lunes, 28 de diciembre de 2015

Despedida 2015


Querido 2015:
Es hora de balances, de repasos, de echar la vista atrás y comparar lo esperado con lo que de verdad ha sido. No sé por qué, como si el día 2 de enero fuera muy diferente del 30 de diciembre. Pero supongo que en algún momento hay que pensar que podemos volver a empezar de verdad, que hay algo de nuevo o más nuevo que lo que hay día a día.

No me gustan las despedidas, pero a ti tengo muchas ganas de decirte adiós, porque me ha fallado en casi todo, me has quitado algo muy importante, y además has roto muchos sueños, han fracasado proyectos y las oportunidades han estado tan escondidas y camufladas que apenas he conseguido encontrarlas. Sí, claro, culpa mía, ya sé que piensas eso, que no tuve cuidado, que no me esforcé lo suficiente o peor todavía, estás a punto de abrir la boca para decir aquello de " te lo dije". Pues seguro que hasta tienes razón, pero no me importa.

No me importa porque recojo pedacitos y reconstruyo sueños, de los proyectos fracasados han surgido ideas todavía mejores porque a ti te quedan cuatro telediarios ( la edición de noche no cuenta, solo cambian a los presentadores ) y a nosotros mucho por leer, por construir y por seguir compartiendo en mi rincón virtual, en esta cantina donde todo el mundo tiene su lugar, donde casi siempre intentamos y conseguimos reír aunque hayamos consumido tiempo leyendo lo que al final ha parecido un mal libro. Y donde descubrimos gente que hace magia con las palabras como Iris Murdoch con Henry y Cato, autores capaz de cubrir de belleza la fealdad del lado amargo del ser humano y llevar esperanza donde no queda nada, como Lee Jung- Myung en El guardia, el poeta y el prisionero. Y para soñar mundos distintos dentro del nuestro en los que se mueven seres sobrenaturales Helen Wecker nos trajo sus Viajeros de la noche.


Y sobre todo reír, sentirnos acompañados con personajes como Elling de Ingvar Ambjørnsen o a los niños de Rohan O'Grady que planeaban Matemos al tío a los que quizá nunca hubiéramos prestado atención si no hubieran venido de la mano de personas importantes para nosotros, las que hablan de libros, piensan en libros y no se imaginan un mundo sin ellos. Lo que de verdad importa, lo que nunca se podrá llevar nada ni nadie, ni siquiera un mal año al que a pesar de todo le hemos robado algún momento de felicidad y varias lecciones.

Y lo mejor de todo es que a pesar de lo vivido tú te vas, adiós 2015 y nosotros nos quedamos.
Leyendo libros en la cantina.

                                                                                                                                                     N. B.

       
      




lunes, 21 de diciembre de 2015

Cuentos tradicionales de Japón

RICHARD GORDON SMITH





    


  • Traductor: Fernando Álvarez
  • Tapa blanda: 352 páginas
  • Editor: Satori (30 de septiembre de 2015)
  • Colección: Mitología
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8494286188
  • ISBN-13: 978-8494286186

                                              MI OPINIÓN

"Cuentos tradicionales de Japón" es una de esos libros para tener, conservar y releer. Una maravillosa edición para unos cuentos cortos que contienen magia, leyendas, mitos, fantasmas, amor y todo lo que forma parte del folclore de la cultura japonesa.

No es un autor oriental el que va a narrar estas historias por escrito, sino Richard Gordon Smith, un naturalista que durante varios años estuvo viajando por el lejano Oriente y fue recopilando estas historias que le contaron a él a principios del siglo XX.

Todos los que salen corriendo cuando oyen hablar de literatura oriental que esperen un poco. Lo que se van a encontrar en este libro son unos cuentos muy cortos, de apenas unas pocas páginas, no más de tres casi siempre contados a lo occidental por lo que se entienden perfectamente y no resultan tan extraños como cuando los que escriben son los orientales.

He disfrutado como nunca leyendo estas historias que inocente de mí pensé que iba a leer una cada día, ya, cuando empiezas no paras. Te transportan a un mundo lejano y ya extinto pero fácil de imaginar gracias al estilo sencillo y directo de la narración. Pero aun así, lleno de magia, de espíritus y sobre todo pasión en todas sus formas.

Los cuentos japoneses, no os voy a engañar se parecen a los nuestros en lo malo, es decir, en que tienen cierto aire machista, la mujer vive para casarse, todas las que aparecen son damas hermosas sin límite que ni con photoshop, y sí, normalmente los héroes son hombres. 

Debo decir y antes de que huyan algunos lectores, que primero hay que tener en cuenta que son leyendas medievales y en ese  contexto pues era lo que había. A pesar de eso en algunos relatos contamos con heroínas que además son mucho más inteligentes y fuertes que los hombres, me ha resultado curioso. 
Por lo demás no se parecen en nada. Pero son muy interesantes, destilan amor y un respeto por la naturaleza digno de admirar. Muy importante es la visión que tienen de la muerte, de cómo la integran en la vida, la forma de afrontar el dolor y lo que ocurre después, la importancia de la familia y el linaje. Los fantasmas son casi tan importantes como los vivos.

Hay de todo tipo, cuentos de amor, de misterio, de venganzas, de guerra...desfilan por ellos personajes típicos como samuráis (con sus códigos), gobernadores malvados y otros benévolos, jóvenes enamorados, fantasmas y monstruos.

Como decía antes todo está muy ligado a la naturaleza y en todos los cuentos se da mucha importancia a lo pequeños e indefensos que somos frente a ella. También se refleja muy bien la cultura japonesa muy determinada por el hecho de ser una isla en la que el mar y la pesca son claves.

