aunque por dentro maldije a toda su estirpe y me dio su tarjeta. ¿Qué clase de gente tiene todavía tarjetas? Pues los creepies que asaltan lectoras en los autobuses. Además era de una cuchillería sita en un callejón. Creo que esto es lo mejor que puedo contar de esta lectura.

Vale, volvamos a la novela que nos ocupa. El caso es que ninguna de las dos etapas, ni el pasado mexicano ni el tiempo actual en el que Juan Diego viaja a Manila consiguen mantener la atención aunque un poco mejor el presente. Todo son anécdotas de cosas que le suceden  a unos personajes que podían haber sido de lo mejorcito que hay en la literatura actual, que tenían todas las de ganar y que pierden estrepitosamente. El principal motivo es que están anestesiados, ni sienten ni padecen, ni se revuelven ni pelean pero tampoco se deprimen. Van por la vida como si nada les hiciera bien ni mal, todo se lo toman como viene sin pena ni gloria, como si a Bill Gates le tocara lo puesto en el cupón de los ciegos.

De lo que les ocurre, algunas partes son interesantes pero están rodeadas de tanta  morralla que para cuando llega a ellas, el lector está tan anestesiado como los personajes y no consigue emocionarse. A los personajes les falta carisma, personalidad y autenticidad, en realidad casi se podrían intercambiar y el resultado sería el mismo.

Respecto a los temas que toca la novela, algunos son muy crudos, como la infancia de Juan Diego y Lupe pero esto tampoco consigue contarlo de forma atractiva para el lector. Pasa de puntillas y vuelve a las anécdotas insulsas que ni tienen gracia aun cuando se nota que a veces esa era la intención.

La única persona de este libro por el que he sentido algo es el traductor, pobre, que tuvo que escribir tantas veces la descripción de un personaje, ¿no os da eso mucha rabia? Me refiero a que en vez de emplear el nombre, lo citan con una característica, como si Pepito llevara siempre calcetines rojos, entonces en vez de decir el nombre, repite constantemente "el que llevaba calcetines rojos", lo odio, me daban ganas de escupir cada vez que lo leía, pero el libro es mío y lo hubiera puesto perdido. Supongo que Word acudiría al rescate del pobre traductor y en cuanto ponía las primeras letras le salía la opción y le daba al intro. Por supuesto este no era el nombre del personaje ni su característica pero me cortaría un pelo antes de reproducirlo en mi reseña.

Y luego está el Juan Diego adulto al que en un arrebato de generosidad, John le concede realizar una fantasía sexual pero vaya, que tampoco se emociona con eso porque mientras las mujeres trajinan con él, él está pensando en lo que le pasaba de niño. Así que me parece que muy emocionantes no debían ser esos encuentros.

Total, que la historia del niño basurero que se quemaba las manos rescatando libros, que fue rescatado por un cura y que de adulto ya convertido en escritor de cierta fama viaja a Manila se ha perdido en una maraña de palabras huecas, un despilfarro de tinta y papel.

Vamos, el libro ideal para llevar los que vais a la playa o la piscina, buenísimo por su tamaño para apoyar la cabeza, te quedará perfectamente alineada con la columna.

Lo he terminado por pura rabia, por no dejarme vencer y porque el autor me gustaba mucho y me dio miedo perderme algo. Lo único que me hubiera perdido es un buen final, las cosas como son, no sé si por la ilusión de llegar a él o porque en realidad es bueno pero ha estado bien y es de lo poco coherente que hay en la novela.
Y qué narices, porque es como esa gente que hace deporte (yo no tengo ese gen), que de repente le da por hacer barbaridades aunque esté a punto de explotarles la arteria aorta y el corazón y llegan al final desmayados pero ahí están, lo consiguen, así he querido yo terminar con este libro, aunque me costara la misma vida lectora.

Abu, te dejo hacer los honores.


lunes, 24 de octubre de 2016

El gran frío

ROSA RIBAS Y SABINE HOFMANN


                                                          MI OPINIÓN
"El gran frío" es un sencillo thriller reconvertido en novela costumbrista que retrata una época dura y que deja tan helado como su título indica.

