lunes, 28 de mayo de 2018

Antes de que llegaras

LISA WINGATE

  • Traductora: Laura Vidal
  • Tapa blanda: 448 páginas
  • Editor: SUMA; Edición: 001 (8 de marzo de 2018)
  • Colección: FUERA DE COLECCION SUMA.
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8491291679
  • ISBN-13: 978-8491291671
                                                            
                                                                   MI OPINIÓN
"Antes de que llegaras" es una intensa y dramática historia contada con mucha delicadeza y sensibilidad a la que le sobra un pegote pero que se salva con un buen final.

Esta es la historia de Rill y sus hermanos, en Memphis en 1939 los llevan a un orfanato donde una mujer se dedica al abominable negocio de los niños robados. Es una historia de supervivencia sobre todo, de adaptación y de muchas ganas de vivir y pelear, con una niña que tiene que hacerse mayor antes de tiempo para resolver un asunto. Y también es la historia de Avery en la actualidad, que se pone a revolver cosas y acaba descubriendo secretos, no me hagáis seguir, me da una pereza terrible hasta escribir de ello.

Tenemos una narradora, la propia Rill, que por medio de una prosa directa, sin adornos ni apenas metáforas nos descubre una historia muy dura, triste pero lo hace desde la franqueza, sin lamentarse porque no tiene tiempo ni le resulta útil, y consigue la admiración del lector, y las ganas de poder meter la mano en el libro para coger la suya y ayudarle. Predominan los diálogos y los verbos de acción con lo que consigue un ritmo muy fluido que no decae en ningún momento y que alcanza algunos puntos de máxima tensión. Es una novela que se lee sola, de las que en ningún momento miras cuánto falta para que acabe.
El personaje principal es Rill, se expone abiertamente y deja al lector conocer todos sus sentimientos, miedos, preocupaciones...El resto están como desdibujados vistos a través de sus ojos, no es que sean flojos, es que cumplen su misión y ya está, es como si estuvieran de paso aunque alguno se quede. Lo más importante en esta novela, es la trama. 

La trama no es demasiado original, y muchas veces está presente en pelis de estas de sobremesa, pero no sabes muy bien qué va a pasar aunque sí se te ocurran todas las opciones y es fácil acertar salvo el final. Pero tengo que destacar la ambientación, ese Memphis de los años 30, la vida en el río Mississipi. Es que soy muy débil con eso, me gusta mucho y pese a que no hay descripciones elaboradas, hay los datos suficientes y forma la imagen con claridad. Hace también un retrato de la sociedad del momento en su pequeño mundo, el de la gente de río. No se detiene demasiado en ello pero da pistas suficientes para que el lector se meta en el ambiente.

Y el pegote es Avery. Es la otra narradora que más allá de algún que otro pasaje de recuerdos bonitos no aporta nada. Sí, da cierta información pero de verdad, ¿qué necesidad había? Me ha resultado fría y lejana, otra vez la mandanga del buscasecretos con objetos y tiro del hilo. Es que se me hace tan pesado... Para justificar su presencia, la autora le encarga contar cierta información, la más desagradecida también, porque es casi una crónica sobre el caso de niños robados. Van alternando capítulos una y otra, por lo que ocupan un mismo espacio físico, un desperdicio porque de verdad, sinceramente, pienso que esa información podía haberla dado Rill también al final, o darle un par de capítulos a Avery, vale, aceptamos barco, pero no hacía falta casi la mitad de la novela para ella. Su historia personal, aparte de eso tampoco es que me haya interesado demasiado. Avery no se da y yo no he conectado.

Está claro que lo que me ha gustado del libro, lo que hace que no sea una historia más, es la forma de contarla, cómo cala en el lector por su honestidad y le provoca sentimientos. Y cómo la cierra con un final que le queda perfecto. Y eso es de alabar, creo que es de las cosas más difíciles a la hora de escribir una novela, redondearla con un final a la altura y Lisa Wingate consigue que acaricies la tapa del libro al terminar y le digas: bien hecho.

PUNTUACIÓN: 3,75/5 A Avery déjala en casa la próxima vez.