Aunque los cuentos son muy cortos al autor le da tiempo a describir los lugares con pocas palabras y situarnos perfectamente para poder imaginar el relato. Más que transportarnos al lugar, lo que hacemos es verlo, sentir como si el propio autor estuviera sentado a nuestro lado contándonos la historia. Con el tradicional esquema de presentación, nudo y desenlace mantiene la tensión durante todo el relato y nos sentimos  como niños pequeños cuando un personaje está en peligro y queremos que se salve o sentimos rabia cuando un malvado se sale con la suya. Viajaremos a santuarios perdidos en montes ocultos en bosques, mares que ocultan tesoros y monstruos y templos y lugares que aún hoy existen.

Aparentemente no todo son finales, digo aparentemente porque lo más importante es la enseñanza que tiene cada uno de ellos, el mensaje, por eso a veces el final no es el que cabría esperar. 

Y no es para niños. Pobrecitos, dejemos que disfruten su inocencia el tiempo que puedan. Hay mucha sangre, violencia y mucha manía con suicidarse y sacarse las tripas.

Leyendo estos cuentos he podido entender de dónde vienen muchas cosas de la cultura japonesa y sobre todo de dónde salen ciertos aspectos de la literatura oriental que me gusta como Yoshimoto y Murakami. 

También por si no os he convencido ya, tiene unas 65 láminas ilustradas que hacen referencia a algunos cuentos que son una preciosidad. La verdad que la edición es un 10, igual que el libro que me parece un regalo muy especial para estas Navidades, para cualquier momento o de autorregalo. En mi caso tiene el plus de que ha sido regalo de cumpleaños.

Lo recomiendo especialmente a los seguidores de autores japoneses, a cualquiera a quien le guste leer historias de otro tiempo, a los que dicen que no tienen tiempo porque se puede ir poco a poco. A cualquiera que quiera disfrutar de aventuras, lugares exóticos, intrigas y amores.
Lo de tenerlo lo digo porque creo que si lo hubiera cogido en la biblioteca después lo habría comprado.

PUNTUACIÓN: 5/5 Gracias a I. por el regalo, lo demás ya lo sabes.

¡F E L I Z   N A V I D A D  A  T O D O S!

Y felicidad para todo el año, mucha ilusión, motivación y fuerza para afrontar todo lo que venga para todos y también para los que estas fechas no lo pasan bien y se les pone cuesta arriba. Tranquilos, esto también pasa.
                                             







lunes, 14 de diciembre de 2015

Pureza

   JONATHAN FRANZEN 




  • Traductor: Enrique de Hériz
  • Tapa blanda: 704 páginas
  • Editor: PUBLICACIONES Y EDICIONES SALAMANDRA S.A.; Edición: 1 (15 de octubre de 2015)
  • Colección: Narrativa
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8498387108
  • ISBN-13: 978-8498387100

                                                         
                                                          MI OPINIÓN
"Pureza" es una novela que exige esfuerzo para comprender y aguantar ciertas partes pero que a cambio ofrece una entretenida y complicada historia de relaciones entre personajes muy interesante.

Pureza, es Pip, la protagonista. Bueno, aquí sería Puri, y lo que le pasa a la Puri es lo que le pasa a casi todo el mundo cuando tiene veintipocos años, recién terminada la carrera y con un futuro incierto y que no se parece nada a lo que había imaginado, que no sabe lo que quiere, ni lo que hace aquí en este mundo ni para qué. Ella le echa la culpa a su madre (una actitud muy popular también), una mujer depresiva que siempre le ha ocultado la identidad de su padre. El caso es que a la Puri se le presenta la oportunidad de formar parte de una especie de asociación Sunlight Project, que se dedica a desvelar información en plan Wikileaks. Ella acepta y empieza el lío, para todo lo demás, leed la novela.

Tenemos como decía al principio un libro que exige esfuerzo, porque se mete en temas que aunque de mano no son complicados el autor los aborda con cierto aire a gafapasta aficionado al cine iraní, así como con un punto snob y se pone intenso y entonces lo que consigue en realidad es no aportar nada, perderse él y aburrirte tú. La intención de todo esto, que aquí se centra en el tema de la información y de aquello de "cuidado con lo que cuentas de los demás que tú también tienes lo tuyo", Aunque expone ideas interesantes lo hace tan pesado...

Lo mejor sin duda de la trama son los personajes y sus historias. No se detiene en la descripción de lugares ni atmósferas, aporta pocos datos en ese sentido y tampoco son necesarios. Se centra en los personajes que retrata con mucho acierto, nos los muestra sobre todo a través de los diálogos, por lo que dicen y cómo lo dicen es como mejor los vamos a conocer. De hecho algunos de estos diálogos ocupan varias páginas, lo que hace despertar a la novela después de esos tramos que mencionaba antes.
Se trata de personas que ocultan cosas, que parecen normales pero que esconden secretos oscuros. La verdad que se ha juntado lo mejor de cada casa. Vale que todos tenemos defectillos, que hemos hecho cosas como robar caramelos en el súper, copiar en exámenes y así, pero no todos guardamos cadáveres en el armario, solo un poco de porquería debajo de la alfombra. Pero los que pasan por este libro tienen tela.
Pip parece en un principio la protagonista, es la que inicia la historia y el motivo por el que ocurre todo lo demás. Sin embargo tengo que decir que se queda en un segundo plano cuando empezamos a conocer a otros personajes y sus biografías. Aquí la novela engancha muchísimo. Me ha gustado especialmente la parte que transcurre en Alemania en el pasado cuando todavía eran dos, ahí tenemos a varios personajes y me ha parecido muy interesante y que retrataba muy bien el ambiente de la época, cómo se vivía entonces y habla de ciertas cosas sin miedo.
Pero que nadie se llame a engaño, los personajes caen mal casi todos menos uno que más o menos podría pasar.

Otro punto a favor es que expone sus opiniones sin disfrazarlas y se mete con todo lo que le parece sin censuras ni cortapisas. Es algo que suele aparecer mucho en la literatura americana de este tipo. Creo que en España, aunque también se hace  no se hace con tanta libertad, somos un poco bienquedas y hay ciertas cosas intocables.
Como tampoco se corta a la hora de abordar el tema sexual, él que para lo demás se pone tan académico y redicho, aquí es como todos, emplea un vocabulario del de andar por la calle.

