lunes, 30 de mayo de 2016

Tsugumi

BANANA YOSHIMOTO



  • Traductores: Albert Nolla Cabellos y Bibiana Morante Mediavilla
  • Tapa blanda: 192 páginas
  • Editor: Tusquets Editores S.A. (1 de marzo de 2008)
  • Colección: Andanzas
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8483830361
  • ISBN-13: 978-8483830369



                                                    MI OPINIÓN
"Tsugumi" es un regalo de ternura, sensibilidad y belleza, una historia hecha de gestos y momentos que valen cada minuto invertido en su lectura.

Se podría decir que trata sobre una chica, Tsugumi, insoportable donde las haya, y Maria, su única amiga ( y suerte que tiene una) que vive con ella en el hostal de pueblo japonés del que los padres de la niña repelente son dueños y los de la samaritana trabajan. Maria nos cuenta en primera persona el último verano que pasa allí cuando ella ya se ha mudado con sus padres a Tokio. Recuerda también los momentos importantes que fraguaron su amistad con Tsugumi.

Más allá del retrato cotidiano de estas niñas, de sus familias, de lo que les ocurre, lo importante de este libro es lo que sienten, lo que experimentan. A través de un relato sencillo pero hermoso, nos expone esos momentos vitales en los que nos sentimos a gusto, en los que llegamos a pensar eso de "ojalá no tuviera que irme" o esos otros en los que no querríamos estar en otro lugar.
La autora vuelve la mirada a esas cosas sencillas como tomarse una bebida en una terraza una noche de verano, un paseo por la playa aunque sea una playa pequeña y abandonada, o el repiqueteo de la lluvia en los cristales.

Por supuesto también hay una trama en la que se van desvelando ciertos acontecimientos y la historia familiar.
Lo mejor sin duda son las descripciones de esos lugares, las metáforas que emplea nos hacen evocar nuestros propios refugios y sentir que podemos acudir a ellos aun cuando no podemos hacerlo en realidad. Podemos visualizar toda la belleza de las cosas cotidianas que normalmente nos pasan desapercibidas. Junta las palabras del día a día de tal forma que parece cosa de magia y las convierte en algo extraordinario. Incluso consigue retratar esa sensación que tenemos a veces de estar cerrando una etapa, de cómo algo que siempre ha estado llega a su fin y está a punto de cambiar.

Aunque en la trama aparecen algunos acontecimientos tristes, lo que deja es una cierta pena, nostalgia , no es desgarradora ni te abofetea como lo hacen otras tragedias. Es algo que ocurre con naturalidad, sin sobresaltos.

En esta época en la que tanto se ensalzan y tan valoradas están las novelas de 800 páginas que se leen en dos días y donde suceden cuatrocientos millones de cosas (ojo que a mí también me gustan pero creo que están sobrevaloradas) , es todo un placer encontrar una pequeña joya de apenas doscientas páginas, que se lee con calma, que se saborea como si el reloj se hubiera parado. Una lectura íntima que proporciona calor y consuelo. Es casi como un abrazo.

Un libro que considero que le puede gustar a cualquiera incluso a los que no les guste la literatura oriental.

PUNTUACIÓN: 5/5

lunes, 23 de mayo de 2016

Puerto escondido

MARÍA ORUÑA 



  • Tapa blanda: 432 páginas
  • Editor: Destino (8 de septiembre de 2015)
  • Colección: Ancora Y Delfin
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8423349527
  • ISBN-13: 978-8423349524

                                                   MI OPINIÓN

"Puerto escondido" es un claro ejemplo de novela entretenida pasatiempo y de cómo cargarse el trabajo de trescientas páginas en las cuatro últimas.

Todo empieza cuando en las obras de una antigua casa que va a ser convertida en hotel encuentran el cadáver de un bebé de la época de la guerra civil. El propietario, el perfecto Oliver que cómo no es guapísimo, encantador y tiene dinero y no tiene pareja llega al pueblo para huir de un desengaño y se encuentra ese percal que va a tener que solucionar la Guardia Civil.

