lunes, 30 de septiembre de 2019

Cementerio de animales

STEPHEN KING



  • Traductora: ¿en serio había una?
  • Tapa blanda: 488 páginas
  • Editor: DEBOLSILLO (28 de marzo de 2014)
  • Colección: BEST SELLER
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8497930991
  • ISBN-13: 978-8497930994

                                                             MI OPINIÓN

"Cementerio de animales" es una obra maestra del TERROR.

Louise Creed llega con su familia (parienta y dos churumbeles) a Ludlow, un pueblo tranquilo donde va a vivir en una casa muy chula cerca de una carretera por donde transitan camiones de gran tonelaje con una parcela muy peculiar que contiene un Cementerio de mascotas y algo más que le quitará el sueño y casi hasta la vida a más de uno. Es que las señales estaban todas. También tiene un vecino, Judd, muy majo y hospitalario con el que compartirá cervezas, leyendas y hará cosas con consecuencias imprevisibles. Lou es médico, y Rachel, su mujer, tiene un trauma y ambos lidian con la muerte de manera peculiar.

A veces cuando lees a King te dan hasta ganas de llorar de lo bien que lo hace. Un narrador omnisciente, en tercera persona, la fórmula más sencilla del mundo. Tres partes con su título correspondiente. El lenguaje de andar por casa pero que no suena a simple. Una historia que sigue un curso lineal con las visitas al pasado necesarias a través de recuerdos contados en confesión al lado de una cerveza o entre sábanas le basta y le sobra para coger al lector de la mano y embarcarlo en una aventura inolvidable y hacerlo sentir parte de la historia y no un simple observador,  cuando a King le da por escribir así, te convierte en su amigo.

Y con ese lenguaje tan fácil de comprender y su habilidad para escoger las palabras adecuadas crea una atmósfera que atrapa, que se hace real y que es la base ideal para una trama a la que no se le puede poner ni un pero, no hay agujeros, no hay tiempos muertos. Maneja la intensidad a su antojo, momentos casi idílicos y otros más tranquilos pero en los que el ritmo no decae, no hay relleno, todo lo que está tiene que estar y no falta nada. Y en esa atmósfera y esa trama son las que dan auténtico miedo en muchas ocasiones. La trama es única pero las historias que la componen, como piezas de un puzzle, son relatos de terror en sí mismas. Por supuesto que hay tema paranormal y fantástico, el cementerio de mascotas y el otro cementerio dan muchísimo juego sin caer en tópicos y además el tema principal es la muerte.

Y pese a que la trama es el corazón de la novela los personajes no se quedan atrás. Puede que tengan algún rasgo arquetípico pero son únicos, muy complejos y están retratados con mucho cuidado para que no dejen de ser reales en ningún momento. A tener en cuenta los diálogos entre Louis y Judd acerca del la muerte y el dolor. Tengo que admitir que por ir como iba la novela hasta me ha sorprendido su profundidad, la parte dramática está tan bien trabajada como la otra.

Tengo una queja y una denuncia. La queja es para King, que nos roba algo al final, que no lo redondea como a mí me hubiera gustado y me falta un capítulo. No es que esté mal, es que a mí así no me gusta. Queda abierto a interpretaciones varias y me apuesto lo que sea a que lo ha cortado y que él sabía la respuesta a los interrogantes que quedan. Y eso me ha dado rabia. Aunque no le baja la nota al libro ni la sensación de haber leído el mejor libro de terror posible.

Y la denuncia, tirón de orejas y algo más se la lleva la traducción y la edición. Es que google traductor no lo hubiera hecho tan mal. Palabras que no tienen sentido, traducciones de frases y expresiones que se han hecho en plan literal, seguro, y fallos gramaticales que claman al cielo, por no hablar de las faltas de ortografía. Encima a veces se acumulan y hay varios en alguna página. En los momentos chungos no sé si estaba tan metida en la historia que no me di cuenta o que hay menos. Es que ni así se han conseguido cargar un libro espectacular.
Señores de Plaza y Janés, hagan el favor. Revisen esto, porque es para cerrarles la editorial.

En conclusión, es un libro alucinante, muy buena historia y que no me vengan a decir que si esto no es literatura, porque literatura es hacer arte escribiendo y eso es lo que hay, otra cosa es que guste o no. Si te dan miedo los libros de miedo, súperalo o huye. Porque a mí que no me dan miedo tengo que decir que sí me ha dado, que se pasan ratos verdaderamente angustiosos. El libro ideal para pasar un buen mal rato.