El libraco, porque es un tocho de cuidado que además pesa lo suyo, se divide en siete partes cada una con su título. En general está contado por un narrador omnisciente en tercera persona menos una parte contada por uno de los personajes en primera persona, así, de repente porque al autor le salió de la pluma, pero es el mismo tono, el mismo estilo que todo lo demás.

Innecesariamente nos aclara que Pip es el prota de "Grandes esperanzas" de Dickens, todo el mundo sabe eso aunque no se haya leído la novela, en fin, que toda referencia queda ahí, sí, algunas cosas también pasan en las novelas de Dickens pero bueno, yo qué sé, que es como si todas las novelas de mujeres que se divorcian dijéramos que son homenaje a Anna Karenina.

Hay varios personajes que quieren escribir, uno que es escritor, se mencionan algunos libros y autores pero nada destacable.

Me quedo con las historias de amor y otras cosas que parecen amor, las complicadísimas relaciones entre los personajes. Me lo he pasado bien y mantienen el interés del lector y por difícil que parezca al final encaja todo a la perfección.

Y ahora llegan los peros.
Pero vaya rollo que nos suelta con las pretensiones artísticas de la madre de Pip cuando todavía no era la madre de Pip, por dios, es buenísimo para dejar de tomar las pastillas para dormir, basta con leer esto.
También desaprovecha y resulta un poco extraño lo relacionado con Sunlight Project, se queda en agua de borrajas para mi gusto. Tarda mucho en desarrollarlo y al final te quedas en plan ¿Y?
Da la impresión de que intenta que sus libros no sean para el gran público, y la fastidia, porque empieza a darle vueltas a conceptos abstractos y a ideas que no van a parar a ninguna parte. Dispara con balas de fogueo.

En conclusión, una lectura muy recomendable si tienes empeño y paciencia, si también estás un poco cansado de los "libros que se leen en una tarde" y quieres escarbar en complicadas relaciones humanas muy bien llevadas, que además invita a ciertas reflexiones. No me ha gustado tanto como "Las correcciones" que es genial pero bastante más que "Libertad" que fue un tostón que confieso que leí porque decían que lo estaba leyendo Obama.

PUNTUACIÓN: 4/5 ¿Y por qué dices braguitas, quién las llama así? nadie...independientemente de la proporción de culo y tripa que nos vayan a tapar son bragas.


lunes, 7 de diciembre de 2015

El libro cerrado

JETTE A. KAARSBOL



  • Traductora: Ana Sofía Pascual Pape
  • Nº de páginas: 585 
  • Encuadernación: Tapa dura
  • Editorial: LUMEN
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788426416148

                                                          MI OPINIÓN
"El libro cerrado" es una novela con unos personajes peculiares envueltos en una trama a ratos compleja pero siempre entretenida.

En dos líneas temporales, una en 1930 y otra a finales del XIX, nos van a contar la historia de Federikke, una mujer que rompe el compromiso con un hombre al que no ama para casarse con otro al que no quiere. Sí, hay gente así de rara y para raros los personajes de esta novela que por otro lado son lo mejor. Complejos, peculiares y magnéticos nos atraparán para mantenernos pegados a las páginas de esta novela que poco a poco nos irá situando en el tiempo y en el espacio pero que sobre todo disecciona con meticulosidad el alma y los pensamientos de los seres humanos que transitan por ella.

Una vez más os recomiendo no leer la sinopsis del libro. Debería estar tipificado en el código penal destripar argumentos en las contraportadas. Ahí lo dejo.

Imaginad por un momento que a Jane Austen se le cae la capa de almíbar y caramelo que recubre sus obras (que ella pensaría que no, pero la tenía) y de repente le da por destapar y desnudar de verdad a sus personajes sin cortapisas y sin censuras. Vale, no imaginéis nada porque eso ya lo ha hecho la autora de esta novela.

A través de un narrador omnisciente de los que parece que está presente en la escena aunque no se trate de ningún personaje, vamos conociendo toda la historia y el retrato de la sociedad danesa de la época en la que ya empiezan a querer luchar por las libertades. Sin embargo, aunque está muy bien reflejada y resulta interesante, lo mejor sin duda es la vida de los personajes, las relaciones entre ellos, matrimonios de conveniencia y convenientes, infidelidades orgánicas, amistad y muy poco, pero que muy poco amor queda expuesto sin tapujos.

Muy buenos también son los diálogos que también sirven para conocer a los personajes y para hacer avanzar la historia.

Con un lenguaje cuidado pero directo, en el que se cuelan algunas escenas muy evocadoras y con el uso de símbolos asistimos al crecimiento de este personaje Frederikke con el que no necesariamente vamos a empatizar porque a veces dan ganas de darle un soplamocos y otras es para odiarla directamente. Su marido se salva a medias pero la palma del odio se la va a llevar sin  duda el cuñado.

Y sí, me he tenido que enfadar al final, mira que no quiero ponerme de mal humor pero es que hay autores que si no te tocan la viola no se van a gusto. Y es que después de llevarnos por la historia con un ritmo tranquilo muy apropiado, al final le entran las prisas y parece que se le va a acabar el papel. De repente y como ya ha ocurrido en otras tantas novelas aparece un personaje que viene a contar un montón de cosas y todo queda como embarullado y atropellado. Y encima, no a gusto con eso, nos habla de una carta que según palabras del narrador "ya no tiene sentido leer". Mira, guapa, ¿tú nos has visto la cara de tontos o qué? Cualquier lector sabe que cuando un autor hace eso es porque no ha sabido escribir esa carta, no le ha salido todo lo bien que quería. Si es así, cállate y no digas nada.
Si no fuera por lo que he disfrutado con las aventuras de estos personajes le ponía un cero y me quedaba tan ancha.
Pero no sería justo, la novela merece mucho la pena. Tiene unos toques de humor muy buenos y aunque narrada con un lenguaje muy actual, con pocos detalles muy bien escogidos crea atmósferas muy concretas y te hace viajar en el tiempo. Los personajes crecen y evolucionan y algo sí que queda de ellos.