Tenemos así dos partes de una misma historia, una de ellas contada en primera persona y que narra los hechos acontecidos en el pasado. No sé muy bien por qué los capítulos de esta parte se llaman Diario porque no lo es, hasta donde a mí me llega la inteligencia, Diario es lo que sucede cada día no una historia de hace un montón de tiempo contada del tirón. En fin, que eso es un detalle sin más pero me pareció curioso.
En esta parte se centra la narración del libro, los personajes más interesantes y el corazón de la novela que además sirve para mantenerla a flote. Tiene un buen ritmo, con los detalles necesarios para no perderse pero sin aburrir. A veces se enreda demasiado con las idas y venidas y los líos de sábanas y acaba teniendo un cierto aroma a culebrón venezolano que tampoco molesta porque la hace divertida y entretenida, se lee con interés a ver en qué para el asunto.

En la parte presente llegan las reclamaciones, no me gustaron los personajes. Para su construcción, la autora tira de estereotipos en todos los casos sin añadirles nada más. Vale que lo hagas con algún secundario pero aunque por el tipo de novela que es no necesite tampoco ahondar en ellos
profundamente, un poquito de esfuerzo sí hay que poner. Me ha parecido que en este sentido ha sido
una vaga. La perfecta inspectora de la Guardia Civil dan ganas de vomitar, por mucho que haya querido atribuirle una pincelada de trastorno obsesivo compulsivo, se pasa, es listísima, guapísima, y todos los -ísima positivos que le quieras poner y sí, además está convenientemente sola.
Sí que me ha gustado la forma de contarlo, es casi todo diálogo donde se van informando unos a otros  de los avances de la investigación alternando estos con las descripciones de los lugares como Santillana del Mar o Suances,  muy pormenorizadas, de esas que te dan sensación de haber estado allí.
Ha intentado meter algo más de misterio añadiendo la aparición de un colgante extraño pero o no le entusiasmó la idea o no debía fluir la cosa porque se queda por el camino.

Es una novela que se lee sola, que mantiene muy bien el interés porque va dando datos que hacen avanzar la historia y que quieras seguir volviendo páginas. Tiene un sospechoso parecido con las de la Loli y su trilogía del Baztán aunque sin el componente folclórico.

Sin embargo y como digo al principio, a falta de cuatro páginas más o menos la caga, la destroza con un giro que se saca de la manga, que no era necesario pero que clama al cielo por lo absurdo y porque no tiene sentido. Es una verdadera torpeza que carece de credibilidad. No me importa que los autores
me engañen si hacen bien sus trucos, es más, me parece genial pero reírse del lector no. Es que no viene al caso lo que sucede, no cuadra en absoluto con el resto de la historia, ni con el personaje al que se le atribuye cierta cosa. Creo que debería haber cambiado muchas cosas para que eso del final tuviera sentido. Muy mal.

A esto añadimos que la relación entre dos de los personajes no es que sea inverosímil, no importa, el problema es que no cuaja y la autora se empeña y que diga lo que quiera pero si en la primera cita muestras tus debilidades y le cuentas al otro lo horrible que va a ser estar contigo, sale corriendo por muy raro que sea, ni aunque sea un psicópata se queda, seguro. Y el otro peor porque le dice que si va a aguantar que tenga muchos libros. ¿Perdón? Eso en mi pueblo es insultar. Me ha parecido la historia de pareja peor llevada desde Titanic, con la puta Rose "no hay sitio en la tabla, no hay sitio."

Todo esto último me ha estropeado una lectura que hasta entonces me había atrapado y entretenido muchísimo. Asumiendo eso, por lo demás es muy recomendable para pasar el rato. Y no, no sabía que habría continuación, pero no seré yo quien la lea. Además no recuerdo que en las reseñas se mencionara. En fin, eso me pasa por no leer las solapas, en la bio de la autora sí que dice que está escribiendo otra novela donde repite personajes. A ver, que el caso en sí queda cerrado y probablemente en la nueva haya otro caso pero se continúe con la historia personal de Oliver. Al estilo de las de por ejemplo Lemaitre.

PUNTUACIÓN : 2,5/5 y tú siendo gallega y lo bien que se come en el norte ¿qué hace esta gente todo el día a sándwiches?

lunes, 16 de mayo de 2016

Relojes de hueso

   DAVID MITCHELL
                      



      "Tu arte se alimenta de ti, de tu alma y, sí, hasta cierto punto, de tu cordura."