PUNTUACIÓN: 5/5


lunes, 23 de septiembre de 2019

Preferiría ser amada

EMILY DICKINSON

  • Tapa blanda: 112 páginas
  • Editor: Nórdica Libros; Edición: Illustrated (24 de septiembre de 2018)
  • Colección: Ilustrados
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 841728172X
  • ISBN-13: 978-8417281724
                                                              MI OPINIÓN
"Preferiría ser amada" es una exquisitez literaria que sabe a poco.

Emily Dickinson es una de esas autoras que me fascinan sobre todo desde que vi la película "Historia de una pasión" pero cuyas obras luego no leo. Me pasa como con Virginia Woolf que me gusta mucho lo que dicen y cómo lo dicen pero no lo que se inventan. Con Emily la cosa empeora porque lo suyo es la poesía y yo si no me la cantan, como Leonard Cohen, no me entero.
Pero este libro tenía cartas, recogía sentimientos, sensaciones y pensamientos de la autora, de su puño y letra y con eso me atrajo. Con eso y con una portada y una edición increíblemente bonitas.

El conjunto de cartas seleccionadas van dirigidas a distintos familiares y amigos y según el destinatario va cambiando el tema. Mi favorita es la primera, dirigida a Susan en la que expone un sentimiento puro, desmesurado quizás, incluso generoso y algo fatalista usando las palabras de forma tan certera a la vez que hermosa que consigue conmoverte pese a no tener apenas ningún dato de la historia, ni conocer a ninguna de las dos personas.
A otros les cuenta cosas que pasan en la casa, y casi podría adivinarse incluso una trama.
Hay una carta dirigida a ella en la que T. W. Higginson al que ella le ha pedido que sea su preceptor, la invita a Boston a reuniones de lecturas pero no sabemos lo que ella responde.
En todas hay un estilo, cómo no, poético. Utiliza las palabras de forma que construye como una melodía, es como si en vez de leer, escucharas y muchas son candidatas a varias relecturas. La belleza del texto es una belleza profunda, llena de sensibilidad pero también con mucho sentido y con algo que contar.

Pienso que una de las peores combinaciones que puede haber es la de inteligente y sensible, y si encima se le une el talento artístico, adiós muy buenas. Porque siendo inteligentes se dan cuenta de muchas cosas que no pueden ignorar o hacer como que no existen, al ser sensibles esas cosas les hacen sufrir más de la cuenta y si encima lo expresan de forma artística la cosa se multiplica porque le dan mil vueltas extra al asunto. Y esto es lo que creo que le pasaba a Emily Dickinson y por eso se sentía tan triste y desgraciada, porque iba siempre con las gafas de la realidad puestas y eso es muy duro. Apreciaba por supuesto las cosas buenas de la vida pero se le quedaban pequeñas.

Lo cierto es que leyéndola a uno le apetecería darle la dirección a Emily para que le escriba. Ya no se escriben cosas así, también es cierto que ya nadie se expresa de esa forma y sería un poco creepy hacerlo. Pero es una suerte que se conserven estas.

La edición va alternando poemas, algunos versos escritos en los sobres y las cartas con las ilustraciones en lápiz y acuarela de Elia Mervi. Son ilustraciones sencillas, que juegan con las sombras y algunos toques de color. Están cargadas de simbolismo y representan con bastante acierto lo descrito en el texto al que acompañan.

Le tengo que poner una pega, y es que es muy corto. Solo tiene 14 cartas breves y unos cuantos sobres. Eso no se vale, señores de Nórdica, tiene que haber muchas más. Así que espero nueva edición con montones de ellas.

Es un libro maravilloso, que relaja, conmueve, emociona y que da gusto leer una y otra vez. Recomendable para cualquiera que no se resista al poder mágico de las palabras.

PUNTUACIÓN: 5/5 de los poemas no he dicho nada porque no me apaño.


lunes, 16 de septiembre de 2019

It

STEPHEN KING


  • Traductora: Edith Zilli
  • Tapa blanda: 1504 páginas
  • Editor: DEBOLSILLO; Edición: 001 (25 de febrero de 2016)
  • Colección: BEST SELLER
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8497593790
  • ISBN-13: 978-8497593793
                                                                          MI OPINIÓN
"It" es un festival de imaginación, creatividad, aventuras y emociones con sobredosis de violencia.