Muy recomendable para leer algo diferente aunque no sea el colmo de la originalidad y salir de tanta novela que parece hecha con molde.

PUNTUACIÓN: 4/5 pasa por ser la primera vez...


lunes, 30 de noviembre de 2015

La joven de las adelfas.

  • CHITRA BANERJEE DIVAKARUNI


  • Traductor: Ana Becciú
  • Tapa dura: 392 páginas
  • Editor: B; Edición: 00001 (16 de septiembre de 2015)
  • Colección: BN.
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8466656863
  • ISBN-13: 978-8466656863

                                            MI OPINIÓN
"La joven de las adelfas" es una entretenida historia de amor, secretos y chantajes salpicada con algunas pinceladas de cultura india.

Me gustaba mucho esta autora desde que la descubrí en "Mi hermana del alma", me gustaba cuando sus historias estaban empapadas de cultura india, te transportaban al país, te hablaban de un mundo muy diferente. Gustaba es la palabra clave.

En esta nueva novela de la autora viajamos a Calcuta, Korobi es una muchacha buena y huérfana que se ha criado con sus abuelos en una encantadora mansión que se cae a pedazos y que está a punto de casarse con un muchacho rico de esos que le gustan a todo el mundo y viene la chica más normal y más sencilla y se lo lleva de calle. Por supuesto es rico y está rico, qué menos. Pero todo está a punto de irse a tomar por saco cuando la chica descubre una cosa que ni en vuestros mejores sueños ni peores pesadillas llegaríais nunca a imaginar.

Empezamos bien, sí, muy bien. Tenemos ambientación evocadora y exótica de esa que tanto nos gusta y que nos saca de nuestra rutina y nuestro ambiente cotidiano. Disfrutamos con los primeros compases de esta obra, de ritmo constante, de lenguaje sencillo y contada de una forma un poco extraña ya que salta de la primera persona que es Korobi contando lo suyo a la tercera cuando ella no es la protagonista. Es un poco desconcertante el cambio al principio, inesperado y sin nada que lo indique pero enseguida se acostumbra uno.
La cultura india está presente, las costumbres y los valores sobre todo familiares, pero cuando la historia llega a su punto fuerte, cuando empezamos a vislumbrar de qué nos quiere hablar la autora, todo eso queda diluido. Y se convierte en algo que podía estar sucediendo en cualquier parte del mundo.

Los personajes, tanto la chica como su abuela, futuros suegros, prometido y demás habitantes de la novela están muy bien construidos, tienen todos un carácter muy concreto y actúan conforme a es carácter casi todo el tiempo. 

Digo casi porque es cuando entramos en el ojo del huracán cuando todo se diluye un poco, aparecen en la trama algunas inconsistencias que ya no podemos dejar pasar por muy literarias que sean, todo está sucediendo en un mundo real y algunas no tienen mucho sentido y hacen que la historia no sea muy verosímil. Creo que no vale todo y si se pone hay que argumentarlo bien y sustentarlo en una base sólida. Es que si no te empiezan a salir los "venga ya" y ... Por poner un ejemplo yo diría que pasar una semana en un país no es para considerar que has visto mundo y ya sabes todas las respuestas y lo que quieres. 

No ha sido una mala lectura, de hecho me parece buena, mantiene el interés, va dejando por el camino algunas incógnitas a la vez que resuelve otras. Va aumentando la tensión hasta que parece que todo va a volar por los aires consiguiendo un buen momento de suspense.
Sin embargo no ha tenido el encanto que yo esperaba, y ahora me diréis "¿Y qué culpa tiene la escritora de lo que tú esperas?" pues no sé, alguna tendrá, digo yo. Es culpa suya haber sido una más y no haberle puesto su sello.
Porque así como las partes de acción están muy bien narradas, con buen ritmo y un lenguaje directo. Hay partes emocionales que se resuelven con la misma frialdad y desapego y ahí es donde se ha perdido el toque Divakaruni. Para algunas cosas son como demasiado fáciles y da la sensación de que se salta pasos.

En conclusión una novela muy entretenida para pasar unas cuantas tardes de lectura sin esperar más.

PUNTUACIÓN: 3/5 ¿dónde estás?





lunes, 23 de noviembre de 2015

La Guillotina #8. La ecuación del amor.

ISABELLE COUDRIER

    

    Traductor: María Méndez Gómez

  • Tapa blanda: 928 páginas
  • Editor: Lumen; Edición: 001 (14 de febrero de 2013)
  • Colección: LUMEN
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8426420842
  • ISBN-13: 978-8426420848
                                                  QUÉ DECIR...
"La ecuación del amor" es una novela que constituye un sinpropósito sin parangón, más de novecientas páginas a la deriva para hundir una historia que podría haber sido un gran relato.

Hay veces que nos empeñamos en estropear las cosas y lo conseguimos como nadie, incluso parece que ponemos más empeño y esfuerzo en perder que en ganar y esa es la sensación que he tenido al leer esta novela.

Dos años, sí, nada más y nada menos que dos años y siete meses he tardado en leer esta novela que compré con toda mi ilusión el día del libro de 2013, y debo decir que hasta que no la terminé ahora pensaba que hacía mucho más. No quiero pensar qué significa eso.

Y mi ilusión estaba justificada, unos personajes muy normales, Louis y Sylvia que se encuentran de nuevo tras unos años de idas y venidas, que nos van a relatar su historia, una historia contemporánea, de las que reconocemos, de las que nos llegan por la familiaridad de los sucesos, un paseo por una época no demasiado lejana pero que ya nos gusta recordar con cierto cariño o apego. Las matemáticas, el cine, gente que se revela contra su determinado destino haciendo caso a una pasión. Y una autora que maneja el lenguaje con maestría, que conoce todas las herramientas de su oficio pero que se revelará como una pérfida ladrona de sueños, ilusiones y tiempo. Escribiendo es igual que un japonés bailando flamenco, lo hace como nadie, con una técnica sin tacha pero no consigue que sientas nada, no llega.