El gran frío sin duda es el que se te queda en el cuerpo después de leer esta historia. Ana es una periodista que trabaja en "El caso" durante el franquismo. Llega a un pueblo de Teruel para escribir sobre la historia de una niña santa que derrama lágrimas de sangre y  sufre estigmas. Con más ganas de marcharse que de averiguar la verdad, Ana tendrá que enfrentarse a una historia mucho más compleja y dura de lo que imaginaba. Y justo cuando va a volver la ciudad llega el gran frío para dejarla encerrada con aquellos vecinos que dan más miedo que pena y se verá implicada en aquello de lo que quería huir.

Cuesta comprender a Ana, la verdad es que muy bien no cae, pero es necesario leer toda la novela para darse cuenta de que en realidad hacía lo que podía, es decir, nada. Tanto Ana como el resto de los personajes están retratados con mucha sencillez, no son complejos ni tampoco es fácil empatizar con ellos, como mucho alguno podrá llegarnos a provocar lástima.

Escrito a cuatro manos, este libro, que empieza con una interesante propuesta, se atasca hacia la mitad y remonta al final. El problema es que durante demasiado tiempo no ocurre nada, se limitan a narrarnos, mediante una prosa sencilla, casi descarnada, cómo es la vida en el pueblo. Es necesario, desde luego, que nos sitúen bien en el contexto espacio temporal para poder entender varias cosas que pasan, pero no hace falta repetir hasta la saciedad. Nos enteramos a la primera o a la segunda.

En cambio, en el último tercio, la historia empieza a rodar y todo fluye a la perfección. Mantiene el interés y se lee casi sin descansar. Aunque conserva un ritmo pausado sí que logra mucha tensión y causa inquietud en el lector hasta llegar a una buena resolución.
No me ha gustado lo que pasa al final pero es inevitable, de ahí que diga que la novela te deja helada, porque no es amable, muestra lo que hay y si no te gusta te aguantas porque así eran las cosas.

A través de los diálogos vamos a conocer a los personajes, lo poco que sabemos de ellos. Algunos dicen unas frases que los retratan a la perfección.

Si cogiéramos un libro feelgood y le diéramos la vuelta como a un calcetín nos saldría esta novela. Pueblo pequeño, infierno grande, vecinos que callan y miran para otro lado, sin libertad y tiranos sin escrúpulos sacando partido de la situación.

En conclusión una novela de lectura desasosegante, con una buena dosis de intriga en un tiempo que queremos olvidar, que entretiene y que en realidad lees con ganas de terminar y buscar calor.

PUNTUACIÓN: 3/5 No me creo que nadie hiciera lo que había que hacer antes.

lunes, 17 de octubre de 2016

El unicornio

  • IRIS MURDOCH

               
  • Traductor: Jon Bilbao
  • Tapa blanda: 352 páginas
  • Editor: Impedimento; Edición: 1 (21 de abril de 2014)
  • Colección: Impedimenta
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8415979150
  • ISBN-13: 978-8415979159


                                                             MI OPINIÓN

"El unicornio" es una novela complicada, tensa pero que atrapa al lector para introducirlo en un mundo diferente del que no sabrá querer salir.

Marian quiere cambiar de aires y se va a instruir a Hannah que vive en un castillo en lo alto de un acantilado junto a un extraño grupo de gente, entre ellos la propia Hannah, que no sabe dónde tiene la mano derecha pero que prepara unas que sacan de quicio al más pintado. Marian tendrá que resolver una situación que se volverá cada vez más complicada.

Iris Murdoch tiene para mí una prosa enrevesada, da la sensación de que no sabe a dónde quiere ir a parar, pero esa es una sensación que he tenido yo como lectora, porque una vez avanzas con la novela te das cuenta de que sabe perfectamente lo que quiere contar. Es como si tuviera las ideas desordenadas, las tirara sobre el papel y luego esperara a que fueran ordenándose solas. Ella plantea el problema, mete a los personajes en unos bretes que parece que no les tiene aprecio a ninguno y de los que cada vez es más difícil que salgan. Y cómo salen y dónde terminan es el quid de la novela. Pero para llegar a esa conclusión toca transitar por un camino muy difícil.

