- traducción: Carmen Cáceres y Andrés Barba
- Tapa blanda: 664 páginas
- Editor: Suma De Letras; Edición: 001 (26 de marzo de 2015)
- Colección: FUERA DE COLECCIÓN SUMA.
- Idioma: Español
- ISBN-10: 8483657619
- ISBN-13: 978-8483657614
- MI OPINIÓN
- "La luz que no puedes ver" es una novela emotiva, dotada de gran sensibilidad que trata de mirar las pequeñas historias que hay tras los grandes acontecimientos.
Tenemos niña francesa ciega, huérfana, curiosa y encantadora que se pasa los días con su padre que trabaja de cerrajero en un museo en el que se conserva un diamante con leyenda. Del otro lado, está el chico alemán que vive en un orfanato con su hermana a cargo de una mujer que los trata muy bien. Pintan bastos, hay pobreza y miseria, falta trabajo y por ende medios para subsistir. Sin embargo, se siguen teniendo sueños, esperanzas y el niño es un genio de la física que se pirra por las radios y quiere librarse a toda costa de un futuro en la mina. De repente aparece alguien que consigue que las cosas cambien y mejoren, que todos tengan trabajo, comida que llevar a la mesa, un mundo mejor. Sin embargo, ese personaje se cobrará su precio, ya sabéis quién es y cuál es su historia, el del bigote.
No se juega con el corazón del lector de esta manera, resulta que empiezo a leer, me gusta cómo escribe el autor, su prosa es muy delicada, como si acariciara las palabras al escribirlas, las elige con cuidado y va colocándolas en el texto como si se tratara de piedras preciosas. Todo suena perfecto, no sobra ni falta nada, llena de simbolismos.
El libro se divide en varias partes, empieza poniendo la fecha al principio de cada una, luego hay un título y una narración muy corta, a veces apenas un par de páginas y otras un poco más. Y toda emocionada, veo que salta del 41 al 44 y digo, qué bien, se acabó la guerra, o está a punto de acabar. Parezco nueva, se me caen encima los palos del sombrajo cuando al siguiente capítulo veo que volvemos para atrás al 41. No me he librado. Lo malo es que después de ponernos en una situación tensa al inicio, resulta que se va a pasar 500 páginas contando cómo llegaron hasta allí.
No es justo, me enfadé pero después me recuperé. Los personajes y el libro me miraban desde el escritorio, me llamaba y tuve que volver.
Sin duda alguna los protagonistas principales son Marie Laure y Werner, son poco más que niños y como dice un personaje casi al final tuvieron que "hacerse mayores antes de crecer". Cómo esos niños maduran, se enfrentan a la circunstancias que les han tocado, a vivir una guerra y abandonar sus sueños y todo lo que esperaban de la vida porque todo se ha ido a la mierda. Junto a ellos están el padre de la chica, el tío abuelo y una mujer que hay en la casa en la que se van a vivir cuando huyen del París ocupado. Del lado del niño está su hermana Jutta, la mujer que ejerce casi de madre, Frau Elena, amigos y demás. Como digo todos los personajes son muy humanos, están muy bien perfilados y resulta muy agradable leer sobre ellos. Nos importan como si fueran personas que conocemos de verdad.
A lo largo del libro nos encontramos pequeñas historias dentro de la trama principal, cosas pequeñas que sucedieron y determinaron su forma de entender después la vida. Agradezco mucho que el autor no se haya recreado en el tema guerra, ni campos de concentración y atrocidades varias. Se ha centrado en estas dos historias que acaban cruzándose, que intuimos desde el principio lo que va a suceder pero queremos saber cómo porque los personajes nos han atrapado.
El punto fuerte de la novela para mí ha sido las descripciones que hace cuando el narrador omnsiciente en tercera persona se pone en la piel de Marie Laure y lo describe todo a través del resto de los sentidos y se fija en cosas que normalmente no prestamos atención los que podemos ver. Crea con eso un mundo más completo y te hace pensar en todos los detalles que a menudo nos pasan desapercibidos.
Tampoco nos volvamos locos, no todo el día podríamos estar a ese nivel de percepción pero está bien hacerlo durante la lectura. La verdad que es toda una lección para los que pretendemos escribir, de cómo describir lugares y sensaciones.
Tengo que decir que la historia del diamante se me ha quedado coja, si la piensas bien tiene algunos baches que durante la lectura no percibes, al menos yo no, porque estás a otras cosas más importantes. Vamos, que el padre de la niña podría haber hecho una cosa y nos hubiera dejado sin libro.
Por último tengo que ponerle al libro un PERO como un campano. De verdad, es que qué necesidad hay, digo yo, de despilfarrar el papel de esa manera. Porque las seiscientas y pico páginas que tiene se podían haber quedado tranquilamente en 300. Para qué pone tanto título este hombre antes de contar algo, una página entera para poner solo una fecha, páginas en blanco de vez en cuando ¿para qué, no saben que tenemos libretas súperchulas y cosas donde apuntar? Y luego claro, con esos capítulos tan cortos, pues cada poco nos encontramos con hojas solo escritas a la mitad cuando empieza uno y a veces incluso menos al terminar. En serio, es que señores de las editoriales, vale ya.
El final, aunque me ha gustado tengo que decir que ha sido quizás demasiado largo, pese a que hay capítulos que sirven de cierre, otros simplemente se van como desvaneciendo sin más y sin aportar nada importante.
En fin, que recomiendo la lectura a gente que le guste emocionarse un poco, que le hagan un pellizquito sin llegar a doler, que quiera ver "Toda la luz que no podemos ver" como dice el título original (capón para el traductor) y la inocencia reflejada en los ojos de una niña ciega, a los aficionados a las historias tipo "La vida es bella" y los cuentos.
PUNTUACIÓN: 4/5 ¿y a ti qué te pasa con los títulos? Pesado.