- Tapa dura: 544 páginas
- Editor: Alfaguara; Edición: 001 (8 de octubre de 2014)
- Colección: LITERATURAS
- Idioma: Español
- ISBN-10: 8420417203
- ISBN-13: 978-8420417202
MI OPINIÓN
"Carthage" es una novela dura, gris, descarnada, en la que no quieres pensar pero no puedes dejar.
La terminé hace media hora, he tardado en ponerme a escribir el tiempo que dura el trayecto en bus desde el sitio donde estaba a casa. Porque quiero olvidarla, porque quiero contarlo todo cuanto antes y sin que se me olvide nada, antes de que se me pase la sensación que me ha dejado.
Carthage es una ciudad del estado de Nueva York donde vive Cressida, una niña muy rara que desaparece. Su familia, que es muy normal, el novio de su hermana y algunas personas más se verán afectadas por este suceso y de eso va esa historia. Lo que le pasó a Cressida, quién lo hizo y cómo se descubre no importa demasiado, lo que importa es el por qué y a qué llevó ese suceso.
De Joyce Carol Oates he leído ya varias novelas, la que más me ha gustado sin duda es Blonde, que recomiendo a todos los que quieran conocer a la autora. Es un genio escribiendo, no hay otra palabra. Al leerla te das cuenta de que detrás de las palabras hay muchos años y muchas horas de oficio, nada de buena de suerte, de estar en el momento adecuado con una historia fácil pero que cayó en gracia y que envuelta en papel "marketing aplastante" reporta éxito.
No es eso, Joyce es una escritora que se deja vida en lo que escribe porque hacerlo así tiene un precio y seguro que lo paga y le desgasta.
Todo es perfecto, el ritmo, el tono, los cambios de intensidad, de narrador. La mayor parte del libro está contada por un narrador omnisciente pero en algunos capítulos, uno de los personajes pide la palabra y Joyce escucha. El libro está dividido en tres partes, cada una de ellas se divide en varios capítulos que llevan su título y hace referencia a lo que va a contar, en algunos casos también hay fechas. Los diálogos están donde tienen que estar, cuando toca narración hay narración. Acelera en los momentos adecuados y se para cuando hay algo que quiere que veas con detenimiento.
El libro, como digo no va de hechos, va de personas, de lo que hay dentro de sus cabezas, de cómo manejan sus emociones y lo que piensan y cómo todo eso se refleja en sus actos. Los personajes son lo que le da fuerza a la novela. Todos ellos, sin excepción tienen muy mala suerte y no viven más que para desgracias. Es muy dura de leer en muchos aspectos. Porque te hace pensar y lo malo es que a menudo no sabes qué pensar. Te describe lugares en los que no quieres estar, no te apetece imaginarte allí en medio de toda esa feria de desdichas. Da vida a personajes a los que intentas entender pero no los quieres contigo, ni mucho menos querrías estar en su piel. Aun así, sigues leyendo, te quedas a ver qué pasa, qué hacen, por qué. Te quedas porque está tan bien escrito que aunque quieres permanecer ajeno a la historia no puedes. Te involucras y piensas "pobre .... no se merecía eso" y unas líneas después, "que le den, se lo merecía" pero no. Llega un momento en el que ni siquiera tienes claro qué está bien y qué no. Como decía al principio, es una novela gris porque nada es blanco o negro, todo está mezclado y depende de cómo te coja lo ves tirando a negro o a blanco
Hay también una crítica a la Justicia, al sistema penitenciario, a la pena capital, la guerra, la política pero sobre todo, lo que hace Joyce es destrozar a los personajes, a todos, como caigas en manos de esta autora no te salva ni el santolio. Adiós a los capítulos de transición en los que parece que va a salir el Sol, qué va, esto es como el invierno en Alaska, de noche todo el tiempo. Ni siquiera al principio, como otras novelas en las que ves lo bien que va todo y lo felices que son. Aquí el juguete ya está roto cuando lo sacamos de la caja.
Y ahora toca preguntarse si me ha gustado el libro. Sí, me ha gustado, por lo bien escrito que está,
porque si no, sería imposible transitar por las partes más arduas, que las hay. Porque todo encaja, todo
está ahí por algo y le da sentido a la obra. Porque está muy claro qué quería contar la autora.
Si has pensado que tienes mala suerte, léete esta novela y verás lo maravillosa que es tu vida. Que sí, que todos hemos pasado por cosas muy duras pero es que esta gente pasa por todas, de hecho llegas a preguntarte si no habrá un tuerto haciéndoles vudú en un salón lleno de velas negras. Si hay o no, luz al final del túnel tendréis que entrar, como yo, para averiguarlo. No, Enzo, esta vez no insistas porque no te lo voy a decir.
En conclusión, si después de todo el rollo que he soltado no lo tienes claro, no sé cómo te lo puedo explicar. Se lo recomiendo a todos los que quieran dejarse zarandear tanto en emociones como en conciencia y a los que quieran disfrutar de un libro escrito desde dentro y encima bien.
AVISO: tengo la sana costumbre de no leer los prólogos, en este caso recomendaría que no lo hicierais.
PUNTUACIÓN: 4/5 La próxima vez pon un banquito o una fuente a mitad de camino para reponer fuerzas, mira que eres mala.