Cuando me refiero a lectura complicada no hablo de dobles sentidos, ni de elementos abstractos, lo complicado son los personajes. Su espléndido retrato psicológico hace que tengas que estar muy concentrado porque si no, deja de tener sentido. Pero se comprende perfectamente, es difícil de explicar, habría que ser un genio como lo fue Murdoch para hacerlo. Por eso leer El unicornio es una aventura apasionante, los personajes no dejan de darnos sorpresas, de hacernos sufrir, preocuparnos, ponernos en tensión y desear al mismo tiempo que lamentar llegar al final.
Un final perfecto, de traca, qué digo traca, de fuegos artificiales del 4 de julio, un final apoteósico, que da una perspectiva y un sentido a la historia que la hace redonda.

He hablado de personajes pero solo de personas y no puedo dejar de mencionar ese otro personaje imprescindible , el entorno. El paisaje, perfectamente definido con unas elaboradas y precisas descripciones es una parte muy importante, un paisaje abrupto, despiadado en ocasiones, inhóspito que es tan bello como cruel.  Es lo que hace que de verdad entres en el juego como si cruzaras un portal interdimensional y de repente te encuentras allí, con la relativa comodidad del observador que se sabe a salvo pero que no se va de rositas.

Todo esto contado por un narrador omnisciente, que no se enreda en novedosas estructuras narrativas sino que sigue un curso lineal y ofrece toda la información posible al lector para que no se pierda. Alterna diálogos colocados en el sitio correcto con las narraciones. Consigue transmitir un amplio abanico de emociones con una prosa muy cuidada, un rico vocabulario, el tono que mejor le cuadraba y el ritmo adecuado para que el lector asimile toda la información.

En conlusión, una novela imprescindible si te gusta la autora, si no, puede ser una buena oportunidad para acercarse a ella y su mundo de sentimientos, misterios y entrar en un juego que hará del libro uno de tus favoritos.

PUNTUACIÓN: 4,5/5

lunes, 10 de octubre de 2016

Cuentos macabros

EDGAR ALLAN POE




  • Traductor: Julio Cortázar
  • Tapa dura: 214 páginas
  • Editor: Editorial Luis Vives (Edelvives); Edición: 1 (31 de octubre de 2011)
  • Colección: Albumes
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8426381545
  • ISBN-13: 978-8426381545


                                                                MI OPINIÓN
"Cuentos asombrosos" es una colección de relatos góticos impactantes acompañados de unas ilustraciones magistrales que en algunos casos superan la maestría de la narración.

No hay sinopsis, me parecía un sacrilegio hacerla.

Es lo primero que leo de Poe y no será lo último. Ya desde las primeras páginas, cuando no oyes nada más que las palabras de la historia, te das cuenta de que estás ante un creador privilegiado. Sin embargo tengo que decir que no es una lectura fácil. Es una prosa a veces enrevesada y un tanto confusa que requiere de una lectura muy consciente, muy atenta y pausada.
Esta confusión nace de la mente de los narradores de cada uno de los relatos, algunos están en el límite de la locura, otros están atormentados por los extraños sucesos que les ha tocado vivir y todos ellos han vivido sucesos extraños, a menudo dolorosos, han perdido grandes amores, desmedidas pasiones, han llevado a cabo crueles acciones que se han vuelto contra ellos y todos han sufrido.

Todos los narradores, que cuentan en primera persona la historia, son hombres. Y en ocasiones nos recuerdan unos a otros, tienen muchas características importantes en común. Los personajes femeninos son su contrapunto, a veces para bien y otras para mal. Los puntos fuerte de las historias son las reacciones de los personajes y el casi siempre impactante final, algunos de ellos muy sorprendentes y otros aterradores.
Los personajes están descritos con gran profusión de detalles, en especial en cuanto a su aspecto físico las mujeres, y en el mental todos.

