lunes, 26 de noviembre de 2018

El fuego invisible

JAVIER SIERRA

  • Tapa dura: 480 páginas
  • Editor: Editorial Planeta; Edición: 1 (3 de noviembre de 2017)
  • Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 9788408178941
  • ISBN-13: 978-8408178941
                                                           MI OPINIÓN
"El fuego invisible" es una mezcla de Código Da Vinci y El club Dumas que propone una idea muy interesante y atractiva, con un final potente y un epílogo que mete miedo.

David es el protagonista y el narrador de esta historia. En principio tiene que viajar a Madrid a buscar un libro pero acaba metido en un lío de secretos de esos que amenazan a la humanidad entera, búsquedas ancestrales y tramas de malvados porque él es de los que cuando entra el asesino en casa sube las escaleras en vez de coger la puerta y salir echando leches. Pero como lectores generosos que somos pasamos por alto estas incongruencias como la de confiar a la primera de cambio en cualquiera y nos lo creemos todo para disfrutar de la aventura. La búsqueda del fuego invisible y lo que representa es reclamo suficiente para quedarse pegado a esta novela vuelapáginas.

Y casi al principio viene Javier y se justifica, hace una defensa clara y directa del Código Da Vinci, tal cual, y del fenómeno superventas. A ver, como se suele decir, excusa no pedida, culpabilidad manifiesta y sí, este hombre es culpable de que su libro se parezca un montón al de Brown. Puede ser, porque lo he visto en una ocasión en persona en una presentación y en Cuarto Milenio, que esta novela esté mejor documentada que la del americano pero no lo sé, y ¿sabes qué pasa? que eso me da igual, porque para eso están los ensayos, artículos, enciclopedias y demás.

La historia la cuenta el propio David, es un lenguaje muy directo, con descripciones de los lugares muy detalladas para que se entienda bien el significado de lo que ocurre y de los símbolos porque el libro está lleno de ellos y es de lo que se trata, de buscar el origen de las ideas. Vamos, que dan unas ganas de irse a dar un paseo al Retiro... Y por esa parte la novela me ha gustado y me ha ganado y mucho sobre todo al principio cuando plantea su idea, su razón de ser, de dónde vienen las ideas, la creatividad, y el poder de la literatura. Estos son temas que a los lectores empedernidos y a los que de vez en cuando pretendemos escribir nos ganan por la mano. Son imanes gigantes que nos atrapan.
Hay muchas frases interesantes, aparecen figuras muy importantes de la literatura para apoyar la teoría y obras de arte muy bien contado, así, para que el pueblo llano lo entienda y no se aburra. Y para completar, van apareciendo fotografías y esquemas de los lugares, y de las obras de arte que examinan los protagonistas que consiguen implicar al lector.
En un momento dado la trama se divide en tres hilos narrativos, el principal sigue a cargo del protagonista y los otros dos toman forma de mail, pero mail que es como si fuera la misma narración que el resto, manteniendo el tono y el estilo, por lo tanto seguimos con la primera persona pero tengo que decir que en realidad parece la misma.

Y luego vienen las pegas. Los personajes son de cartón piedra, vale sí, ya sé que en este tipo de novelas no son lo importante y no suelen estar profundamente descritos en cuanto a su psicología y emociones pero hombre, un poquito de carisma, un algo que cause simpatía. Y sí, que qué carisma tiene Langdon, pues ninguna, pero al menos nadie intentó dársela. Ese es el tema, que se mete en relaciones personales que no salen bien porque se construyen como castillos en el aire, hay una relación romántica que no funciona ni a tiros, el típico la veo y me quedo sin respiración y caigo rendido y luego viene el polvo épico que para haberse matado con esa narración. Y aquí es cuando uno se pregunta ¿pero para qué? La novela no lo necesitaba, la trama mística y de búsqueda se sostenía por sí sola y no necesitaba esto que lo único que hace es restar, para mí.

Aun así, esto dura poco, vamos que son pocas páginas y puede pasar. Lo que menos me ha gustado sin duda alguna es lo previsible que es toda la trama de alrededor de la idea principal, está tan cantado que si has leído los dos libros que menciono no te vas a llevar ninguna sorpresa, y había saldos en la tienda de clichés. Me da la sensación de que el autor tiene ideas muy buenas surgidas de esos temas que tanto le apasionan y le gusta investigar pero luego, a la hora de montar una historia, la cosa no va.

Y llegamos al final, un final que me estaba gustando muchísimo, que leí muy emocionada por cómo estaba quedando y resolviendo la propuesta que no era nada fácil. Es el tipo de cosas que se pueden ir de las manos, que crean unas expectativas que a la hora de resolver pueden complicar mucho las cosas. Tengo que decir que Javier Sierra aprueba con nota en este sentido.

Pero, pero, pero. Se acaba el capítulo final, paso una hoja en blanco y ahí está, la palabra maldita, Epílogo. Y tuve un momento de lucidez en el que me dije "no lo leas", mi intuición me lo dijo y no le hice caso, aquí fui yo la que subió las escaleras en vez de escapar por la puerta. Es indescriptible lo que pasa, es como si Mr. Wonderful le escribiera un cuento a una treceañera fan de Crepúsculo. Y ahí lo dejo.

