OLGA MERINO
- Editorial : ALFAGUARA; 001 edición (20 enero 2022)
- Idioma : Español
- Tapa blanda : 272 páginas
- ISBN-10 : 8420460966
- ISBN-13 : 978-8420460963
MI OPINIÓN
"Cinco inviernos" un viaje a los recuerdos de su autora, un relato de supervivencia lleno de aventuras, complicaciones, amistad, que en cierto momento traiciona al lector.
Por ahí voy a empezar, por la traición. Este libro recoge las memorias de Olga Merino que quería ser corresponsal en América Latina y su periódico la mandó a Rusia, la vida tal cual. El caso es que el libro está construido a partir de unas libretas en las que ella iba registrando su vida a partir de 1993, cuando la URSS ya se había descuajeringado y Rusia vivía el cambio, y era muy difícil saber si a mejor o a peor. Pues bien, el caso es que estaba yo tan feliz pasándolas canutas junto a la autora cuando a mitad de libro, va la tía y dice que está omitiendo cosas, rellenando espacios y alterando sucesos. Me sentí traicionada, me parece muy bien que sea honesta y lo confiese y que omita cosas lo asumimos pero yo entiendo que la gracia de registrar sensaciones es recuperarlas en el futuro cuando el tiempo y la memoria ya te las ha manipulado y tener el original de lo que pasó.
Es una trampa, porque yo me lo estaba creyendo todo tal cual me lo contaba. Me planteé incluso dejar de leerlo ahora que ya no iba a saber si lo que me contaba era así tal cual o algo parecido, pero me pudo la admiración profunda que sintió hacia personas que son capaces de hacer cosas increíbles que yo ni me planteo y que además está muy bien escrito y es muy interesante.
La narración va alternando extractos de las libretas con textos escritos en la actualidad en los que explica cosas, puntualiza lo que acaba de contar o hace alguna reflexión, que bajo mi punto de vista sobraban como la mitad o así. Su estilo, como buena periodista que debe ser, es directo, muy claro, centrado en lo importante y no se detiene en detalle superfluos. Pero no por eso deja de ser cuidado, con descripciones muy bien desarrolladas que te transportan a ese tiempo y al lugar, a cómo eran las cosas entonces, la lucha por sobrevivir en el día a día, las dificultades y eso que ella era de los que están bien.
Aunque hay muchos acontecimientos políticos de grandes consecuencias y los detalla con precisión, se centra sobre todo en las personas, en cómo viven y cómo se las apañan, se adaptan y tiran sin saber hacia dónde van. Sin olvidar tampoco cómo le afectan a ella, cómo también tiene que sobrevivir y hacer cosas que nunca se habría imaginado que haría de esa forma. También forma una extraña y peculiar familia con otros periodistas y gente que por necesidad va conociendo, su profesor de ruso, el traductor que le ha puesto el periódico para el que trabaja, algunos vecinos, la chica que le ayuda con las tareas de la casa. A todos ellos los retrata con mucho respeto pero nos cuenta lo suficiente como para que el relato enganche, sea interesante y emotivo si es necesario.
Y mientras todo esto le sucede, ella quiere escribir ficción, también. Pero no le sale. Quiere volver de Rusia, en la que pasará cinco años, con una novela bajo el brazo pero se le pasan los días sin escribir. Apunta en sus libretas, ideas que le surgen como fogonazos para relatos. También anota citas de libros que le gustan, autores sobre todo rusos. La literatura rusa tiene mucho peso también en sus memorias y nos lo va contando, y hace que te apetezca leerlos. Una cosa que no he entendido es cómo no se le ocurrió pensar que viviendo esas circunstancias tan volubles, complicadas, extremas e incluso peligrosas, pues igual la energía no te alcanza para ponerte a hacer creaciones literarias.
Golpes de estado en Moscú, la guerra en Chechenia, una fuga en un oleoducto que fue una catástrofe ecológica y una visita a Chernóbil al cumplirse los 10 años del gran accidente nuclear son algunos de los acontecimientos claves que vivió. Buscarse la vida para hacer esos traslados para llegar a lugares en condiciones insalubres, conocer gente interesante que le contó cosas, pelear con la burocracia la mantenían en vilo. Pero también tuvo tiempo para algo parecido al amor, o a menos pasión, hacer amistades y crear un vínculo especial con Cécile.
Me quedo con su capacidad de observación y su manera de contar historias sin juzgar, con respeto, con la mirada y la mente abierta. Sé que ahora hay mucha gente que dice que ser corresponsal ya no es lo mismo, porque todo es mucho más fácil con el internet. Pero bueno, no hay que desmerecer el valor de los que por ejemplo, están ahora en Ucrania. De los que ni siquiera eran periodistas y aparecieron por allí antes de que se organizara el lío y les faltó campo para correr cuando silbó el primer misil, hablamos otro día ( es que nunca falta un puñado de tontos, están por todas partes).
Unas memorias que me han llevado a un país que siempre me causó cierta fascinación, que cuando era una mocosa ignorante quería visitar fascinada por los colores de San Petersburgo, el folclore y la nieve. Pero que es probable que ya nunca vaya a visitar.
Al final del libro hay también un relato de la autora dedicado a Cécile, Presagio. Y una lista de libros que la han acompañado.
PUNTUACIÓN: 4/5