Otro punto muy importante en todos los relatos es la necesaria ambientación para que las increíbles historias tengan sentido. Es magistral, una atmósfera gótica, de tintes románticos muy envolvente y evocadora en la que se sitúa la acción. No falta detalle y no tenemos que imaginar nada, simplemente se ve a través de la lectura.

Pero sin duda lo mejor son las ilustraciones, son dibujos que dan vida a la lectura, que transmiten en ocasiones mucho más que las palabras y eso ya es difícil. Aconsejo, o sugiero que no las miréis antes de tiempo, yo apenas había visto un par de ellas antes de comprarlo y me ha parecido que añadía un extra ir descubriéndolas junto con la narración, dejándome sorprender. Parece que estás dentro del dibujo.

Esta recopilación tiene ocho relatos de resultado desigual. Reconozco que alguno me ha resultado pesado, se han enredado con las palabras y no ha tenido el impacto de los otros, me ha ocurrido esto con "La caída de la casa Usher", me ha faltado tensión y en vez de un final efectivo, la sensación es que se apaga poco a poco, en este caso me ha parecido un relato triste sin más.

 Aunque el más flojo para mi gusto ha sido "El corazón delator", impregnado de maldad y locura deseaba que se terminara.

"Morella" es uno de los más inquietantes. "Berenice" tiene uno de los mejores finales, de diez y por eso le perdono un comienzo un poco insidioso.  "El gato" es de una crueldad y frialdad extremas y NO se lo recomiendo a los que sean especialmente sensibles con los animales, aunque tiene momentos de máxima tensión y otro final redondo.

Y para descansar un poco, como un remanso de paz, impregnado de tristeza y hermosa melancolía llegamos a "La isla del hada" que está entre mis favoritos.

Me ha gustado especialmente la hermosa pasión representada en "El retrato oval", aunque muy corto está entre mis favoritos. Y también la novela corta "Ligeia", el más completo, un relato de amor, pasión y dolor.

No se puede acabar la reseña sin hacer referencia a su magnífica edición, empezando porque cuenta con la traducción de Julio Cortázar, los bordes negros de las páginas, y las notas al final junto con la no menos interesante biografía del autor.

Y una cosa tengo que decir, aunque yo siempre lo he visto en la sección donde hay cuentos y libros infantiles o juveniles, para niños no es.

Si no conoces a Poe, esta es una excelente oportunidad de hacerlo. Me parece ideal también para sugerir como regalo. Si vives solo o sola en un caserón en medio de un páramo allá tú, yo me lo pensaría dos veces. Y que nadie te cuente de qué van las historias.

PUNTUACIÓN: Edición: 10
                            Relatos: 7,5/10

lunes, 3 de octubre de 2016

H de Halcón


  • HELEN MACDONALD



  • Traductor: Joan Eloi Roca
  • Tapa blanda: 384 páginas
  • Editor: Atico L.; Edición: 1 (7 de octubre de 2015)
  • Colección: Ático de los Libros
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8416222096
  • ISBN-13: 978-8416222094



                                                        MI OPINIÓN
"H de halcón" es una lectura personal, conmovedora, intensa y emotiva. Algo tan delicado que se puede romper en cualquier momento si no vas con cuidado.

Hoy no vengo a hablar de narradores, de puntos de vistas ni tramas, ni de la habilidad de la autora para crear una trama interesante, atractiva y que atrapa al lector. No hay nada de eso en esta novela. No hay personajes, solo está ella y la historia de su dolor.