  • Traductora: Laura Salas Rodríguez
  • Tapa blanda: 720 páginas
  • Editor: LITERATURA RANDOM HOUSE; Edición: 001 (7 de abril de 2016)
  • Colección: Literatura Random House
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8439731205
  • ISBN-13: 978-8439731207
                              



                                                                      MI OPINIÓN
"Relojes de hueso" es un caos con cierto orden, una novela para mí diferente, que despierta curiosidad por conocer el destino del desvarío y las historias independientes pero sutilmente conectadas que la forman.

No sabría cómo decir de qué va este libro. En principio podríamos pensar en la historia de Holly, una adolescente en los años 80 del siglo pasado, cuando sabían poco pero bien (no como el desastre de ahora que parece que saben tanto y no pueden estar más equivocados), que atrapa al vuelo la excusa para irse de casa para hacer una cosa que le sale mal y luego apañárselas como puede. De su vida podría ir este libro pero en realidad esta solo es la primera parte, donde también aparece una trama fantástica, o más bien de ciencia ficción que promete entretenimiento y evasión.

Lo malo es que la primera parte se acaba y empieza otra, con otro narrador, otra historia, un lugar diferente y ni rastro de lo que habíamos leído. Y así seguimos una tras otra cada una de las seis partes en las que se divide el libro. Tenemos un elemento en común en todas ellas, algo muy sutil que las va a ir uniendo pero que no podemos entender porque no entra dentro de la lógica y este amable señor que escribe no nos lo quiere explicar, por lo que no nos queda otra que dejarnos llevar, no intentar nadar contracorriente y confiar en que al final nos lanzará el cabo.

Mientras tanto descubriremos la vida de personajes muy peculiares en situaciones bastante cotidianas. Así, nos encontraremos con un periodista al que solo le hierve la sangre si está en un conflicto bélico, a un escritor al que no le gusta mucho que le lleven la contraria, un joven pijo de Londres con sus compinches en la Uni y sí, por ahí anda Holly también. Y junto con todo esto aparecen "los anacoretas" y "los horologistas" ¿qué es eso? pues eso es la gracia de este libro, el punto de ciencia ficción que de no haber estado tan mal integrado por su escasa presencia en buena parte de la novela, le habría dado otro color a la lectura. Si solo te interesa esta parte puedes leer la primera y luego saltar directamente a la página 465.

El autor recurre a la primera persona en todos los casos para contar esto tan raro, pero a la vez tan claro en lo que quiere explicar, en las ideas respecto a ciertos temas que expone, que ya aclara el autor en una entrevista que publicó Mientras Leo en su blog, http://entremontonesdelibros.blogspot.com.es/2016/05/entrevista-david-mitchell-mientrasleo.html , son opiniones de sus personajes que no deben confundirse con las suyas propias. Vale, tú di lo que quieras que nosotros pensaremos lo que nos dé la gana,  Esto supone un cambio de personaje pero salvo el primero en el que sí es diferente por tratarse de una chica en pleno pavo, los demás se parecen todos, en ritmo, en estilo, aunque se nota cierto intento en algunos matices por dar diferencia no consigue tanta como debería para que pudiéramos escuchar de verdad la voz del que narra.

Aun así, no se le pueden poner más pegas. Logra un retrato excepcional de la forma de ser de unos personajes muy complejos, que tienden más a sufrir y complicar las cosas que a disfrutar pero que van a dejar poso en el lector, tanto para discutir sus decisiones poniéndose en cierto modo en su piel y pensar eso de "qué hubiera hecho yo si..." , como para debatir sobre los temas que trata.

Para bautizar a sus retoños literarios no se complica demasiado, escoge nombres que mezcla con apellidos reales o imaginarios o al revés de autores y personajes literarios famosos. También nos encontramos con muchas referencias literarias a libros de cierto nivel, sin pasarse, porque yo los he reconocido todos, vamos que Crepúsculo no sale pero tampoco todo es de gafapasta antisocial aunque poco le falta. A veces se le va un poco la mano.

Hay más narración que diálogos pero están donde tienen que estar aportando dramatismo, carga emocional y mucha intensidad a ciertos momentos. No hay muchas descripciones de lugares solo aquellos en los que va a ocurrir algo importante o es necesario para entender algunas cosas.