Muchas gracias a M. Ángeles del blog http://bookeandoconmangeles.blogspot.com.es/ donde gané el libro en un sorteo.




lunes, 21 de mayo de 2018

Los dieciséis árboles de Somme

LARS MYTTING

  • Tracutora: Cristina Gómez Baggethum
  • Tapa blanda: 472 páginas
  • Editor: ALFAGUARA; Edición: 001 (16 de noviembre de 2017)
  • Colección: LITERATURAS
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8420425621
  • ISBN-13: 978-8420425627
                                                                  MI OPINIÓN
"Los dieciséis árboles del Somme" es una caja de recuerdos atados a emociones que conmueven al lector.

Tras la muerte de su abuelo, Eduard está recogiendo cosas cuando encuentra algo que le despierta recuerdos de los difíciles, preguntas de las que se arrinconan en una esquina de la mente para que nos dejen vivir, hasta que algo o alguien viene y lo sacude todo. Esos recuerdos corresponden al año en el que en un bosque murieron sus padres a causa de una bomba química de la Primera Guerra Mundial y él estuvo perdido tres días. Las preguntas ya no pueden esperar más e inicia una búsqueda que le llevará a descubrir toda la historia de sus padres, abuelos y otros personajes que irán apareciendo.

Esta novela tiene un comienzo brutal, espectacular, es de los mejores que he leído en mucho tiempo. No porque pase nada sorprendente e increíble sino por cómo lo cuenta el autor. Cómo le imprime fuerza, la misma que tiene esa naturaleza que tanto ama y admira. La forma en que dibuja un mundo completamente real y lleno de sensaciones utilizando todos los sentidos.
También tengo que reconocer que por motivos personales, algo que pasa al principio y que no sabía cuando cogí el libro ha hecho que me impresionara aún más. Aún así, creo que para cualquiera resulta una lectura un poco diferente.

Es el propio Eduard el que narra la historia en primera persona, poniendo especial atención en sus sentimientos, lo que lo convierte en un personaje muy cercano al lector y comprensible con el que resulta fácil empatizar la mayor parte del tiempo. El estilo de la narración es directo en los abundantes diálogos, pero en las descripciones abundan los adjetivos y unas metáforas con las que consigue una ambientación perfecta, que es uno de los puntos fuertes de la novela, es de esas que te tientan a hacer la maleta y lo que es mejor (o peor según se mire), de las que te hacen dudar de cosas que das por hechas,y hasta ahí puedo escribir.

Los personajes son los que mueven la historia. Son perfectos, contradictorios, complicados. Tampoco tienen una vida que se pueda decir tranquila o fácil. La verdad es que no le pongo ni una pega mircroscópica a ninguno de ellos pero eso no quiere decir que todos me hayan caído bien, en especial hay uno que es tan caprichoso, inestable y pesado que más de una vez dan ganas de meter la mano en el libro y darle un tirón de orejas.
Y sí, también hay un poco de guerra, de las dos, hala, que si no quieres caldo pues ya sabes. Pero para mi suerte y regocijo pasa muy rápido, no las consecuencias ni ciertas reflexiones ni el modo en que marcan la vida de los personajes sino en la parte que yo no llevo, ya sabéis, lo de los campos y los de la cruz gamada. Gracias de corazón, señor Lars Mytting, por ponérmelo fácil.

Y ahora tengo que poner alguna pega. Es que la hay, y ya me da pena con lo bien, con lo genial que iba el libro pero en un momento dado, las historias se enredan demasiado, hay demasiadas tramas abiertas con diferentes opciones y se van mezclando, la pega es que se atasca, que deja de fluir en la forma en que lo hacía y eso pasa camino del final de la novela, bien pasada la mitad. Aunque esto se recupera.
La gran pega, la que más me ha molestado es una de las historias de amor. Es que no va ni a tiros, los personajes se entienden, tienen cosas en común pero se ve que no hay química, es que ¡lo ve un ciego, por dios! Pero nada, el autor se empeña y ellos que no se atraen, que se juntan porque los obliga pero que no, y de vez en cuando el mismo narrador lo dice y empieza a dar por cerrado el asunto, pues no, tampoco, vuelta la mula al trigo y venga a insistir. Pero ni pasión ni nada, de hecho  cuando llegan a lo momentos de intimidad le entra el pudor, hace fundido a negro y a la siguiente frase ya es por la mañana y ella está envuelta en el edredón. Una pena, porque estaba deseando que terminaran esos pasajes románticos para volver a todo lo demás.

En conclusión, es una novela que yo recomiendo, a pesar de las pegas. Porque te hace sentir desde la ternura, sin golpearte aunque a veces sea triste o pueda doler. Porque es de esas novelas que humanizan, que te reconcilian con lo auténtico, con lo genuino. Que recoloca los valores, y te hace ver las cosas con otra perspectiva al menos durante la lectura. Y de las que te dejan un recuerdo cálido.