El principal problema de esta historia es que no tiene emoción. Los personajes principales, Louis y Sylvia concursan en un campeonato mundial por caernos mal y hacen tablas. Se empeñan en estropearlo todo. Ella acude a una fantasía para evadirse de su realidad, esa fantasía es imaginarse como una enferma en el balneario de Davos, lugar donde transcurre la novela "La montaña mágica" de Thomas Mann (flaco favor porque no se pueden tener menos ganas de leer un libro), Louis ni siquiera se molesta en imaginar nada y lo único medio emocionante que hace es ir a Cuba a contratar una prostituta por aquello de no morir sin probar. No voy a hacer ningún comentario al respecto y por respeto a estas mujeres.
Junto con ellos un elenco de personajes, familiares, amigos y apegados varios que lo mejor que hacen es huir de ellos en cuanto pueden.

El narrador es casi siempre uno omnisciente en tercera persona salvo algunos pasajes narrados por los protagonistas en primera persona, no sé a qué obedece uno u otro, es algo que parece aleatorio o que igual por darle emoción, no sé, no sé qué quería contar esta mujer ni por qué. Si tuviera que elegir un tema para definir este libro diría que es: Cuánto de malvado puede llegar a ser un autor.

Y con gente tan maja y magnética paseando por estas páginas podíamos acogernos a la ilusión de encontrarnos una trama que ¡oh, milagro!, a veces parece que arranca y ahí vamos emocionados hasta que la autora se da cuenta de que está empezando a hacer una historia más normal y le entran los mil males, entonces retuerce la trama para que no vaya bien, la fuerza de forma tan antinatural que hace daño y se pierde la humanidad que habíamos comenzado a atisbar.
Es ésta, pienso yo, la principal razón por la que van a abrirse varias líneas argumentales que serán abandonadas a mitad del camino como muebles viejos, que no se resolverán nunca y caerán en el olvido. 

¿Por qué seguir leyendo un libro así, por qué aguantar más de 900 páginas? Buena pregunta que no voy a responder. No me miréis así, ¡No lo sé! Supongo que por vergüenza, por aquello de que el libro no me venza, porque igual puedes pensar que si lo cogiste fue por algo y ese algo está a punto de aparecer.

Y casi al final, en la tercera página empezando por atrás, la autora termina por reírse del lector, "Se puede vivir sin que la vida aporte ninguna solución, ninguna respuesta a ningún interrogante..."
Ya te vale guapa, haber avisado en la contraportada, o en las primeras páginas pero del principio. Es que hasta para eso has sido malahe, no solo con tus personajes sino con tus lectores a los que no has dejado ni un solo resquicio de aire libre.
Ni siquiera al final, un final abierto como una puerta sin cerrojo, qué digo cerrojo, como una puerta sin puerta, eso es un socavón en medio de la trama. Así, sin más porque de repente se cansó de jugar, nos dice que imaginemos el futuro de la pareja, pero que no vayamos a pensar que van a ser felices y les va a ir estupendamente.

Pues ¿sabes qué te digo? Que si lo fueron, que están encantados de la vida desde que tú los has dejado en paz.

Y sí, también puede ser que esto me haya quedado grande, que no haya sabido captar el maravilloso mensaje que ocultaban estas páginas, por supuesto, invitado está quien quiera recorrerlas y alumbrarme después. Yo esperaré aquí en mi rinconcito.

Me vais a permitir que le deje el honor hoy a Yossi de dejar caer la cuchilla ¿sí? Venga, que sé que querías...

lunes, 16 de noviembre de 2015

La luz que no puedes ver

ANTHONY DOERR




  • traducción: Carmen Cáceres y Andrés Barba
  • Tapa blanda: 664 páginas
  • Editor: Suma De Letras; Edición: 001 (26 de marzo de 2015)
  • Colección: FUERA DE COLECCIÓN SUMA.
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8483657619
  • ISBN-13: 978-8483657614
  •                                           MI OPINIÓN
  • "La luz que no puedes ver" es una novela emotiva, dotada de gran sensibilidad que trata de mirar las pequeñas historias que hay tras los grandes acontecimientos.

Tenemos niña francesa ciega, huérfana, curiosa y encantadora que se pasa los días con su padre que trabaja de cerrajero en un museo en el que se conserva un diamante con leyenda. Del otro lado, está el chico alemán que vive en un orfanato con su hermana a cargo de una mujer que los trata muy bien. Pintan bastos, hay pobreza y miseria, falta trabajo y por ende medios para subsistir. Sin embargo, se siguen teniendo sueños, esperanzas y el niño es un genio de la física que se pirra por las radios y quiere librarse a toda costa de un futuro en la mina. De repente aparece alguien que consigue que las cosas cambien y mejoren, que todos tengan trabajo, comida que llevar a la mesa, un mundo mejor. Sin embargo, ese personaje se cobrará su precio, ya sabéis quién es y cuál es su historia, el del bigote.

No se juega con el corazón del lector de esta manera, resulta que empiezo a leer, me gusta cómo escribe el autor, su prosa es muy delicada, como si acariciara las palabras al escribirlas, las elige con cuidado y va colocándolas en el texto como si se tratara de piedras preciosas. Todo suena perfecto, no sobra ni falta nada, llena de simbolismos.
 El libro se divide en varias partes, empieza poniendo la fecha al principio de cada una, luego hay un título y una narración muy corta, a veces apenas un par de páginas y otras un poco más. Y toda emocionada, veo que salta del 41 al 44 y digo, qué bien, se acabó la guerra, o está a punto de acabar. Parezco nueva, se me caen encima los palos del sombrajo cuando al siguiente capítulo veo que volvemos para atrás al 41. No me he librado. Lo malo es que después de ponernos en una situación tensa al inicio, resulta que se va a pasar 500 páginas contando cómo llegaron hasta allí.
No es justo, me enfadé pero después me recuperé. Los personajes y el libro me miraban desde el escritorio, me llamaba y tuve que volver.