Siete amigos mal llamados "Perdedores" aunque mala suerte tienen para aburrir, viven en Derry, un pueblo maldito en el que cada 27 años suceden crímenes horribles provocados por el mismísimo diablo que toma forma de sus miedos. Su misión, acabar con esa maldición.

Dicen por ahí que cuando haces reseñas no tienes que contar nada personal, que te limites a hablar del libro y yo digo que podemos contar lo que nos dé la gana y que esos consejeros bien podrían limitarse a buscarse una vida. Pues bien, hay un puñado de personas por el mundo que  me hacen saltarme mis normas, como Tarantino que me hace ver pelis gores y violentas, Némirovsky que me lleva de guerra. Solo el maestro Stephen King podría hacerme leer un libraco de 1500 páginas, en el que hay maltrato infantil y violencia en cantidades industriales con todo lujo de detalles. Pero es que el esfuerzo vale muchísimo la pena.

La estructura del libro es un tanto caótica al principio, y después también pero te acostumbras y se le coge el tranquillo a los saltos temporales y el cambio de la primera a la tercera persona aunque el narrador es siempre el mismo y la edición. Se divide en varios interludios, que normalmente se llamarían partes, pero a King le mola enredar. Esos interludios tienen también sus divisiones internas cada una con un título y dentro capítulos relativamente cortos. El libro en sí, una vez que entiendes esta mecánica es fácil de leer. Parece que sale de las páginas una mano para agarrarte de la camiseta y te dice: siéntate que te voy a contar una historia. Y ahí te quedas, pasando páginas como una loca inmersa en la historia.

El estilo es el propio del autor, un lenguaje de andar por casa, sencillo y directo, solo faltaba que después de todo lo que lía se pusiera a jugar con dobles significados y demás. Queda muy claro todo lo que pasa, lo dibuja perfectamente, y no te queda ninguna duda de nada. Ves Derry como si fuera tu propia ciudad y  si un día la visitaras de verdad tendrías la sensación de que vuelves a un lugar en el que ya has estado. Pero lo hace de forma muy amena, a pesar de todos los detalles que da, no sobra ninguno ni cansa.

El libro está lleno de tramas. Todas tienen su punto, y sí, son los temas habituales de King pero siempre los cuenta de forma diferente y ahí creo que es donde tira de una cosa que se llama talento. La trama principal se construye a partir de las otras y todas relacionadas. En ella es donde está el terror fantástico, el que en cierta forma a mí me gusta menos porque el payaso Pennywise se pone asquerosito y claro, como de eso también tenemos detalles pues cuesta un poco. En los otros hay terror pero del auténtico, ese que hay cuando se cierra la puerta y las víctimas se quedan a solas con él. Los temas tratados son el acoso escolar, la violencia en casi todas sus formas y con unos niveles de crueldad que a veces me ha costado seguir, las familias disfuncionales, el racismo pero por encima de todos, uno que le da sentido a toda la historia, la amistad. 
Hay dos líneas temporales, una en 1958 y otra 1986, me han gustado muchísimo las dos, y además están muy bien descritas, es casi como si vieras postales y fotografías. Y no sé a vosotros, pero a mí me encantan estas aventuras donde los personajes están metidos en un buen brete y no tienen móvil ni google para salir del atolladero.

Los personajes responden a determinados arquetipos, pero eso es la base y a partir de ahí crea unos seres a veces entrañables, otras odiosos pero nunca indiferentes y siempre interesantes. Los chicos del club son mis favoritos, y si tuviera que elegir uno me quedo con Ben. La verdad es que rara vez siento fascinación por los villanos aunque reconozco que algunos son creaciones perfectas, y no, aquí tampoco ha sido el caso, les tenía bastante manía y mucho odio.

Por supuesto lo que menos me ha gustado son las detalladas escenas violentas, es que se dan unas palizas de muerte y asesinatos con un sadismo extremo.

Según iba leyendo tuve la impresión de que Stephen King escribió esta novela como si pensara que se iba a dormir y no se iba a despertar nunca más y entonces tenía que contar absolutamente todo lo que tenía en la cabeza y desarrollar todas las ideas. Si no has leído nada de King, puedes leer esto y ya te pones al día. Eso sí, le agradezco en lo más profundo que no hiciera trilogía, sagas ni cosas de esas que tan de mal humor me ponen. Así, todo junto de una vez es perfecto. Y para compensar toda esa maldad y crueldad que hay a lo largo de toda la novela nos deja un final inolvidable y precioso.