PUNTUACIÓN: 4/5 Si no quieren, tienes que respetarlos.








lunes, 14 de mayo de 2018

Miedo

STEFAN ZWEIG


  • Traductor: Roberto Bravo de la Varga
  • Tapa blanda: 144 páginas
  • Editor: Acantilado; Edición: 1 (12 de marzo de 2018)
  • Colección: Cuadernos
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8416748969
  • ISBN-13: 978-8416748969
"Su miedo se había convertido en un martillo con el que golpeaba cada uno de sus recuerdos, tratando de encontrar una entrada a las cámaras secretas del corazón de su marido."
                                                                   
                                                                        MI OPINIÓN
"Miedo" es una novela de Stefan Zweig.

Ya está, eso es todo lo que tenéis que saber para que entendáis que hay que leerla. Y todo lo que debería decir. Pero bueno, hay cosas que contar, y puede que haya alguien que nunca haya leído un libro de este hombre y se pregunté ¿por qué?, o alguno que como yo piense que lo mismo no todas, todas, sus novelas tienen que ser tan buenas, alguna vez habrá patinado, o no.

"No la hagas, no la temas", eso dicen las abuelas y como siempre tienen razón y eso justo es lo que le pasa a la protagonista de este relato. Irene, la hace, y claro, la teme. El miedo que siente por lo que ocurre después, por lo que podría ocurrir y las consecuencias de todo eso y cómo eso repercute en su vida y le hace tomar decisiones, es lo que nos quería contar el autor.

La estructura es muy sencilla, una trama lineal, contada por un narrador omnisciente, en tercera persona. La gracia está en todo lo demás. En cómo lo cuenta. No hay duda de que estamos ante un genio de las palabras, de esos bendecidos que salen de vez en cuando. Mete al lector en el alma del personaje, con un estilo exquisito, que suena como la sinfónica de Viena por lo menos. Es que si hubiera un audiolibro de esta novela, estaría en el Billboard. Cuenta bonito hasta lo que no lo es, juega con los sentimientos del lector, lo lleva de un lado a otro y sin que se dé cuenta lo mete en el lío, no le permite leer desde la distancia y le hace sentir todo lo que siente el personaje. No se trata de un imaginar "qué haría yo si..." o sentirse cerca del personaje, o empatizar. Se trata de que te está pasando, no tienes que imaginar nada, lo vas sintiendo según lees, sin hacer nada más que pasear tu vista por las palabras. Palabras por supuesto que están escogidas con mucho gusto, con una precisión absoluta y con las que va elaborando metáforas y frases para apuntar, para recordar, para escuchar una y otra vez.

Hay muy pocos diálogos, solo los necesarios, el resto es narración y le cunden mucho las pocas páginas y lo pequeñito que es el libro por fuera. El resto de los personajes se comprenden a través de los ojos de Irene, por lo que tenemos una visión particular y que no es completa, tal y como sucede en la realidad. A los lugares no les presta demasiada atención, solo nombra algunos sin detenerse, un portal, una escalera, el salón...

Y a medio camino concluyes que eres Irene, que de repente te ves desbordada por unos sentimientos y sensaciones que le resultan difícil manejar y que esa es la auténtica trama del libro, el desarrollo de ese miedo verdadero, no el miedo a monstruos que se esconden bajo la cama sino el miedo al dolor insoportable, a la pérdida de lo querido, a haber entrado a un túnel que en esta ocasión no tiene salida cuando ya es demasiado tarde para dar la vuelta.
Lo que sucede alrededor, la trama del chantaje, del amante, la rutina del hogar, el marido que a ver cómo le explico yo, todo eso parece adornar el libro, como un complemento absolutamente necesario pero Zweig juega sus cartas con gran habilidad y de repente lo junta todo y te corta la respiración.

La última parte del libro es una angustia constante, un si me pinchan no sangro y que nadie ose interrumpir la lectura en ese momento, puede ser peligroso para su integridad.

Gracias a su habilidad para escarbar y llevar luz a los rincones más oscuros del alma humana, esta lectura es una fuente de sensaciones y emociones, de cerrar el libro y necesitar un tiempo para volver a ti y tu realidad, y sacar a Irene para dejarla en la galería de personajes a recordar.
Lo único que no me gusta de la novela es el punto final, no debería terminar nunca.