Sin duda alguna los protagonistas principales son Marie Laure y Werner, son poco más que niños y como dice un personaje casi al final tuvieron que "hacerse mayores antes de crecer". Cómo esos niños maduran, se enfrentan a la circunstancias que les han tocado, a vivir una guerra y abandonar sus sueños y todo lo que esperaban de la vida porque todo se ha ido a la mierda. Junto a ellos están el padre de la chica, el tío abuelo y una mujer que hay en la casa en la que se van a vivir cuando huyen del París ocupado. Del lado del niño está su hermana Jutta, la mujer que ejerce casi de madre, Frau Elena, amigos y demás. Como digo todos los personajes son muy humanos, están muy bien perfilados y resulta muy agradable leer sobre ellos. Nos importan como si fueran personas que conocemos de verdad.

A lo largo del libro nos encontramos pequeñas historias dentro de la trama principal, cosas pequeñas que sucedieron y determinaron su forma de entender después la vida. Agradezco mucho que el autor no se haya recreado en el tema guerra, ni campos de concentración y atrocidades varias. Se ha centrado en estas dos historias que acaban cruzándose, que intuimos desde el principio lo que va a suceder pero queremos saber cómo porque los personajes nos han atrapado.

El punto fuerte de la novela para mí ha sido las descripciones que hace cuando el narrador omnsiciente en tercera persona se pone en la piel de Marie Laure y lo describe todo a través del resto de los sentidos y se fija en cosas que normalmente no prestamos atención los que podemos ver. Crea con eso un mundo más completo y te hace pensar en todos los detalles que a menudo nos pasan desapercibidos.
Tampoco nos volvamos locos, no todo el día podríamos estar a ese nivel de percepción pero está bien hacerlo durante la lectura. La verdad que es toda una lección para los que pretendemos escribir, de cómo describir lugares y sensaciones.

Tengo que decir que la historia del diamante se me ha quedado coja, si la piensas bien tiene algunos baches que durante la lectura no percibes, al menos yo no, porque estás a otras cosas más importantes. Vamos, que el padre de la niña podría haber hecho una cosa y nos hubiera dejado sin libro.

Por último tengo que ponerle al libro un PERO como un campano. De verdad, es que qué necesidad hay, digo yo, de despilfarrar el papel de esa manera. Porque las seiscientas y pico páginas que tiene se podían haber quedado tranquilamente en 300. Para qué pone tanto título este hombre antes de contar algo, una página entera para poner solo una fecha, páginas en blanco de vez en cuando ¿para qué, no saben que tenemos libretas súperchulas y cosas donde apuntar? Y luego claro, con esos capítulos tan cortos, pues cada poco nos encontramos con hojas solo escritas a la mitad cuando empieza uno y a veces incluso menos al terminar. En serio, es que señores de las editoriales, vale ya. 

El final, aunque me ha gustado tengo que decir que ha sido quizás demasiado largo, pese a que hay capítulos que sirven de cierre, otros simplemente se van como desvaneciendo sin más y sin aportar nada importante.

En fin, que recomiendo la lectura a gente que le guste emocionarse un poco, que le hagan un pellizquito sin llegar a doler, que quiera ver "Toda la luz que no podemos ver" como dice el título original (capón para el traductor) y la inocencia reflejada en los ojos de una niña ciega, a los aficionados a las historias tipo "La vida es bella" y los cuentos.

PUNTUACIÓN: 4/5 ¿y a ti qué te pasa con los títulos? Pesado.


lunes, 9 de noviembre de 2015

Tierra de brumas

CRISTINA LÓPEZ BARRIO




  • Tapa blanda: 400 páginas
  • Editor: Plaza Y Janés; Edición: 001 (3 de septiembre de 2015)
  • Colección: EXITOS
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8401015375
  • ISBN-13: 978-8401015373
                                                          MI OPINIÓN
"Tierra de brumas" es una historia entretenida envuelta en la bruma de las leyendas y mitos mágicos con una ambientación perfecta.

Valentina es una niña de doce años que tras quedarse huérfana llega procedente de La Habana al pazo gallego donde vive su abuela. la trama se centrará en el relato de su abuela sobre la historia de la familia combinado con lo que sucede en la actualidad.

Contada en tercera persona por un narrador omnisciente la historia atrapa por su excelente ambientación que logra transportarte a las tierras brumosas donde transcurre la acción salpicada con elemntos mágicos, leyendas y tradiciones propias de la cultura gallega. A veces incluso da la sensación de que estamos leyendo un cuento. Solo por eso me ya vale la pena la lectura. Una lectura muy dinámica gracias al equilibrio entre la narración y los diálogos que le dan vida a los personajes. Unos personajes bien perfilados pero de forma superficial, se les ve venir y está muy claro qué tipo de persona es cada uno de ellos. En este caso a mí me ha parecido que se centra más en hechos que en personas. Y la verdad es que ha quedado bien.

Se trata de un relato en el que tendrán cabida el amor, la venganza, la traición junto con la locura, la maldad y ese toque mágico que en varias ocasiones es el principal protagonista y determinante.
Es el libro ideal para evadirse, la parte presente es menos interesante pero no quiero decir con esto que esté peor trabajada. Se trata de descubrir el pasado de la familia y aquí tengo que decir que la novela pierde encanto porque la historia es un poco la de siempre de estos casos y ya cansa tanto "hijo, este no es tu padre" y ese tipo de secretos, ¿cuándo se van a inventar algo nuevo?
En algunos tramos los diálogos están incluidos en los párrafos descriptivos y a mí eso me suena raro, no me gusta porque me da la sensación de que la autora se cansó de poner guiones y organizar las frases y además se pierde información. Aunque después en una entrevista en el blog de Marisa explica que no es así, que es intencionado. Pero uno no tiene por qué leer los making of de las novelas, como dijo alguien  un día: "si tengo que explicarlo es que no lo he hecho bien". Eso y algo que ocurre al final que me pareció un cierre inmerecido por lo banal que resulta es lo que menos me ha gustado.