 La trama de ciencia ficción, que tiene su particular espacio en la quinta parte, está muy bien elaborada. Después de llevar al lector dando tumbos todo el rato preguntándose de qué iba todo esto, por fin se digna a explicarlo, porque hasta la página 465 no deja de marear. Entonces sí, te das cuenta de que había pensado todo y que en un momento dado va a tener sentido, no todo, porque los entes extraños hablan klingon o algo parecido y tienes que suponer lo que significan las palabras por el contexto, palabras que al menos podrían venir con otra tipografía, en cursiva o algo así, pero no, ahí están como si formaran parte del castellano recto.

Debido a los importantes saltos temporales hacia adelante que hace de una parte a la siguiente, hay muchas cosas que se quedan sin explicar en el pasado personal de los personajes a los que acompañas y que en algunos casos me parece que hace que se pierda información muy importante. Está bien que el lector ponga de su parte pero sigo pensando que el que tiene que escribir la historia es el autor. A veces tengo la sensación de que algunos escritores no tienen en cuenta que el lector solo tiene lo que hay en el papel, no lo que hay en su cabeza y que por muy obvio que a ellos les parezca tal vez no lo sea. Y Mitchell es de esos.

Me ha quedado una reseña farragosa, no sé si se entiende muy bien qué tipo de novela es, ea, pues así es el libro. Produce una extraña evasión, los personajes y sus historias resultan muy atractivos y enganchan pero al mismo tiempo la sensación de desconcierto que acompaña casi toda la lectura empaña el resultado final. Y hablando del final, la sexta parte, ese relato costumbrista en el futuro es demasiado largo y repetitivo hasta llegar a un final que dará por buenas las horas invertidas en la lectura. O no. Dependerá de cada lector. Aun así, lo podía haber apañado en un par de páginas y ya.

En definitiva, un libro interesante por lo diferente, porque está bien elaborado aunque tiene  ciertas taras como plantear una trama en un futuro en el que no ha cambiado nada (no me refiero a esa última parte sino a la anterior), o relaciones que nos hacen suponer cosas. Ofrece visiones nuevas o por lo menos no tan trilladas de ciertos temas y sin entenderlo muy bien acabas leyéndote sus más de setecientas páginas porque algo tiene, como esas personas que te gustan y no sabes bien por qué.

PUNTUACIÓN: 3/5 Seguro que tienes dvds de cine iraní.



martes, 10 de mayo de 2016

Las manos de los maestros vol. I y II

J. M. COETZEE

                                               

    VOL. I
  • Traductores: Pedro Tena, Eduardo Hojman, Javier Calvo
  • Tapa blanda: 256 páginas
  • Editor: Literatura Random House; Edición: 001 (17 de marzo de 2016)
  • Colección: Literatura Random House
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8439731450
  • ISBN-13: 978-8439731450
     VOL. II
  • Traductores: Ricard Martínez i Muntada, Eduardo Hojman, Javier Calvo
  • Tapa blanda: 246 páginas
  • Editor: Literatura Random House; Edición: 001 (17 de marzo de 2016)
  • Colección: Literatura Random House
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8439731469
  • ISBN-13: 978-8439731467
                                          
                                                      MI OPINIÓN
Detrás de este sugerente título y estas bonitas portadas se encuentra una colección de ensayos de este autor sobre otros autores, sus obras más otros cuatro en los que expone sus ideas respecto a distintos temas.

Ya hay que tener cara, y lo digo por la editorial, sacar esto en dos tomos de tapa blanda con solapa y poco más de 200 páginas cada uno para sablear a los lectores, que cada uno cuesta dieciocho euros, ahora me dirán que así coges solo los que te gusten. Ya, como si en un solo tomo no hubiera cabido todo. Os pongo foto para que los veáis juntos cómo podían ir en uno solo, no me digáis que no se han columpiado.

