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"Un cadáver muy frío" es una entretenida novela de detectives que va cambiando de color.
La señora Starling está casada con un diplomático y escapa de su papel de mujer florero dando clases de Astrofísica en la Universidad y le echa sal a la vida investigando casos que a la policía en principio se le escapan. En esta ocasión, va a buscar a un vecino desaparecido.
El inicio de la novela es casi absurdo y da la sensación de que va a ser una comedia detectivesca para pasar el rato sin más pero poco a poco va cambiando. Las cosas se complican, el caso también, lo que de mano parece una ida de olla de la vieja del visillo es un caso muy serio. Oye, que la vieja del visillo no es la autora, es un personaje de la novela aunque aquí sale con otro nombre.
No me llevo muy bien con las novelas de detectives clásicas del tipo Ágata, me agobian y me aburren porque hablan mucho y están todo el día encerrados pero este libro que yo pensé que sería del estilo no lo es. Tiene ese aire, es cierto, tiene también muchos elementos en común con ellas pero aquí suceden muchas cosas. Los investigadores, la señora Starling que es una intrusa y el inspector Crawford van siguiendo pistas, haciendo deducciones y actuando. Porque lo que le da dinamismo a la novela es el constante fluir de la trama, cómo poco a poco se va profundizando en lo que ocurre y a pesar de que en muchas ocasiones el lector tiene información previa sigue teniendo interés ver cómo lo descubren ellos y la reacción posterior, las decisiones que toman para resolver el caso.
Un narrador omnisciente es el encargado de contar la historia, de situar a los personajes en escenarios que sí, son cerrados pero hay muchos, apartamentos, grandes almacenes, el camarote de un barco, una tienda... No se detiene en describirlos minuciosamente, todos los detalles a los que presta atención son los que van a tener importancia en la trama o son necesarios para comprender lo que está pasando y por qué. Estamos en Nueva York, es Navidad, hay tormentas de nieve, pero poco más vamos a saber del lugar, claro que quien más y quien menos sabe cómo es.
Los personajes están descritos con la misma sencillez que los lugares, apenas unos pocos datos de su apariencia física o de su vestuario pero sirven para hacerse una idea. Su carácter se deduce de sus actos, pero tampoco se profundiza demasiado.
Otros personajes solo se muestran a través de sus motivaciones y sus actos pero no llegamos a saber de ellos demasiado, solo lo relacionado con el caso. Los malos son unos cabrones de manual, los buenos son normales y luego están los que tienen un poco de todo.
Una mención aparte se merece la relación de Anne con Crawford, tienen unos diálogos a veces divertidos y salpicados de cierta ironía y algún que otro sarcasmo. También hay más de una pelea dialéctica muy interesante que también ayuda a aligerar un poco la gravedad de otras escenas.
Y de esas otras escenas son de las que particularmente reniego un poco. Parece que la autora nos va a meter en un mundo sofisticado y elegante, el de la señora Starling, y que todo va a ser muy mono pero nada de eso. Vaya cómo se la gastan aquí los malos, y al narrador no se le caen los anillos explicando los procesos y hubiera preferido que fuera más elegante y sutil aunque es verdad que lo hace más intenso.
Tengo que poner una pega, es que me sorprende lo fácil que colaboran los personajes con Anne, madre mía, es que cantan La Traviata el que menos, así por las buenas sin conocerla de nada. Vale que nos la pintan como la típica mujer encantadora, seductora, que fácilmente se gana la confianza de la gente pero no sé, ahí se me ha caído un poco la historia. Eso y que el marido esté en la parra.
De todas formas me he encontrado con una historia diferente a la que me esperaba ya que pensaba que sería algo más liviano y sencillo y que no iba a tener esa profundidad, así que me ha sorprendido para bien. Me gusta cómo la trama se ramifica, cómo se van descubriendo las cosas poco a poco y de forma natural van llevando unas a otras y al final todo encaja perfectamente. Me gustan estos juegos que aunque despistan y manipulan al lector no le hacen trampas.
PUNTUACIÓN: 4/5 qué sádica eres...