lunes, 28 de diciembre de 2015

Despedida 2015


Querido 2015:
Es hora de balances, de repasos, de echar la vista atrás y comparar lo esperado con lo que de verdad ha sido. No sé por qué, como si el día 2 de enero fuera muy diferente del 30 de diciembre. Pero supongo que en algún momento hay que pensar que podemos volver a empezar de verdad, que hay algo de nuevo o más nuevo que lo que hay día a día.

No me gustan las despedidas, pero a ti tengo muchas ganas de decirte adiós, porque me ha fallado en casi todo, me has quitado algo muy importante, y además has roto muchos sueños, han fracasado proyectos y las oportunidades han estado tan escondidas y camufladas que apenas he conseguido encontrarlas. Sí, claro, culpa mía, ya sé que piensas eso, que no tuve cuidado, que no me esforcé lo suficiente o peor todavía, estás a punto de abrir la boca para decir aquello de " te lo dije". Pues seguro que hasta tienes razón, pero no me importa.

No me importa porque recojo pedacitos y reconstruyo sueños, de los proyectos fracasados han surgido ideas todavía mejores porque a ti te quedan cuatro telediarios ( la edición de noche no cuenta, solo cambian a los presentadores ) y a nosotros mucho por leer, por construir y por seguir compartiendo en mi rincón virtual, en esta cantina donde todo el mundo tiene su lugar, donde casi siempre intentamos y conseguimos reír aunque hayamos consumido tiempo leyendo lo que al final ha parecido un mal libro. Y donde descubrimos gente que hace magia con las palabras como Iris Murdoch con Henry y Cato, autores capaz de cubrir de belleza la fealdad del lado amargo del ser humano y llevar esperanza donde no queda nada, como Lee Jung- Myung en El guardia, el poeta y el prisionero. Y para soñar mundos distintos dentro del nuestro en los que se mueven seres sobrenaturales Helen Wecker nos trajo sus Viajeros de la noche.


Y sobre todo reír, sentirnos acompañados con personajes como Elling de Ingvar Ambjørnsen o a los niños de Rohan O'Grady que planeaban Matemos al tío a los que quizá nunca hubiéramos prestado atención si no hubieran venido de la mano de personas importantes para nosotros, las que hablan de libros, piensan en libros y no se imaginan un mundo sin ellos. Lo que de verdad importa, lo que nunca se podrá llevar nada ni nadie, ni siquiera un mal año al que a pesar de todo le hemos robado algún momento de felicidad y varias lecciones.

Y lo mejor de todo es que a pesar de lo vivido tú te vas, adiós 2015 y nosotros nos quedamos.
Leyendo libros en la cantina.

                                                                                                                                                     N. B.

       
      




lunes, 21 de diciembre de 2015

Cuentos tradicionales de Japón

RICHARD GORDON SMITH





    


  • Traductor: Fernando Álvarez
  • Tapa blanda: 352 páginas
  • Editor: Satori (30 de septiembre de 2015)
  • Colección: Mitología
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8494286188
  • ISBN-13: 978-8494286186

                                              MI OPINIÓN

"Cuentos tradicionales de Japón" es una de esos libros para tener, conservar y releer. Una maravillosa edición para unos cuentos cortos que contienen magia, leyendas, mitos, fantasmas, amor y todo lo que forma parte del folclore de la cultura japonesa.

No es un autor oriental el que va a narrar estas historias por escrito, sino Richard Gordon Smith, un naturalista que durante varios años estuvo viajando por el lejano Oriente y fue recopilando estas historias que le contaron a él a principios del siglo XX.

Todos los que salen corriendo cuando oyen hablar de literatura oriental que esperen un poco. Lo que se van a encontrar en este libro son unos cuentos muy cortos, de apenas unas pocas páginas, no más de tres casi siempre contados a lo occidental por lo que se entienden perfectamente y no resultan tan extraños como cuando los que escriben son los orientales.

He disfrutado como nunca leyendo estas historias que inocente de mí pensé que iba a leer una cada día, ya, cuando empiezas no paras. Te transportan a un mundo lejano y ya extinto pero fácil de imaginar gracias al estilo sencillo y directo de la narración. Pero aun así, lleno de magia, de espíritus y sobre todo pasión en todas sus formas.

Los cuentos japoneses, no os voy a engañar se parecen a los nuestros en lo malo, es decir, en que tienen cierto aire machista, la mujer vive para casarse, todas las que aparecen son damas hermosas sin límite que ni con photoshop, y sí, normalmente los héroes son hombres. 