Una lectura que en principio podría parecer ideal para tardes de otoño de manta y sofá pero que en cualquier momento que la leas entrarás en ella y la disfrutarás. Muy recomendable para no pensar en otras cosas.

PUNTUACIÓN: 3,5/5 porque me da la sensación de que te has guardado cosas.


lunes, 2 de noviembre de 2015

El Estrecho del Lobo.

  • OLIVIER TRUC
                                          
  • Traductor: Joan Riambau Möller
  • Tapa blanda: 480 páginas
  • Editor: Destino; Edición: 1 (6 de octubre de 2015)
  • Colección: Áncora & Delfín
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8423349934
  • ISBN-13: 978-8423349937




                                                       MI OPINIÓN                                    

"El Estrecho del Lobo" es una novela de intriga con un trasfondo social y cultural muy interesante que puede sacudir conciencias y desmontar tópicos.

Si nos dicen Laponia, renos, paisajes nevados enseguida podemos pensar en el hombre de rojo que reparte regalos a bordo de un trineo mágico. Sin embargo, cuando la historia trata de muertes en ese lugar, de las duras condiciones de vida y del conflicto de intereses generado con la excusa del progreso, la cosa se tuerce.

Laponia es un lugar aquí inhóspito donde conviven de mala manera aquellos pocos que aún se aferran y defienden sus costumbres ancestrales y la cría de renos con los que ven en las explotaciones petrolíferas un futuro mejor y el símbolo del dólar se dibuja en sus pupilas. ¿Quién tiene razón? Ahí está el conflicto, unos y otros tienen argumentos que podrían hacer inclinar la balanza de su parte sin embargo, es casi imposible encontrar una solución que contente a ambos lados. La forma de defender esos argumentos será cuestionable y es lo que dará origen a esta historia.

A través de un narrador omnisciente en tercera persona y unas cartas que se intercalan al principio de algunos capítulos, el autor pone sobre la mesa esta historia que contiene lo mejor y lo peor de lo que es capaz el ser humano. No podría decir que es totalmente imparcial, pero eso tampoco es un
obstáculo para disfrutar de esta historia que nos lleva de nuevo a las abruptas e inhóspitas tierras
cercanas al Círculo Polar, dotadas por una parte de gran belleza por otra imponen unas condiciones de vida tan duras que acaban por determinar el carácter de sus habitantes. A veces tendremos la sensación de que aquí lo que hay son malos y menos malos. No hay espacio ni tiempo para sueños ni romanticismos, solo para luchar por sobrevivir día a día.

Recuperamos en esta historia a los policía de renos, algo que yo no sabía que existía hasta que leí la anterior novela de Olivier Truc, Nina y Klemet, los personajes más amables de esta historia llena de giros, conflictos y aristas. A raíz de la muerte de un joven ganadero inician la investigación pese a que pareció un accidente y ya sabemos que todo lo que parece un accidente en literatura no lo es. Se descubrirá una complicada red de intereses y manipulaciones entrando en juego importantes compañías petrolíferas y ya se sabe lo que pasa.
Junto a estos dos personajes, perfectamente perfilados aparecen el resto de habitantes e implicados, todos tienen su razón de ser, sus motivaciones que llevan de forma natural a su comportamiento. Los malos son malísimos y no podemos evitar desearles mala ruina pese a que hay un intento tibio del autor por justificar a alguno de ellos.

Aunque el peso de la novela recae sobre la acción, la intriga y la investigación de la muerte del ganadero y otras más que se producirán después, cabe destacar todo lo referente a la cultura sami, para mí tan desconocida, a las tradiciones y creencias representadas sobre todo en el personaje de Anneli, mujer fuerte y decidida, que se lleva quizás el papel más amable. También tiene esta novela una parte más emocional que tiene incluso algún destello de ternura cuando trata el pasado de Nina y
la relación con sus padres.

Otra faceta importante será la luz. La historia transcurre en la primavera cuando los días se extienden hasta el infinito. Muchas veces hemos oído hablar de cómo afecta negativamente la falta de luz, incluso muchos hemos vivido esa sensación pero ¿qué pasa cuando hay demasiada luz?

En definitiva una novela que aporta muchas cosas además del entretenimiento y que puede llevar a reflexiones interesantes. Muy recomendable para los adeptos de la novela negra, y para lectores en general.

PUNTUACIÓN: 4/5 falta gente buena.

Agradezco a la editorial el envío del ejemplar.


lunes, 26 de octubre de 2015

Francis Ford Coppola



Este post es solo para muy cinéfilos o insomnes.

Se abre el telón, se apaga la luz y una voz en off anuncia el comienzo del encuentro de Francis Ford Coppola con el público. En la pantalla se proyecta un corta pega cutre sin ningún valor artístico de las películas del homenajeado ( ¿esta gente no ve los Oscar, ni ha estado nunca en Disneylandia?)La suerte es que el buen hombre no lo ve porque espera entre bambalinas a salir. El primero en aparecer después de ese montaje que lo debieron sacar del rincón del vago, es el director Rodrigo Cortés, encargado de terciar en el encuentro que anuncia la presencia de una ilustre invitada, la reina. Desde donde yo estoy no se ve, bueno, en realidad desde ningún sitio casi porque la mujer está tísica, que apetece darle una palmera de chocolate, así que no sé qué vestido lleva ni cómo la han peinado y tampoco me importa, para qué nos vamos a engañar. Le damos un aplauso corto para que pueda salir ya lo que estábamos esperando.

