"...la sensación de que una vez, hace mucho tiempo, viví una felicidad sin deseos."
- Tapa blanda: 392 páginas
- Editor: Lumen; Edición: 001 (9 de febrero de 2017)
- Colección: LUMEN
- Idioma: Español
- ISBN-10: 8426404065
- ISBN-13: 978-8426404060
MI OPINIÓN
"Cuando aparecen los hombres" es una novela trágica y romántica, con una protagonista muy especial y algunos baches estructurales que no llegan a estropear la historia.
La novela va de mujeres con mala suerte. Un maestro de esgrima cuenta la vida de una mujer, Teresa, que fuera su alumna de joven y ahora ha desaparecido. Va recabando información hablando con distintos personajes relacionados con ella, los guardeses y una empleada de su hotel rural en la costa Brava, y a través de unas cartas escritas por Elizabeth que vivió en el pasado en la casa.
De mano de este narrador vamos a conocer a las mujeres de esta novela y a los hombres que pululan alrededor. Es una novela femenina en cuanto que ellas son las que se llevan toda la atención y tienen más peso en la trama. Ellos les dan réplica y no son especialmente malos, aunque tampoco buenos del todo salvo uno. A veces está narrada en tercera persona cambiando de personaje, otras en primera persona además de las cartas de Elizabeth. Se forma así un totum revolutum de perspectivas y narradores y de si esto era así o no que puede llegar a despistar al lector. De hecho el propio narrador, el maestro Philippe, lo dice, que algunas cosas se las imagina y fabula para completar los datos que le faltan.
El estilo es sencillo y aunque no faltan adornos y símbolos no es recargado. La novela fluye y no se estanca en ningún momento. No faltan descripciones muy evocadoras de lugares de la costa, pero sobre todo, haciendo buen uso de adjetivos y metáforas, la autora consigue trasladar al lector y crear una atmósfera que lo separa de la realidad mientras lee.
Me han gustado mucho los pasajes románticos. Esto es algo muy positivo ya que como los habituales sabéis, el almíbar me provoca urticaria y huyo de él como de las llamas del infierno. Pero este romanticismo tan bien construido, tan bonito, tan pasional y emocionante me pierde y celebro encontrarlo en mis lecturas.
Los personajes están perfilados con mucho mimo y cuidado en todas sus dimensiones, como digo, sobre todo los femeninos y aunque en un principio cuesta entenderlos, solo Ángela me ha caído mal de principio a fin, a Teresa le hubiera deseado otro final, me ha parecido injusto pero comprendo lo que la autora ha querido hacer y bueno, visto en conjunto, lo acepto. Pero la que me ha gustado mucho, me ha ganado y me ha tocado más la fibra en todos los sentidos ha sido Elizabeth. Por muchos motivos, por su carácter, su actitud, sus sentimientos, todo en ella me atrapaba cada vez que tomaba la palabra. Los hombres están ahí, van y vienen y aunque son determinantes no tienen mucho sitio.
Merece una mención especial la época en la que vivía Ángela, la madre de Teresa. Aparecen varios artistas famosos como Salvador Dalí pero de refilón, solo es un cameo. Sin embargo, la vida en esa época resulta atractiva tal y como se cuenta en el libro y recuerda un poco a algunas novelas de Scott Fitgerald.
Aunque hay abundantes diálogos que ayudan a entender a los personajes, sin embargo van a ser los silencios y los secretos los que determinen el devenir de las historias de amor.
La gran pega se la pongo como ya he adelantado, a la estructura de la novela. No es que sea insalvable pero me ha parecido innecesario ese juego de narradores, los cambios sin avisar que descolocan a veces al lector hasta que se acostumbra. Esa sensación de no saber del todo qué pasó genera cierta desconfianza, al menos a mí es lo que me ha pasado. Queda como muy chapucero, desluce, como cuando hacías un borrón pasando un dibujo técnico a tinta, todo el trabajo se emborronaba un poco aunque se veía que lo importante estaba bien hecho.
También me ha parecido demasiado frío el personaje de Teresa en momentos muy importantes.
En conclusión, una novela repleta de sentimientos, con tragedias, romance, mentiras, secretos en un paisaje encantador. Si las Brönte vivieran la hubieran escrito.
"A veces pienso que vivo a través de los otros, de sus vidas lejanas en incomprensibles. "
PUNTUACIÓN: 3,5/5 treinta y cinco años son demasiados, debería haberse acordado antes.