En conclusión, una lectura muy entretenida con una visión interesante, por si te apetece leer algo como el Código pero no ese otra vez, para entretenerte, sin sufrimientos y pasando un buen rato.

PUNTUACIÓN: 2,5/5





lunes, 19 de noviembre de 2018

La casa del callejón

DAVID MITCHELL

  • Traductora: Laura Salas Rodríguez
  • Tapa blanda: 224 páginas
  • Editor: LITERATURA RANDOM HOUSE; Edición: 001 (5 de octubre de 2017)
  • Colección: Literatura Random House
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8439733011
  • ISBN-13: 978-8439733010
  •                                               
  •                                                 MI OPINIÓN
"La casa del callejón" es un juego apasionante e increíble donde la locura junto con los sucesos increíbles se colocan de manera que toda la rareza se vuelve lógica.

Me lo he pasado increíblemente bien, tanto que lo he leído en un solo día y encima un domingo, que ni siquiera ha parecido domingo por esta misma razón. Leer esta novela es atravesar una puerta a un mundo de fantasía donde nunca sabes lo que va a pasar, y lo mejor sin duda, es leerlo sin intentar anticiparse a nada, solo dejándose llevar.

El lector se vuelve protagonista porque el autor se las apaña, no sé cómo, para meterlo de lleno en la historia como si fuera un personaje más, con la ventaja de que está a salvo y no como los personajes. La novela está dividida en varias partes, cada una con su título y el año en que transcurre, y contada por el personaje principal. Hay de todo, todos son distintos, su aspecto físico se resume en unas pocas líneas pero son emocionalmente complejos. Aunque el tono cambia de uno a otro, porque cambia la época también, la edad, las circunstancias de cada uno, se mantiene un estilo siempre directo, muy natural en consonancia con el narrador y su personalidad.
Las descripciones son perfectas, consigue una ambientación muy especial que forma parte indiscutible e imprescindible de la historia para que funcione tan bien como lo hace, puedes ver perfectamente el lugar y sentir como si estuvieras allí.

No se puede dejar de pasar páginas, porque es inevitable querer saber más aunque veas que el libro se acerca peligrosamente al final. Y el final es absolutamente genial, en una novela que está plagada de giros aunque sigue un esquema, parece que en algún momento se van a acabar las novedades. Pero David Mitchell es muy buen jugador y se guarda la baza ganadora para el final.
Vamos por la mitad de la reseña o más y aún no he contado de qué va. Lo mejor es saber casi nada, solo que en un callejón de Londres hay una puerta que lleva a una casa encantada con habitantes especiales que esconde un secreto y muchas aventuras. Que hay sucesos paranormales, una mezcla de varias cosas conocidas que forman algo nuevo que está muy bien pensado.

Todo encaja en "La casa del callejón", hay que leerlo con fe, porque cierto es que al principio descoloca y parece que va dando palos de ciego, pero no es así en absoluto. Aunque cada capítulo parezca diferente, están todos conectados y tampoco hay que esperar mucho para darse cuenta, enseguida se le coge el tranquillo y se disfruta muchísimo. También quiero destacar el sentido del humor que tiene el autor, me he reído mucho en algunos pasajes.
Y a veces se pone serio, cuando profundiza en los personajes, y los humaniza.
Otro punto a favor es todo el tema paranormal, en uno de los capítulos cuenta una historia que me ha gustado mucho porque parece una leyenda.

Es la lectura ideal para bajarse del mundo durante un buen rato, descubrir que todavía hay cosas nuevas que contar y gente con ganas de hacerlo.

PUNTUACIÓN: 5/5 ¡Señor Burton! Aquí hay una peli.

lunes, 12 de noviembre de 2018

¡Melisande! ¿Qué son los sueños?

HILLEL HALKIN

  • Traductora: Vanesa Casanova
  • Tapa blanda: 264 páginas
  • Editor: Asteroide; Edición: 1 (17 de febrero de 2014)
  • Colección: Libros del Asteroide
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8415625731
  • ISBN-13: 978-8415625735
                                                         MI OPINIÓN

"¡Melisande! ¿Qué son los sueños?" es la historia de amor perfecta para los que se nos hace bola el almíbar pero disfrutamos con las novelas donde los sentimientos son intensos y gobiernan el libro.

El libro cuenta la historia de Hoo y Mellie, en realidad es la historia de una vida condicionada por las malas decisiones, por el no saber o no hablar a tiempo y por los momentos que la van marcando y a veces le dan la vuelta por completo. Es al mismo tiempo retrato de una época, de la cultura y la sociedad americana de los años sesenta en adelante sobre todo en cuanto a política.

El narrador es Hoo, en primera persona se dirige a otro de los personajes, bueno, va, a Mellie para contarle todo lo que cree que ella no sabe. Lo hace desde la perspectiva que le da el tiempo, el entendimiento y la serenidad de la madurez y la distancia física. Hoo quiere además hacerle un regalo a Mellie.
A pesar de ser una visión personal y subjetiva que tira principalmente de recuerdos y por lo tanto hay mucha narración, tiene unos diálogos magistrales, donde los personajes quedan expuestos al lector. Tiene cierto aire, salvando las distancias, a las obras de Tennesse Williams y a clásico de cine.

