ANTHONY HOPE
- Traductor: Miguel Temprano García
- Editorial : Zenda Aventuras
- Fecha de publicación : 8 mayo 2019
- Idioma : Español
- Longitud de impresión : 226 páginas
"El prisionero de Zenda" es una aventura clásica muy necesaria para cualquier lector dispuesto a vivirla mientras lee.
Rudolf vive en Inglaterra en paz y armonía consigo mismo y con el mundo sin preocuparse por nada. Ante la perspectiva de empezar a "trabajar" como agregado del embajador dentro de seis meses, decide darse una vuelta por el continente y visitar el reino de Ruritania. Se las prometía muy felices cuando de repente, se ve envuelto en una trama de conspiraciones, traiciones y romance en la que va a sacar el héroe de capa y espada que lleva dentro. El rey de Ruritania está en peligro, su propio hermano Michael el Negro es la amenaza y Rudolf será la única baza para liberar al prisionero de Zenda y salvar la paz del Reino.
El encargado de llevarnos de la mano en este maravilloso viaje es el propio Rudolf que nos va a relatar la historia sin guardarse ni el más mínimo detalle. La novela se dividen en capítulos que lleva cada uno su título. Está contada de forma cronológica y lineal, sin complicaciones, para que te preocupes solo de disfrutar de los tejemanejes de la aventura, solamente hay que poner un poco más de atención al principio porque los personajes aparecen todos muy rápido y los nombres tanto de ellos como de los lugares son algo complicados, pero enseguida te haces con ellos. El estilo es perfecto para el tipo de historia que cuenta, sin que sobre ni falte nada, con la extensión justa, se centra sobre todo en los hechos, que no son pocos. Es un ritmo constante, vivo, sin atropellos que fluye de forma natural y no deja espacio para el aburrimiento. Se ocupa de describir con maestría los lugares que son necesarios para dar cobertura a lo que sucede, y consigue crear una atmósfera adecuada para meter al lector dentro de la historia. Desde luego es mi opinión de aficionada pero creo que antes sabían describir mejor que ahora. En cualquier libro de los clásicos te encuentras ese tipo de descripción tan bien elaborada, detallada pero sin ser recargada. Un equilibrio perfecto que creo que en las novelas más actuales no suelen aparecer.
Sin ninguna duda lo importante del libro es lo que sucede, una trama que no da respiro al lector aunque sin agobiar tampoco, en el punto justo que mantiene el interés y va generando poco a poco la tensión hasta llegar al máximo en el momento crucial. Están todos los elementos de este tipo de historias, una conspiración y un plan para desbaratarla, buscar aliados, resolver contratiempos, y una épica batalla final con una dosis de romance sin ñoñerías que es el complemento ideal.
Los personajes pasan a un segundo plano. Desde luego hay de todo, héroes, villanos, uno de ellos que es maravilloso y muy interesante aunque están poco desarrollados porque se los come la trama. Pero cumplen su cometido a la perfección. Rudolf, que es el principal y narrador, al final le da un toque más profundo a la historia.
Y como toda buena novela clásica termina con un final a la altura de todo lo que ha ido sucediendo. El autor recompensa al lector por su tiempo y explica todo lo necesario para que la historia tenga sentido. No voy a negar la existencia de lectores a los que les gustan los finales abiertos pero los cerrados le gustan a todo el mundo.
Lamento decir que en el libro, aparte de un par de faltas de ortografía que podían pasar, tiene varios errores gramaticales en los diálogos, sobre todo con los guiones que van antes y después de lo que dice el personaje y otras veces mete seguido frases que ya no son del diálogo sino de la narración. Por el lado bueno hay que decir que tiene un prólogo de Arturo Pérez Reverte que te cuenta mejor que yo por qué tienes que leerla.
Un libro que te hará viajar en el tiempo, no solo a finales del siglo XIX sino a esa época en las que se veían las pelis clásicas de aventuras con la familia y que inspiraban luego los juegos infantiles.
PUNTUACIÓN: 4/5
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