Debo decir y antes de que huyan algunos lectores, que primero hay que tener en cuenta que son leyendas medievales y en ese  contexto pues era lo que había. A pesar de eso en algunos relatos contamos con heroínas que además son mucho más inteligentes y fuertes que los hombres, me ha resultado curioso. 
Por lo demás no se parecen en nada. Pero son muy interesantes, destilan amor y un respeto por la naturaleza digno de admirar. Muy importante es la visión que tienen de la muerte, de cómo la integran en la vida, la forma de afrontar el dolor y lo que ocurre después, la importancia de la familia y el linaje. Los fantasmas son casi tan importantes como los vivos.

Hay de todo tipo, cuentos de amor, de misterio, de venganzas, de guerra...desfilan por ellos personajes típicos como samuráis (con sus códigos), gobernadores malvados y otros benévolos, jóvenes enamorados, fantasmas y monstruos.

Como decía antes todo está muy ligado a la naturaleza y en todos los cuentos se da mucha importancia a lo pequeños e indefensos que somos frente a ella. También se refleja muy bien la cultura japonesa muy determinada por el hecho de ser una isla en la que el mar y la pesca son claves.

Aunque los cuentos son muy cortos al autor le da tiempo a describir los lugares con pocas palabras y situarnos perfectamente para poder imaginar el relato. Más que transportarnos al lugar, lo que hacemos es verlo, sentir como si el propio autor estuviera sentado a nuestro lado contándonos la historia. Con el tradicional esquema de presentación, nudo y desenlace mantiene la tensión durante todo el relato y nos sentimos  como niños pequeños cuando un personaje está en peligro y queremos que se salve o sentimos rabia cuando un malvado se sale con la suya. Viajaremos a santuarios perdidos en montes ocultos en bosques, mares que ocultan tesoros y monstruos y templos y lugares que aún hoy existen.

Aparentemente no todo son finales, digo aparentemente porque lo más importante es la enseñanza que tiene cada uno de ellos, el mensaje, por eso a veces el final no es el que cabría esperar. 

Y no es para niños. Pobrecitos, dejemos que disfruten su inocencia el tiempo que puedan. Hay mucha sangre, violencia y mucha manía con suicidarse y sacarse las tripas.

Leyendo estos cuentos he podido entender de dónde vienen muchas cosas de la cultura japonesa y sobre todo de dónde salen ciertos aspectos de la literatura oriental que me gusta como Yoshimoto y Murakami. 

También por si no os he convencido ya, tiene unas 65 láminas ilustradas que hacen referencia a algunos cuentos que son una preciosidad. La verdad que la edición es un 10, igual que el libro que me parece un regalo muy especial para estas Navidades, para cualquier momento o de autorregalo. En mi caso tiene el plus de que ha sido regalo de cumpleaños.

Lo recomiendo especialmente a los seguidores de autores japoneses, a cualquiera a quien le guste leer historias de otro tiempo, a los que dicen que no tienen tiempo porque se puede ir poco a poco. A cualquiera que quiera disfrutar de aventuras, lugares exóticos, intrigas y amores.
Lo de tenerlo lo digo porque creo que si lo hubiera cogido en la biblioteca después lo habría comprado.

PUNTUACIÓN: 5/5 Gracias a I. por el regalo, lo demás ya lo sabes.

¡F E L I Z   N A V I D A D  A  T O D O S!

Y felicidad para todo el año, mucha ilusión, motivación y fuerza para afrontar todo lo que venga para todos y también para los que estas fechas no lo pasan bien y se les pone cuesta arriba. Tranquilos, esto también pasa.
                                             







lunes, 14 de diciembre de 2015

Pureza

   JONATHAN FRANZEN 




  • Traductor: Enrique de Hériz
  • Tapa blanda: 704 páginas
  • Editor: PUBLICACIONES Y EDICIONES SALAMANDRA S.A.; Edición: 1 (15 de octubre de 2015)
  • Colección: Narrativa
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8498387108
  • ISBN-13: 978-8498387100

                                                         
                                                          MI OPINIÓN
"Pureza" es una novela que exige esfuerzo para comprender y aguantar ciertas partes pero que a cambio ofrece una entretenida y complicada historia de relaciones entre personajes muy interesante.

Pureza, es Pip, la protagonista. Bueno, aquí sería Puri, y lo que le pasa a la Puri es lo que le pasa a casi todo el mundo cuando tiene veintipocos años, recién terminada la carrera y con un futuro incierto y que no se parece nada a lo que había imaginado, que no sabe lo que quiere, ni lo que hace aquí en este mundo ni para qué. Ella le echa la culpa a su madre (una actitud muy popular también), una mujer depresiva que siempre le ha ocultado la identidad de su padre. El caso es que a la Puri se le presenta la oportunidad de formar parte de una especie de asociación Sunlight Project, que se dedica a desvelar información en plan Wikileaks. Ella acepta y empieza el lío, para todo lo demás, leed la novela.

