- Traducción: Rosa Sahuquillo Moreno y Eva María González Pardo
- Tapa blanda: 352 páginas
- Editor: d'Época (16 de marzo de 2015)
- Colección: Misterios De Epoca
- Idioma: Español
- ISBN-10: 8494363409
- ISBN-13: 978-8494363405
MI OPINIÓN
"El misterio del carruaje" es un entretenido juego de deducción al clásico estilo inglés.
Tenemos cadáver dentro del carruaje del título y hay que saber quién fue. De mano hay un acusado que no puede no ser culpable, tiene todas las papeletas y se trata de descubrir más por qué que quién.
No he leído nada de Doyle, de Sherlock Holmes sé lo mismo que cualquiera que no haya leído nada acerca de él, vamos que no puedo decir si esto es del mismo estilo o no, pero por lo que puedo intuir se parece. A saber, detective que va juntando pruebas usando la cabeza, la lógica y con unos cuantos golpes de suerte que le hacen la vida más fácil.
De la mano de Fergus Hume viajamos a una Australia, Melbourne en concreto muy londinense, de hecho creo que no hay grandes diferencias y en principio podría ser cualquiera de las dos ciudades. Más adelante comprenderemos que sí era necesario el traslado literario pero no hay que acelerarse. Si esta novela tiene un enemigo es la prisa, prisa por descubrir cosas, por saber, por que sucedan hechos extraordinarios, así que los que quieran todo para ayer que dejen el libro en la estantería porque esto no va así. Vamos en carruaje no en un porsche, por lo que la velocidad es la que es y la que necesita la historia.
He disfrutado muchísimo con esa ambientación, con el ritmo calmado que requiere por la época en la que suceden las cosas, cuando no hay móvil ni coches de esos que arrancan antes de que se siente el personaje en ellos, cuando es necesario explicar cómo es una casa señorial porque la mayoría de los lectores nunca estuvieron en una ni asistieron a ninguna fiesta como invitados. Es necesario todo el lujo de detalles que se desprende de las descripciones minuciosas de la vida de la alta sociedad y de la baja también.
Y aquí voy a decir una cosa más. Cuando hoy en día algún autor intenta escribir una novela de esa época y lo hace con el tono de hoy en día queda muy raro y para mí al menos no funciona. Así que ha sido toda una experiencia lectora recrearse en la sonoridad de un clásico, de cómo se encadenan las palabras de forma diferente, tomándose su tiempo y encima sin aburrir. Porque ese es el peligro.
De la edición no se puede decir nada que no se haya dicho ya de la editoria Dépoca, es una maravilla, el tacto del papel, las primeras letras de cada capítulo y las ilustraciones que salpican la historia contribuyen a embellecerla.
Tenemos por tanto una trama excelente, con algunos giros que le dan viveza, con una ambientación casi perfecta y unos personajes muy funcionales y algo acartonados. No se logra empatizar mucho con ellos, no porque no conozcamos sus sentimientos y actitudes, es porque quedan un poco diluidos y perdidos en el paisaje. No tengo ningún favorito, enseguida me habré olvidado de todos ellos y solo me quedará el recuerdo de una lectura muy entretenida en la que personalmente nunca intento averiguar ni anticipar nada, me gusta más dejarme llevar por la historia y descubrir las cosas a su debido tiempo.
Decir que al final hay un postfacio del propio autor explicando algunas claves del libro y de su publicación, es un guiño simpático al lector en plan gracias por dedicarme tu tiempo.
En conclusión, recomendado para los que no tengan prisa, para quienes quieran recrearse en una historia cocida a fuego lento y muy clásica.
PUNTUACIÓN: 4,5/5 a este señor como ya no está no puedo decirle nada.