LETICIA SÁNCHEZ RUIZ
- Editorial : GRIJALBO
- Fecha de publicación : 12 junio 2025
- Edición : 001
- Idioma : Español
- Longitud de impresión : 432 páginas
MI OPINIÓN
"El club de la niebla" es un encantador juego de detectives lento y repetitivo que lleva a un final inaceptable.
Alana Calume es la dueña de una cacharrería en Oviedo. Se dedica a buscar objetos peculiares y venderlos en la tienda donde también tiene su hogar. Una curiosidad alimentada desde pequeña especialmente por su tío Canor, quien la llevaba a sus tertulias con sus amigos del Club de la niebla. Uno de los miembros del club acaba de morir, Tina Flórez, lo que reabrirá un antiguo misterio, la desaparición del escritor Gabriel Vargas Montseny hace años justo la mañana en la que tenía que asistir a un evento en Oviedo. El club de la niebla fueron los últimos que le vieron con vida la noche antes. Alana comienza una investigación con la ayuda de sus amigos, y la escritora Ruth que la llevará a descubrir secretos ocultos y romances clandestinos.
La novela se divide en 62 capítulos cada uno con su número y título correspondiente, y es Alana en primera persona quien se encarga de contarnos la historia de forma lineal y cronológica salpicada de recuerdos de su infancia. El estilo de la autora es concienzudo, detallado y muy cuidado, utilizando un amplio vocabulario aunque un tanto recargado y perjudicado por una abundancia delictiva de repeticiones además de una cantidad de información nada despreciable que aporta entre poco y nada. En las pormenorizadas descripciones tiene su punto fuerte ya que le ayudan a crear una atmósfera bucólica que te lleva a un lugar casi mágico. La ciudad de Oviedo, gris y lluviosa, a la que le sienta muy bien ese aire trágico y melancólico que le da la autora se convierte en el escenario perfecto para esta historia. De ritmo pausado, funciona muy bien al principio pero se vuelve aburrida y tediosa hasta que se recupera cuando llega al tramo final. Los diálogos entre los personajes ayudan a darle un poco de brío cuando aportan información pero dejan de funcionar cuando llegan a continuos callejones sin salida.
Los personajes están perfectamente dibujados, hasta el más mínimo detalle tanto físico como emocional. De todos vamos a saber incluso más de lo que necesitamos en el caso de algunos bastante secundarios. El carisma lo tiene el tío Canor, estereotipo habitual del género, el tío soltero que es diferente, que lleva a la pequeña Alana a las tertulias con sus amigos, le cuenta historias, con la que hacen cosas que los adultos serios no se plantean, y el que despierta su imaginación y curiosidad. Alana se me estaba quedando un poco atrás, tanto el tío Canor como Ruth, la escritora, le habían robado protagonismo porque sus historias son más interesantes. Pero con lo que hace al final perdió todos los puntos, es más, se queda en saldo negativo, ni siquiera en cero. Tampoco Blas, su pareja es de mis favoritos. Y sí, hay personajes que hacen cosas peores, pero a esos ya los tenía cruzados y son lo que son. El problema de Alana es que intenta venderte una moto que no arranca, y no compro.
La trama es un puro juego de misterios que se intentan resolver por parte de Alana, y tiene elementos muy atractivos que podrían haber dado como resultado una novela casi redonda de no verse lastrada por los continuos palos de ciego, además de las innumerables repeticiones de situaciones, escenas y conversaciones que entorpecen el fluir natural de la narración. La literatura, en concreto una novela del desaparecido escritor Gabriel, tienen un papel importante que le da cierto sentido a la historia bastante interesante. La parte de recuerdos de la infancia de Alana es la más evocadora y bonita, eso sí, las 3 o 4 primeras veces que te lo cuenta, en la 524, ya pones los ojos en blanco.
Y entonces llegamos al final y nos pegan el tiro de gracia. Por una parte reconozco que la resolución del misterio es bastante original y se apoya más o menos bien en la información que habíamos ido recabando. Todo lo que ha hecho Alana sirve para bastante poco porque lo que sucede al final es que quien tenía la información ha decidido hablar y lo larga todo. Es totalmente inverosímil y casi nada creíble lo que sucedió. Nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino, pero seguramente haya gente a la que le guste mucho y le parezca bien, no pasa nada. El principal problema es que no tiene ningún tipo de sentido la reacción de Alana a lo que le cuentan y la decisión que toma al respecto, es completamente incoherente con el personaje que nos habían dado a conocer.
Un libro para los aficionados a las novelas de detectives con mucha calma, altas dosis de paciencia y muy abiertos a todo tipo de finales.
PUNTUACIÓN: 2,5/5

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