Tenemos como decía al principio un libro que exige esfuerzo, porque se mete en temas que aunque de mano no son complicados el autor los aborda con cierto aire a gafapasta aficionado al cine iraní, así como con un punto snob y se pone intenso y entonces lo que consigue en realidad es no aportar nada, perderse él y aburrirte tú. La intención de todo esto, que aquí se centra en el tema de la información y de aquello de "cuidado con lo que cuentas de los demás que tú también tienes lo tuyo", Aunque expone ideas interesantes lo hace tan pesado...

Lo mejor sin duda de la trama son los personajes y sus historias. No se detiene en la descripción de lugares ni atmósferas, aporta pocos datos en ese sentido y tampoco son necesarios. Se centra en los personajes que retrata con mucho acierto, nos los muestra sobre todo a través de los diálogos, por lo que dicen y cómo lo dicen es como mejor los vamos a conocer. De hecho algunos de estos diálogos ocupan varias páginas, lo que hace despertar a la novela después de esos tramos que mencionaba antes.
Se trata de personas que ocultan cosas, que parecen normales pero que esconden secretos oscuros. La verdad que se ha juntado lo mejor de cada casa. Vale que todos tenemos defectillos, que hemos hecho cosas como robar caramelos en el súper, copiar en exámenes y así, pero no todos guardamos cadáveres en el armario, solo un poco de porquería debajo de la alfombra. Pero los que pasan por este libro tienen tela.
Pip parece en un principio la protagonista, es la que inicia la historia y el motivo por el que ocurre todo lo demás. Sin embargo tengo que decir que se queda en un segundo plano cuando empezamos a conocer a otros personajes y sus biografías. Aquí la novela engancha muchísimo. Me ha gustado especialmente la parte que transcurre en Alemania en el pasado cuando todavía eran dos, ahí tenemos a varios personajes y me ha parecido muy interesante y que retrataba muy bien el ambiente de la época, cómo se vivía entonces y habla de ciertas cosas sin miedo.
Pero que nadie se llame a engaño, los personajes caen mal casi todos menos uno que más o menos podría pasar.

Otro punto a favor es que expone sus opiniones sin disfrazarlas y se mete con todo lo que le parece sin censuras ni cortapisas. Es algo que suele aparecer mucho en la literatura americana de este tipo. Creo que en España, aunque también se hace  no se hace con tanta libertad, somos un poco bienquedas y hay ciertas cosas intocables.
Como tampoco se corta a la hora de abordar el tema sexual, él que para lo demás se pone tan académico y redicho, aquí es como todos, emplea un vocabulario del de andar por la calle.

El libraco, porque es un tocho de cuidado que además pesa lo suyo, se divide en siete partes cada una con su título. En general está contado por un narrador omnisciente en tercera persona menos una parte contada por uno de los personajes en primera persona, así, de repente porque al autor le salió de la pluma, pero es el mismo tono, el mismo estilo que todo lo demás.

Innecesariamente nos aclara que Pip es el prota de "Grandes esperanzas" de Dickens, todo el mundo sabe eso aunque no se haya leído la novela, en fin, que toda referencia queda ahí, sí, algunas cosas también pasan en las novelas de Dickens pero bueno, yo qué sé, que es como si todas las novelas de mujeres que se divorcian dijéramos que son homenaje a Anna Karenina.

Hay varios personajes que quieren escribir, uno que es escritor, se mencionan algunos libros y autores pero nada destacable.

Me quedo con las historias de amor y otras cosas que parecen amor, las complicadísimas relaciones entre los personajes. Me lo he pasado bien y mantienen el interés del lector y por difícil que parezca al final encaja todo a la perfección.

Y ahora llegan los peros.
Pero vaya rollo que nos suelta con las pretensiones artísticas de la madre de Pip cuando todavía no era la madre de Pip, por dios, es buenísimo para dejar de tomar las pastillas para dormir, basta con leer esto.
También desaprovecha y resulta un poco extraño lo relacionado con Sunlight Project, se queda en agua de borrajas para mi gusto. Tarda mucho en desarrollarlo y al final te quedas en plan ¿Y?
Da la impresión de que intenta que sus libros no sean para el gran público, y la fastidia, porque empieza a darle vueltas a conceptos abstractos y a ideas que no van a parar a ninguna parte. Dispara con balas de fogueo.