En fin. Vamos a la lectura. Con un lenguaje muy académico pero fácil de seguir, sin recovecos y sin ponerse pesado, Coetzee va opinando sobre distintos autores. La verdad es que casi todos los ensayos, que no son muy largos, me han parecido interesantes. Desde luego los más útiles y los que me han parecido más productivos son los que tratan sobre libros o autores que ya conozco. En ese sentido he podido comparar la opinión de un experto con la mía. En algunos, hemos coincidido aunque también es verdad que este hombre es muy diplomático, demasiado políticamente correcto incluso para decir que algo no le gusta. Es un poco bienqueda, la verdad. Y también quizás demasiado serio. Ya sé que no son ensayos humorísticos ni sátiras ni nada pero un poco de sal no le hubiera venido mal. Están dirigidos al público en general por lo tanto de la misma forma que ha rebajado seguramente en conocimientos pues podía haber buscado un tono menos seco.

Ahora os hablaré un poco en concreto de algunos de ellos. Empiezo con la que más me gusta a mí que es Némirovsky, empieza haciendo un breve repaso biográfico (en todos lo hace), poco más que lo que puedas encontrar en cualquier contraportada o de lo que incluye la edición de Suite Francesa. Una vez expuesta la información que él creía útil, pasa a analizar sus obras, parándose poco en cada una de ellas y destacando lo que tienen en común, la relación de ella con la madre. También analiza Suite francesa y el momento histórico y cómo afectó a la escritura. No parece que le guste mucho esta autora.

De Sándor Márai no he leído ningún libro pero es de esos eternos pendientes que sabes que algún día leerás, sin embargo, después del breve repaso vital habla de su obra centrándose en los avatares amorosos. No le resta méritos pero tampoco le regala halagos por lo que intuyo que no le gusta. Aunque insisto en que no lo dice claramente.

Gabriel García Márquez también se lleva lo suyo, en este caso se centra en su última novela "Memorias de mis putas tristes" y en el tema del amor perverso. Cuestiona la moralidad del personaje principal, y también cómo el tema ha estado presente en otras obras del autor, cómo lo resuelve y de dónde surge. Según J. M. la cosa ya viene desde de "El amor en tiempos del cólera."

De los nuestros solo ha cogido a Juan Ramón Jiménez y su Platero y yo, poca cosa por no decir nada, solo que el burro era buen personaje y le gusta que sea un burro y no lo humanice. Me da que el sudafricano no nos lee mucho.

Entrando en sus favoritos, tenemos a Gordimer, escritora sudafricana, en su ensayo se centra sobre todo en el paralelismo con Turguéniev y en cómo este fue un referente con su obra Padres e hijos para su compatriota. También deja constancia de que lo que se sabe de Sudáfrica fuera de Sudáfrica viene de los escritores sudafricanos, de la misma forma que ocurría con la Rusia de Turguéniev que tuvo sus problemas cuando le achacaron a él ideas políticas de sus personajes.

Doris Lessing me ha sorprendido. Reniega del supuesto feminismo de sus obras, no entiende e incluso le molesta que El cuaderno dorado sea tomado como símbolo de este movimiento equiparando esta molestia a la que le suponen los críticos literarios a los que califica de "pulgas pegadas a su espalda". De ella cuenta muchas cosas muy interesantes.

A Faulkner le dedica un extenso ensayo de varios capítulos en los que analiza cómo lo ven sus biógrafos y cómo él discrepa con algunos. Trata de exponer su vida objetivamente, desde su infancia hasta cómo se formó a base de lecturas (el instituto lo dejó el primer año) y cómo la guerra lo convirtió en narrador. Hace un repaso a toda su obra, analizándola detenidamente, sus logros, lo mal que le sentó el matrimonio y el desastre de Hollywood.

Con Arthur Miller y su Vidas privadas contrapone las historias escritas a las visuales y las diferencias que hay a la hora de contarlas de una forma u otro.

De Henry Roth destaca su obra Némesis a la que hace un profundo estudio y también explica la repercusión que tuvo en posteriores trabajos.

Gerald Murnane era un católico irlandés criado en Australia, el pobre, todo lo bueno era pecado, así que leía para poder vivir todo lo prohibido, eso le llevó también a crear sus propias historias con el consiguiente disgusto de su familia que lo veía ardiendo ya en las llamas perpetuas del infierno y lo desheredaron por no acabar ellos también allí por reagrupación familiar.

En cuanto a poesía tenemos a Les Murray, que para mí ni frío ni calor y creo que está en la lista porque es australiano. También a Whitman del que hace un interesante análisis de la sexualidad presente en sus poemas, de lo erótico, la homosexualidad y cómo el pobre hombre lidió con todo eso.