PUNTUACIÓN: 5/5



lunes, 7 de mayo de 2018

Guillotina Crepuscular. El sueño del Fevre

GEORGE R. R. MARTIN

  • Traductora: Cristina Macía
  • Tapa blanda: 368 páginas
  • Editor: Ediciones Gigamesh; Edición: 1 (24 de noviembre de 2017)
  • Colección: Gigamesh Omnium
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8416035814
  • ISBN-13: 978-8416035816

                                                                       MI OPINIÓN
"El sueño del Fevre" es un tostón.
 Esto va de un hombre que tiene costumbres especiales y quiere un barco de vapor para navegar por el río Fevre, y contrata a un capitán, entonces se encuentran con más hombres y mujeres especiales y gana el que quede de pie, o más bien al que le quede sangre en las venas.

Empieza muy bien, la verdad, con un encuentro prometedor entre un personaje enigmático y un curtido capitán. Encima reman por el Mississipi, que mira que me gustan a mí estas aventuras en este lugar y en el pasado. En concreto en 1857, y para situarnos, el autor nos describe todo lo visible y lo invisible, habido y por haber en el lugar. No importa, lo hace con estilo y da una imagen muy concreta que además es muy valiosa para entender todo el lío. Lo malo es que el lío se simplifica demasiado, la historia no avanza ni a tiros. Se pierde en descripciones de noches estrelladas y parajes neblinosos, de maderas y puertos, caminos y canales y cómo no del barco, que asistimos desde que el hombre se lo imagina hasta que se pone la última tuerca. Y ¿qué pasa entonces? Que se le olvida contarnos la historia, le da de vez en cuando un empujón pero el viento aquí no sopla y encalla. Ni para atrás ni para adelante, seguimos asistiendo a descripciones.

Los personajes ni bien ni mal, ni frío ni calor y que gane quien quiera, mira, pero cuanto antes mejor porque parece que no se va a acabar nunca. Tienen una historia detrás, por lo general dramática, y pinta interesante, de hecho a veces hasta se le escapan un par, vale, puede que tres reflexiones interesantes en los tediosos diálogos, que hay muchos y suelen aligerar pero en este caso no. Los personajes son tan pesados que llegas a pensar, mira o lo matas tú o lo mato yo.

El tema vampiros es el que es, y no he encontrado nada nuevo, ya sé que este hombre vino antes, en el 82 del siglo pasado. Me ha recordado mucho a la serie Crónicas Vampíricas, eh, no me juzguéis, es que la serie es lo que es pero eran todos tan monos...los protas no mucho pero había cada uno. Sí, qué pasa, a una también le dan ramalazos de frivolidad de vez en cuando, que para eso somos, como nos gusta decir a los "reseñadores", tridimensionales, en realidad tenemos más de tres.

Si alguien va a decir que le dan miedo estas lecturas, tranquilos que solo hay una escena que causa desasosiego, lo reconozco, que pone los pelos de punta un rato pero es un espejismo, no se vuelve a repetir. Yo esperaba que sí, que ya había pasado el momento "antecedentes y situación" y empezaba la fiesta, pero no, a veces me da miedo lo inocente que puedo llegar a ser.
Ahora bien, si eres de los que se marea cuando le dan la cita para sacarse sangre y vas regular del estómago, olvídate de este libro. Tiene una cantidad de casquería como para cuatro "bodas rojas" y aún sobrará para vender.

Los momentos álgidos, la lucha entre el bien y el mal y los giros argumentales llegan cuando el lector está leyendo dormido, lo oyes como cuando estás pegando la cabezada, como un rumor lejano, no me pasaba desde que veía la vuelta ciclista en La 2, ¿os acordáis?, y si no habías caído antes, cuando pasaba el helicóptero acababa con tus resistencias. Sí, tan vieja soy, o no, a lo mejor es que soy inmortal y siempre tengo 25 años, nunca se sabe, esto de las guillotinas, esas cosas raras que traigo a veces...

¡Ojo! Que este libro es el favorito de mucha gente, que es recomendadísimo y que tiene muy buenas reseñas y opiniones por doquier. A mí no me ha ido bien, no pasa nada, de todo tiene que haber, ¿no?
No hay duda de que El sueño del Fevre ha navegado a la deriva en las turbulentas aguas de mi paciencia lectora.

P. D. Lo del bebé es imperdonable y encima innecesario.