LAIRD KOENIG
- Traductor: Jon Bilbao
- Editorial : IMPEDIMENTA EDITORIAL S.L; N.º 1 edición (2 mayo 2023)
- Idioma : Español
- Tapa blanda : 272 páginas
- ISBN-10 : 8418668334
- ISBN-13 : 978-8418668333
MI OPINIÓN
"La chica que vive al final del camino" es una historia sorprendente, brutal y emocionante que acaba en un frustrante final.
Rynn solo tiene trece años, llegó a un pueblo del este de USA hace poco desde Inglaterra con su padre, que se pasa el día encerrado en su despacho trabajando con órdenes estrictas de que nadie le moleste y descansando, por lo que la pequeña tiene que buscarse la vida, no va al colegio, lee a Emily Dickinson y las casualidades le harán conocer a su único amigo, Mario, un muchacho aspirante a mago que le ayudará a resolver importantes problemas de forma un tanto cuestionable.
Un narrador omnisciente nos cuenta esta historia en la que destaca sin duda la libertad del escritor, la osadía para escribir una novela en la que ha contado lo que le ha dado la gana, en el 73, y atentando contra todo bienquedismo, corrección y demás zarandajas que intentan cortar la libertad de los creadores hoy en día. Su estilo denota maestría y un talento excepcional para jugar con las palabras y crear atmósferas inquietantes de máxima tensión que mantienen al lector atento pero también incómodo al mismo tiempo. Durante todo el relato tienes la sensación de que algo horrible ha sucedido o va a suceder, algo se está cuajando y estás en lo cierto, no decepciona. Recrea ambientes que le dan sobre todo, dentro de la casa, que es donde se desarrolla casi toda la historia, un aire gótico.
Con el mismo tino que va contando los entresijos de la trama, crea unos personajes alucinantes. Rynn es perfecta desde el punto de vista literario. Luego te caerá mejor, peor, te dará más o menos pena a ratos, pero es que al fin y al cabo solo es una niña. Hay muchas emociones, y lo vas a pasar fatal con ella en muchos momentos, en especial, cuando camina sola por la noche en el pueblo intentando volver a casa. Tendrá rivales y compañeros de viaje a la altura, Mario es el personaje bombón del libro, tampoco el tío Ron es mala gente. En el otro lado nos encontramos con los Hallet, muy buenos en sus papeles de villanos. Todos muy bien desarrollados a través de diálogos que darán buenos momentos, algunos de los más brillantes, y de sus acciones.
La trama en sí es bastante sencilla pero tiene unos elementos que la hace especial, diferente. Es aquí donde los ofendiditos y los inquisidores que están todo el día dando por saco se van a rasgar las vestiduras y volverse locos con tanta cosa que no debería pasar pero pasa. No, no busca excusas el autor para lo que hacen los personajes, son así porque le ha dado la gana a él de crearlos así, y punto, y cruzan todas las líneas rojas habidas y por haber. Y no pasa nada, esto es una novela de ficción, no un libro de catequesis.
Y llegamos al momento al que no quería llegar, porque estaba yo muy feliz pasándolo fatal con todo lo que sucedía, decidiendo qué destino querría para Rynn, cuando de repente, al señor Laird Koenig le da el siroco y te planta un punto y final y a tomar por saco, así, porque le sale de la punta de la pluma, en medio de una de las mejores sino la mejor escena del libro, pone el punto final. Es que ni siquiera es un final abierto, o un final feliz o no feliz, lo que quieras, se va la luz y te quedas a oscuras. El cabreo ha sido monumental, puedes intuir una cosa pero no te garantiza nada. No es que queden flecos sueltos, es que directamente está sin coser. La editorial Impedimenta va a publicar otra novela suya pero no seré yo quien caiga, sí, soy una rencorosa de tomo y lomo.
PUNTUACIÓN: 4/5 (por ganas le pondría 0 a ese final)