A Samuel Beckett le dedica dos ensayos, en el primero expone diferentes visiones de él y en el otro su vida y obra.

Y luego viene Goethe con el desgraciado Werther, menudo traje le corta, desde su corrección por supuesto. Pero ha sido muy interesante y es quizás el más desenfadado y cotilla de todos.

Ya termino, prometido, solo quedan los otros ensayos, el primero que además es el que abre la colección se titula "¿Qué es un clásico?" Vale, pues ya os digo que después de dar quinientos treinta millones de vueltas a la idea, al final no lo dice. Sí que dice que "el clásico se define por la supervivencia".

En La ociosidad en Sudáfrica expone el problema al que se ha enfrentado la filosofía de vida de ciertas tribus con la mentalidad europea. Me ha parecido muy interesante y lo recomiendo. Tiene reflexiones muy curiosas que dan mucho que pensar. Habla del yugo de las comodidades, ahí lo dejo.

El tema de la belleza y los paisajes le sirve en "Lo pintoresco, lo sublime y el paisaje sudafricano" para contraponer de nuevo la visión europea con la sudafricana. También aporta muchas ideas que nos pueden servir para ver las cosas de otra manera independientemente de la opinión que tengamos después, pero al menos contemplar la posibilidad de opciones distintas a la nuestra.

Trabajar con traductores también ha sido una grata sorpresa. Me ha hecho gracia que a él le sorprenda que sus traductores europeos a menudo le consulten cosas pero los japoneses y turcos no, cuando se supone que estos por distancia cultural y lingüística deben encontrarse con más dificultades. Aun así  no se queja de sus traducciones, en general, y es un ejercicio de fe ya que él solo se maneja más o menos, en tres idiomas. Pone varios ejemplos de errores. Este os lo recomiendo a todos.

Por último hay uno, el que abre el segundo tomo, que se titula "Erasmo: locura y rivalidad", que no sé a dónde iba a parar.

En conclusión, he aprendido muchas cosas sobre estos autores, creación, cómo sus vidas les inspiran o les condicionan.

 AVISO MUY IMPORTANTE: Si vas a leer alguno de los que habla de alguna obra en concreto como el caso de Werther, ve con ojo porque suele poner el final. Cuando abarca más obras como se detiene menos puedes librar, pero si no, que sepas que te vas a llevar un reventón de trama.

PUNTUACIÓN: 4/5 oye tú, aquí también hay gente que escribe muy bien.


lunes, 2 de mayo de 2016

La ley del menor

IAN McEWAN




  • Traductor: Jaime Zulaika
  • Tapa blanda: 216 páginas
  • Editor: Anagrama; Edición: 4 (7 de octubre de 2015)
  • Colección: Panorama de Narrativas
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8433979353
  • ISBN-13: 978-8433979353

                                                     MI OPINIÓN
"La ley del menor" es una novela incómoda, perturbadora, casi perfecta desde el punto de vista narrativo que manipula al lector.

A Fiona le toca el gordo de la lotería de las grandes decisiones, cerca de los sesenta años, con marido, sin hijos, una vida ordenada y una carrera de juez casi impecable, de repente todo se le complica cuando el buen hombre que también anda por la misma edad llega un día y le dice que para dos que nos quedan por vivir vamos a disfrutar por lo menos uno, que quiere una pasión arrebatadora de esas de cuando eran jóvenes, y que si ella no quiere hay otra que sí, esa otra que por supuesto es mucho más joven. Pero él como es buen hombre primero se lo ofrece a su esposa por aquello de respetar los galones. Fiona no se puede creer que ese hombre al que ha amado le venga ahora con que si arriba hay canas abajo hay ganas, justo ahora que le toca uno de los casos más difíciles de su vida, Adam, un joven a punto de cumplir los dieciocho necesita una transfusión a la que sus padres se niegan por causas religiosas y el hospital pone el caso en manos de la justicia. Hala, todo así de fácil. Y la mujer, que es de las que le gusta más un drama que a un tonto un carrito no se puede creer que justo en ese momento venga el marido a ponerse turronero. Que digo yo, qué le costaba pasar un buen rato y disfrutar ella también, que con la edad que tiene tampoco iba a ser todo el día pim pam, y seguro que más relajada tomaba luego mejores decisiones. Pero en fin, que el libro hubiera sido otra cosa, mucho más breve. Y sí, yo tampoco soy juez, qué sabré yo de eso.