Por si todavía hay alguien que sigue leyendo esta reseña, diré que NO es un libro de ficción. Ea, ya me he quedado sola, bueno seguro que quien lo haya leído se queda así que por si acaso sigo y si no, pues para mí.
Como digo es un libro de No Ficción, escrito por Helen McDonald, donde nos cuenta cómo manejó la pérdida de su padre, cómo resolvió ese duelo tan terrible volcándose en el amaestramiento de un azor al que puso de nombre Mabel. Y ya me preguntaréis, ¿quién es esta mujer para que nos interese su dolor y el pajarraco? Pues es alguien que se ha arriesgado a mostrar algo tan íntimo como es uno de esos momentos en los que pierdes pie y caes en un pozo del que no ves el fondo quedando solo rodeada de paredes.

"En retrospectiva, creo que nunca estuve verdaderamente loca. Más bien loca menos cinco.[...] 
Era una locura diseñada para mantenerme cuerda."

A mí tampoco me interesaba la cetrería y cuando acabas de leer el libro te apetece apuntarte a un curso y comprarte un bichejo de esos. Porque Helen transmite su pasión por el arte de la cetrería pero además lo transforma en algo tan poderoso que acaba por sanarla, o aunque no sea sanarse del todo le muestra un camino. Alivia su dolor. Y todos hemos tenido ese dolor que no sabemos manejar, que hemos percibido más grande que nosotros, que nos ha hecho dudar de si al final seríamos capaces de salir.
Si alguien está contemplando la idea de saltarse las partes de cetrería que a veces sí que son un poco extensas y técnicas pues se va a saltar más de medio libro y además no entenderá el otro medio. Porque todo está unido, tanto esas partes como cuando habla del libro "El azor" de Whitman, es parte de ella, de los sentimientos y de la razón de ser de esta lectura.

Ni mucho menos es un libro de autoayuda para los lectores, puede que sí lo haya sido para ella. Es más un ejercicio de comprensión de su proceso de duelo, de acompañar y escuchar sin juzgar. De sentir.
Tiene muchos fragmentos que valen para enmarcar, que son para repetir y casi aprender de memoria, que se te quedan grabados sin esfuerzo.

"...las cosas podían ser reales, y buenas y bellas aunque yo no pudiera verlas, y que si permanecía en el sitio correcto, y tenía suerte, eso me sería revelado de algún modo."

"Había huido a un lugar del que no quería regresar."

"Se pueden leer toda una serie de teorías sobre el apego, la pérdida y el duelo. Pero todas esas explicaciones proceden de un mundo en el que no está el azor. No ayudan. Son como intentar describir qué se siente al estar enamorado mostrando un TAC de un cerebro enamorado. Tienes que buscar la respuesta en otros lugares."


Puede parecer necesario estar bien de ánimo para abordar una lectura que a ratos es cruel, como cuando habla de la historia de Whitman, en ocasiones también muy triste pero que no provoca sensación de pena, despierta compasión por lo que tras leerlo no nos quedamos decaídos, sino acompañados. De hecho creo que si estás encantado de la vida y explotando de felicidad tal vez no puedas apreciarlo y solo pienses "ay, pobre, bueno, ya se le pasará, de todo sale". Sí, es verdad que se sale, nos sabes dónde te vas a meter después pero salir, se sale. Lo que quiero decir es que creo que es un libro para leer cuando realmente sientas que es el momento, cada lector sabrá elegir el suyo.

Y no, no vale para todo el mundo. Lectores de libro al año, abstenerse. No lo verás en listas de best sellers, ni le harán peli ni mucho menos serie de tv, y una que yo me sé dirá "eso es infumable, te lo lees porque piensas que eres guay", en fin, pobre, que diga lo que quiera, y paso mucho de la gente que cree que me lee el pensamiento y sabe lo que pienso de mí.

Para los demás, para los lectores habituales pues un poco lo que le apetezca a cada uno, el libro tiene una prosa exquisita. Te lleva a lugares maravillosos y tiene el poder de hacerte sentir, de conmover. Cuesta un poco hacerse a él al principio pero es un pequeño esfuerzo con gran recompensa.

"Y es difícil vivir mucho tiempo sin confiar en nadie ni en nada. Es como vivir sin dormir; al final te mata."

"Todo está atascado en un presente eterno."

"...toda la pena se convirtió en algo diferente. Era simplemente amor."