En conclusión, una lectura muy recomendable si tienes empeño y paciencia, si también estás un poco cansado de los "libros que se leen en una tarde" y quieres escarbar en complicadas relaciones humanas muy bien llevadas, que además invita a ciertas reflexiones. No me ha gustado tanto como "Las correcciones" que es genial pero bastante más que "Libertad" que fue un tostón que confieso que leí porque decían que lo estaba leyendo Obama.

PUNTUACIÓN: 4/5 ¿Y por qué dices braguitas, quién las llama así? nadie...independientemente de la proporción de culo y tripa que nos vayan a tapar son bragas.


lunes, 7 de diciembre de 2015

El libro cerrado

JETTE A. KAARSBOL



  • Traductora: Ana Sofía Pascual Pape
  • Nº de páginas: 585 
  • Encuadernación: Tapa dura
  • Editorial: LUMEN
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788426416148

                                                          MI OPINIÓN
"El libro cerrado" es una novela con unos personajes peculiares envueltos en una trama a ratos compleja pero siempre entretenida.

En dos líneas temporales, una en 1930 y otra a finales del XIX, nos van a contar la historia de Federikke, una mujer que rompe el compromiso con un hombre al que no ama para casarse con otro al que no quiere. Sí, hay gente así de rara y para raros los personajes de esta novela que por otro lado son lo mejor. Complejos, peculiares y magnéticos nos atraparán para mantenernos pegados a las páginas de esta novela que poco a poco nos irá situando en el tiempo y en el espacio pero que sobre todo disecciona con meticulosidad el alma y los pensamientos de los seres humanos que transitan por ella.

Una vez más os recomiendo no leer la sinopsis del libro. Debería estar tipificado en el código penal destripar argumentos en las contraportadas. Ahí lo dejo.

Imaginad por un momento que a Jane Austen se le cae la capa de almíbar y caramelo que recubre sus obras (que ella pensaría que no, pero la tenía) y de repente le da por destapar y desnudar de verdad a sus personajes sin cortapisas y sin censuras. Vale, no imaginéis nada porque eso ya lo ha hecho la autora de esta novela.

A través de un narrador omnisciente de los que parece que está presente en la escena aunque no se trate de ningún personaje, vamos conociendo toda la historia y el retrato de la sociedad danesa de la época en la que ya empiezan a querer luchar por las libertades. Sin embargo, aunque está muy bien reflejada y resulta interesante, lo mejor sin duda es la vida de los personajes, las relaciones entre ellos, matrimonios de conveniencia y convenientes, infidelidades orgánicas, amistad y muy poco, pero que muy poco amor queda expuesto sin tapujos.

Muy buenos también son los diálogos que también sirven para conocer a los personajes y para hacer avanzar la historia.

Con un lenguaje cuidado pero directo, en el que se cuelan algunas escenas muy evocadoras y con el uso de símbolos asistimos al crecimiento de este personaje Frederikke con el que no necesariamente vamos a empatizar porque a veces dan ganas de darle un soplamocos y otras es para odiarla directamente. Su marido se salva a medias pero la palma del odio se la va a llevar sin  duda el cuñado.

Y sí, me he tenido que enfadar al final, mira que no quiero ponerme de mal humor pero es que hay autores que si no te tocan la viola no se van a gusto. Y es que después de llevarnos por la historia con un ritmo tranquilo muy apropiado, al final le entran las prisas y parece que se le va a acabar el papel. De repente y como ya ha ocurrido en otras tantas novelas aparece un personaje que viene a contar un montón de cosas y todo queda como embarullado y atropellado. Y encima, no a gusto con eso, nos habla de una carta que según palabras del narrador "ya no tiene sentido leer". Mira, guapa, ¿tú nos has visto la cara de tontos o qué? Cualquier lector sabe que cuando un autor hace eso es porque no ha sabido escribir esa carta, no le ha salido todo lo bien que quería. Si es así, cállate y no digas nada.
Si no fuera por lo que he disfrutado con las aventuras de estos personajes le ponía un cero y me quedaba tan ancha.
Pero no sería justo, la novela merece mucho la pena. Tiene unos toques de humor muy buenos y aunque narrada con un lenguaje muy actual, con pocos detalles muy bien escogidos crea atmósferas muy concretas y te hace viajar en el tiempo. Los personajes crecen y evolucionan y algo sí que queda de ellos.

Muy recomendable para leer algo diferente aunque no sea el colmo de la originalidad y salir de tanta novela que parece hecha con molde.

PUNTUACIÓN: 4/5 pasa por ser la primera vez...