PUNTUACIÓN: 4,5/5

lunes, 9 de septiembre de 2019

El libro de las cosas perdidas

  • JOHN CONNOLLY



  • Tapa dura: 544 páginas
  • Editor: Espasa Infantil; Edición: Translation (8 de enero de 2008)
  • Colección: ONIRO - LA LAMPARA MAGICA
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8497543149
  • ISBN-13: 978-8497543149
                                                                   MI  OPINIÓN
"El libro de las cosas perdidas" es un pasaporte a un mundo de fantasía en el que vivir un viaje inolvidable.

Estamos en Londres y va empezando la Segunda Guerra, tranquilos, ya sabéis que este es un tema del que huyo y para eso John Connolly nos pone un agujero en un árbol, en el bosque que rodea la gran casa en la que vive David, que acaba de perder a su madre y en pleno duelo tiene que lidiar con Rosie, la nueva mujer de su padre y que encima viene con propina, su medio hermano George. Un mundo paralelo en el que se desarrolla la novela salvo en el inicio y el final.

Narración tradicional al estilo de los mejores cuentos, con un cuentacuentos omnisciente en tercera persona, el que se mete en la piel del personaje principal y de todos los demás, tiene ojos y oídos en todas partes. David es el niño que tiene que aprender una lección muy importante y para eso tendrá que superar pruebas, cada vez más difíciles en las que no solo la habilidad le sacará del apuro sino también sus principios, su forma de ser y de sentir. En el camino se encontrará con personajes muy peculiares surgido de cuentos tradicionales a los que se les ha dado la vuelta, como el Leñador y el Lobo de Caperucita, los enanos de Blancanieves y muchos más.

Es una narración sencilla, pero que no se detiene en ningún momento. Todo el tiempo están sucediendo cosas, todas perfectamente hiladas pero no hay que despirstarse, es uno de esos libros en los que te encuentras el problema que no sabes dónde dejarlo, te engancha, te mete de lleno en la aventura, te emociona, sufres con los contratiempos de David y respiras cuando pasa el peligro, porque otro de los aciertos que tiene este libro es lo precisas que son las descripciones de todos los lugares, cómo genera tensión, presenta los peligros.

Los personajes, aunque sean versiones más o menos cercanas al modelo de arquetipos habituales, tienen unas características que los hace únicos, despiertan todo tipo de emociones en el lector, a favor o en contra, porque es imposible que causen indiferencia. Algunos son tremendamente originales. Se retratan sobre todo a través de sus acciones, de sus decisiones y de lo que dicen. Hay una buena cantidad de diálogos, perfectamente integrados en la acción en los que se toman esas decisiones y que ayudan a entender mucho mejor todo.

Me he reído muchísimo con los enanos, tienen un humor sarcástico con un punto de mala leche que me ha hecho mucha gracia.

También tengo que decir que a veces se le va la mano con la crueldad, sobre todo en los cuentos que hay dentro de la historia principal de David y que le cuentan los personajes que le acompañan. A su favor hay que reconocer que pasa muy deprisa y que no se recrea en los detalles, solo sucede, y además como ocurre en un mundo de fantasía nos permite agarrarnos a eso de "no es real". Me ha recordado mucho a "El laberinto del fauno", solo que sí aquel también era bastante tétrico, comparado con este es un capítulo de Dora la exploradora. El tema central, lo que está detrás de todo esto es la muerte, cómo enfrentarse a ella y en especial los miedos y los sentimientos. Ahí es nada, pero está resuelto todo con gran maestría.

Es de esos libros que cada uno puede sacar sus propias conclusiones, darle el valor que quieras, entenderlo con la profundidad que te apetezca. Pero también es de esos que cuando lo acabas tienes la sensación de que vas a poder con todo.

Respecto a la edición, yo he leído una que había en la biblio de 2008, pero se reeditó creo que el año pasado y tiene ilustraciones en blanco y negro que he visto y puedo decir que van mucho con la novela, encajan perfectamente con el universo creado por Connolly, pero ya me van a perdonar los de Tusquets y sabéis que soy la tonta de los ilustrados pero esta portada en tapa dura es tan bonita...
Al final, después de la novela en sí hay una pequeña entrevista con el autor sobre el origen y la intención de este libro y también están comentados los cuentos que ha utilizado para la novela y una breve explicación.