Voy a quitarme del medio lo que no me ha gustado. Y es que después del inicio, el libro se vuelve un poco lento, se extiende demasiado en antecedentes y en darle espacio a personajes que no me han interesado mucho porque yo ya me había enganchado a la historia principal. Esa parte que además es la que más incide en lo cultural y social se me ha hecho cuesta arriba. Aparte se pone un poco demasiado intelectual y habla de cosas que me suenan a chino mandarín y me siento como algunos futbolistas en rueda de prensa.

Después empieza lo bueno y ya no para hasta llegar a un final absolutamente conmovedor, emotivo y perfecto. Hay viajes, descubrimientos, momentos inolvidables que van a servir de soporte cuando las cosas se tuercen, porque se tuercen, a veces mucho. Lo más importante de esta historia, lo que la hace grande es lo verdadera que es.
La ambientación es sencilla y solo se detiene en detalles si van a tener alguna función en la trama.

La trama es el sentimiento. Es cómo se desarrolla la relación entre los dos personajes principales, con muchos elementos que la modifican  y la condicionan. Engancha al lector con la tremenda humanidad que desprenden las palabras de un autor que se mete de lleno en la piel del narrador y porque abarca todas las etapas y todas las emociones, tristeza, pasión, dudas, miedos...

Recomendada sin duda alguna para los que se enamoran de las historias que tiran a dar directo en el corazón. Tiene una de las frases de amor más bonitas que he leído nunca.

PUNTUACIÓN: 4,5/5 por una vez y sin que sirva de precedente, pido segunda parte.


lunes, 5 de noviembre de 2018

Tea rooms. Mujeres obreras.

 LUISA CARNÉS
                                                             

  • Tapa blanda: 254 páginas
  • Editor: Hoja de Lata Editorial; Edición: 1 (1 de junio de 2016)
  • Colección: sensibles a las Letras
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8416537119
  • ISBN-13: 978-8416537112


                                                                      MI OPINIÓN
"Tea Rooms, Mujeres obreras" es un retrato en sepia de una realidad no tan lejana como nos gustaría pensar.

Realmente no hay una trama en esta novela, lo que hace la autora es captar el día a día de varias mujeres que representan distintos arquetipos de los que se ve que quería hablar aunque intentaran taparle la boca y hubiera que esperar muchos años para que se oyera. Estas mujeres coinciden trabajando en un salón de té, viven circunstancias muy difíciles, las manejan como pueden sin quejarse demasiado pese a que tampoco tienen a mano una solución. Es por tanto también una exposición del momento histórico y todo lo que supuso con los primeros intentos por cambiar las cosas sin saber lo que de verdad se les venía encima.

Los personajes tienen nombre, Matilde, Antonia, Marta, Laura...pero realmente da igual, porque representan a un montón de gente anónima que parece que no significan nada y que son prescindibles, pero eso solo es una apariencia, y el libro te hace pensar un poco en eso también. En la importancia de las personas que no son importantes, que no están para tomar las grandes decisiones  o para inventar ni dirigir nada, que dan la sensación de que daría igual si estuvieran o no. Sin embargo, esta corta novela les da un lugar, les da una voz para que expresen lo que piensan, lo que sienten, por qué actúan como lo hacen. Y eso es lo que te engancha, en ella hay personas que son como tú, como los que están a tu alrededor en el día a día, una rutina en la que a veces ni siquiera pasa nada.

El estilo es minucioso, se fija en todos los detalles que con gran sensibilidad la autora ha sabido captar, porque a mirado en todas las direcciones y tan profundo como le ha sido posible. No ha tenido tampoco consideración con sus personajes, no les pone las cosas fáciles y a algunos les aprieta tanto la cuerda que apenas los deja respirar. Incluso los pone a trabajar en un sitio que de mano podría parecer agradable pero trabajar en una pastelería cuando tienes el estómago vacío y rugiendo tiene que ser una crueldad. Aunque se ve que ha cuidado el lenguaje y hay frases más elaboradas, apenas hay adornos y huye de la ambigüedad.
No se hace pesada en ningún momento, es un libro que sientes necesidad de seguir leyendo como si te hablara de personas que conoces.
Trata el tema de la igualdad, de las expectativas de la mujer en la época, de las opciones que tenían. Protesta en voz bien alta contra todo eso, en especial contra la falta de oportunidades. También deja caer su opinión sobre política, iglesia y aborto, y la rebeldía contra lo establecido donde aparece la idea de los sindicatos.

El final es como el final del día, simplemente se acaba y dará paso a uno nuevo.

Esta edición contiene también un epílogo de Antonio Plaza en el que nos cuenta la vida de Luisa Carnés, cómo se dio a conocer y su pelea por hacerse hueco y poder decir lo que quería. Me ha resultado interesante porque no sabía nada de ella, solo la conocía como la autora de este libro y de uno de relatos que aún no he leído.

PUNTUACIÓN: 4/5