Acostumbro a no leer las sinopsis enteras, solo lo hago cuando acabo el libro por lo que a la hora de elegir lectura me fío de vuestras reseñas y de las primeras líneas de la sinopsis para ver el tema. Punto para mí porque si leéis la sinopsis de esta novela os enteraréis de demasiadas cosas, algunas muy
importantes como para destriparlas. Además, y aunque en este caso no es lo importante, el desenlace de las subtramas y los giros argumentales añaden algunos momentos de tensión que le han venido muy bien al libro.

Ian McEwan consigue una atmósfera tensa gracias a la profundidad psicológica que alcanza el retrato de los personajes principales, marido, Fiona y Adam. No es fácil empatizar con ellos, mucho menos tomar partido por ellos ya que lejos del maniqueísmo, son unos personajes muy complejos, con muchas aristas, luces y sombras. Ayuda también la magnífica ambientación, no la física, poco importa qué calles de Londres recorre Fiona de camino a los tribunales o la bonita mansión en la que ocurre algo muy importante donde se reúne con otros jueces por no hablar del pisazo que tiene el matrimonio, sino la atmósfera y el contexto social en el que se mueven los personajes. Él es profe de Universidad, una raza un poco denostada a veces por la literatura ¿verdad? En fin, que es un libro en el que no podemos dividir entre buenos y malos, todos tienen un poco de todo. Menos Adam que como está enfermo da más penita, además es joven y buena gente.

El tono puede parecer objetivo, que el narrador omnisciente que cuenta la historia en tercera persona pero desde el punto de vista de Fiona permanece al margen pero no es así. He tenido la sensación de que el autor juzga a sus propios personajes, que en cierto modo va trampeando con inteligencia para ponernos en el lado donde nos quiere tener para que la narración sea más efectiva. No me gusta mucho que me aten tan corto y no me dejen apenas opciones a la hora de tomar partido pero bueno, siempre puedes hacer las reflexiones posteriores que te dé la gana. Por cómo se desarrolla la historia y lo que hacen los personajes está muy claro qué opina el autor de los temas que expone y no me parece mal, para eso es su novela y está en todo su derecho de expresarse.

Prima la narración sobre los diálogos que no están acotados, aquí no hay "dijo" ni "contestó" ni "replicó" aunque sí guiones, y la verdad es que funcionan muy bien, en todo momento sabemos quién está hablando por el contexto, porque se nos ha presentado la situación de forma muy clara. Para eso emplea un lenguaje directo, claro, pero con algunos simbolismos y metáforas que lo enriquecen y le aportan cuerpo a la lectura alejándola de la simpleza.
Tiene pasajes muy sensuales, otros de gran intensidad emocional sin caer en ningún momento en el psicodrama de palomitas.
Cuenta también con algunas referencias musicales.

Tengo que ponerle un par de pegas, me vais a permitir que una de ellas no la pueda explicar muy bien pero hay algo que hace uno de los personajes que no concuerda con la edad que tiene y resulta un poco forzado. Y por otra parte también me ha sobrado la explicación demasiado extensa para mi gusto de otros casos judiciales, no me interesaron nada y estaba deseando que se acabaran, no es que sea una barbaridad pero bueno, si los hubiera borrado, mejor.

El libro da para reflexionar mucho, la resolución no deja lugar a dudas de lo que ocurrió después ni se presta a interpretaciones varias pero sin embargo se te queda dando vueltas en la cabeza, por qué hizo eso y no lo otro, y el maldito y perturbador "¿y si...?" Es una novela que se disfruta en el sentido de que no puedes parar de leerla porque te implica, no te deja permanecer fuera, de hecho la leí del tirón, pensé que me duraría un par de días pero no pasó de una tarde y un rato nocturno. Es imposible dejarlo cerrado encima de la mesa sabiendo que está a punto de pasar algo muy gordo y no puedes no saberlo.
Me parece una novela excelente sobre todo por la construcción de personajes, sin espacio para la fantasía ni la evasión pero muy bien tramada, y sería una buena idea para un club de lectura.

PUNTUACIÓN: 4,5/5