PUNTUACIÓN: 5/5



lunes, 2 de septiembre de 2019

Sakura

MATILDE ASENSI


  • Tapa dura: 416 páginas
  • Editor: LA ESFERA DE LOS LIBROS, S.L. (13 de marzo de 2019)
  • Colección: Ficción
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8491645160
  • ISBN-13: 978-8491645160
  •                                          
  •                                                        MI OPINIÓN
"Sakura" es una buena idea que tira de las rentas de la autora pero que ni así sobrevive, se salvan unas cuantas anécdotas históricas interesantes y un final aceptable aunque poco original.

Un japonés junta en París a un grupo de personas de diferente origen pero que de alguna manera están relacionadas con el arte para que vayan a Japón a hacer una gynkana y encontrar un cuadro de Van Gogh.

Vale, la idea de partida es muy buena y se vale de una figura que a algunos nos causa fascinación y a la mayoría les parece cuando menos, interesante, el artista Vincent Van Gogh. La reputación de la autora obra a su favor porque siempre nos lleva de aventuras apasionantes, muy bien elaboradas y divertidas. Pero esta vez no lo ha hecho. Le ha faltado entusiasmo y lo que me ha transmitido a mí esta obra, la sensación que me ha provocado es que está escrita de mala gana, como por obligación. Es como haber estudiado el día antes, sí, que puedes aprobar pero no sabes nada en realidad, lo que se suele llamar, salir del paso.

Nos lo cuenta todo uno de los personajes por lo que estamos ante un narrador en primera persona que se limita a hacer constar hechos sin profundizar en nada. Los capítulos, cada uno de ellos precedidos por un título más o menos acertado, son de corta extensión. El estilo es muy sencillo, sin dobleces, sin adornos y directo pero demasiado y da la sensación de que lo ha escrito todo del tirón. Y ahora me diréis ¿Y tú que sabes? Pues yo sé lo que he leído y como digo, es mi sensación. Lo que de verdad haya pasado por la cabeza de la autora, y las horas de trabajo que haya detrás no lo sé porque yo solo puedo opinar del resultado.

Los personajes ni están ni se les espera. Son poco más que nombres y apenas se muestran siquiera en lo que hacen o lo que dicen. Esto no sería ningún problema si la trama fuera lo bastante potente y estuviera tan bien construida que te metiera en la aventura como suele hacer la autora. Pero eso no ocurre. La ambientación se queda un poco corta y tienes que tirar de imaginación en muchas ocasiones, o de lo que hayas visto en otros sitios. Las pruebas que tienen que superar los aventureros son siempre lo mismo y con el mismo resultado. Lo que sí me ha gustado mucho es todo lo que hay referente al arte y a los colores, y la prueba de la habitación, que no os la voy a contar porque es lo guay del libro. A ratos el libro se hace incluso pesado aunque en realidad están avanzando todo el tiempo pero como hacen lo mismo no se nota y parece que están siempre en el mismo sitio.
Lo he leído muy rápido porque tenía ganas de terminarlo y eso es mala señal. No lo he abandonado porque en cualquier momento me soltaba algo interesante sobre arte japonés, arte en general o Van Gogh y ya que estaba no me lo quería perder.

Hay un personaje que se nota desde el principio que a la autora no le gusta, se molesta en él menos aún que en los demás, se nota que no sabe cómo resolver cierta cosa y entonces opta por el camino fácil y a mitad de novela lo manda para su casa, eso me ha hecho mucha gracia.

El final tiene cosas buenas, de las mejores del libro y otras que es para decir ¿en serio, Matilde, tú a estas alturas me sales con esto? No sé, después de todo lo leído de la autora tenemos razones suficientes para pensar que lo puede hacer infinitamente mejor y o no ha querido o no ha podido. Yo la conocí cuando partió la pana con El último catón. al igual que muchos, leí alguna de sus novelas anteriores como El salón ámbar que también me gustó mucho, y los de después, entre los que está mi favorito, Todo bajo el cielo. Me faltan los de la trilogía del pirata. Pero cierto es que ya ese segundo catón parecía que no hacía falta pero bueno, algún día se recuperará.

En conclusión, un libro que no ha servido para lo que yo quería, pasar un rato entretenido y vivir aventuras en el sofá. Ni frío ni calor, y supongo que habrá gente a la que le guste muchísimo y gente que piense como yo así que cada uno verá.