Dicen que uno de los requisitos fundamentales de un buen propósito es que sea posible. Así que yo, que soy muy obediente, me ciño a esa norma.
Se termina por fin este año y toca mirar hacia delante y preparar los propósitos del que empieza.
Aquí están los míos, aunque los cuentos de Lorrie Moore, Kokoro y El jardín secreto ya estaban el año pasado, los demás han llegado a la cantina este año. También hay que sumar otros tres que ha traído Papá Noel y al menos uno que traerán los Reyes (habrá foto festiva). No son demasiados pero el principal obstáculo es que me vuelvo loca en las bibliotecas y no tengo tope.
Os deseo un 2025 lleno de objetivos cumplidos, buenas sorpresas y un montón de momentos felices.
¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!