Por fin aparece el genio, todos se apuran a sacar sus móviles última generación y yo, como un viajero en el tiempo saco mi libreta y mi boli. Un hombre orondo, que viste un traje arrugado que no le abrocha y un calcetín amarillo y otro rojo ¿intencionado o no? Da igual. Es un genio, de los mejores en lo suyo, entra con humildad y sin darse importancia. Conecta con el público desde el minuto 0 por eso, porque viene a compartir lo que sabe.

En el escenario hay un sofá y un sillón demasiado bajo en el que no se revuelve el pobre hombre. Entre los dos muebles, una mesa redonda pequeña con dos vasos de agua y un traductor que no le funciona o a lo mejor sí pero nadie se molestó en explicárselo. Rodrigo sale como puede del apuro y le dice que él le traducirá las preguntas.

Tras el típico momento peloteo me arrodillo ante usted, viene la primera pregunta del conductor del homenaje. Antes de contestar, Francis se queja de la oscuridad del teatro, solo hay un foco amarillo que ilumina el centro, no puede ver el sitio ni al público con el que se supone se iba a encontrar. Los organizadores están a por uvas en la parra y no cogen la directa que les tira.

Lo primero de lo que habla es del miedo al fracaso y a que salga mal un proyecto.
"Siempre tienes miedo. Todos los que nos dedicamos a algo relacionado con la creatividad lo tenemos, es necesario. Pero el miedo no nos detiene. Todo es posible para todos.  El fracaso es parte del aprendizaje, lo que salga mal será útil la próxima vez.

Muchas veces veo gente ya mayor que se lamenta de no haber hecho cosas, que dice: ojalá hubiera hecho esto, o lo otro. A mí eso no me pasará, he hecho lo que quería hacer, he hecho películas, he visto a mis hijos hacer lo que querían, he viajado por el mundo, tengo mis negocios. He hecho y hago tantas cosas que no me enteraré cuando me muera porque estaré ocupado."
"La gente tiene que estudiar lo que le guste. A partir de lo que amas llegarás a lo que tienes que hacer. Todo lo que estudias y lo que haces será útil en algún momento aunque no te lo parezca cuando lo estás haciendo. Al final, llegará y nada será desperdiciado."

Un vídeo infame sobre las proyecciones que se han hecho de sus películas durante la semana en distintos lugares, Drácula en una iglesia, Rebeldes en un autocine..., con imágenes de la organización del evento. Francis, que al principio estaba sentado normal se tira a un lado, con el brazo colgando en un lado del sillón, como un domingo de otoño de esos que no te quitas ni el pijama y se quiere morir. Estoy segura de que no le va a pedir el curriculum al que montó ese vídeo.

Después empezaron las preguntas del público, esas preguntas que tenías que mandar un mes antes y alguien escogía las mejores o las de sus amigos, que estas cosas ya se sabe cómo van. Una vez más, aprovecha para tirar la caña y dice que le gustaría ver a la persona que le habla. Después de varios intentos, no creáis que a la primera encienden la luz, creo que después de la tercera pregunta porque no eran capaz de enfocarlo con un foco. Entonces dice " oh, por fin lo veo, qué teatro más bonito y qué público más guapo."

La primera pregunta es ¿Qué película le marcó más y cuál fue la que le hizo querer hacer películas? Aquí tengo que decir que Rodrigo se la tradujo mal y solo se quedó con qué películas le han impactado y cuáles fueron las primeras que vio.

"La primera película fue "Blancanieves y los siete enanitos" del año de mi nacimiento, debí verla con cuatro o cinco años, desde entonces amé el cine y a las chicas. También "El ladrón de Bagdad"

La siguiente pregunta es sobre el Quijote, libro que dijo estar leyendo cuando le comunicaron lo del premio, si le gustaría adaptarlo al cine y qué novela le gustaría adaptar.

"Conozco mucha gente que empezó ese libro y a nadie que lo haya terminado. Lo que me gustó es la cantidad de pequeñas historias que hay. Es uno de esos libros que sabes que tienes que leer pero no lo has leído. Son grandes clásicos. No leo por trabajo, (a buen entendedor...), leo cada noche y me quedo dormido y duermo muy bien. Si leyera cosas relacionadas con mi trabajo empezaría a pensar en mí mismo, eso me llevaría a otras ideas y no podría dormir.

Me gustaría adaptar un libro clásico que es una versión persa de La Ilíada, la épica de los reyes persas. También Ivanhoe de Walter Scott, ya sé que hay versiones pero daría para una buena película. La raza humana debe estar orgullosa de todo lo que se ha hecho, de todo el talento que ha habido."

Rodrigo Cortés aprovecha el tema para comentar que siempre, o muchas veces pone el nombre del autor del libro en el título de la película como en el caso de "Drácula de Bram Stoker", "El Padrino de Puzo"...

"El trabajo duro lo hace el escritor. Toda película tiene un guion pero el hecho de estar basado en una novela ayuda porque el trabajo importante ya está hecho, la historia pertenece al autor. Solo cuando yo escriba desde cero el guion podré poner "... de Coppola."

La siguiente pregunta es la típica barrida para casa, que si va a hacer peli en Asturias como hizo Woody Allen después de recibir este mismo premio.

"Es muy bonita, este sitio es bonito, la montaña, el mar, pero ni siquiera sé dónde estoy."
 A esto Rodrigo añade: Queda claro qué sitio tenemos ¿no?

Sí, Rodrigo sí, que si este hombre quiere montañas y playa levanta el teléfono o le da a la tecla que sea y mañana se lo construyen en cualquier estudio, y si no, será por playas y montañas...

Ahora viene alguien que le pregunta por el fracaso. Es lo que tienen las preguntas preparadas, que no se pueden cambiar.

"Siempre digo: el fracaso es como una bofetada que te dice: piensa mejor la próxima vez. Cuando tienes invitados a comer haces tu mejor plato, lo que te gusta, lo mejor que puedes y esperas que a tus invitados les guste, si les gusta será un éxito, si no, habrás fracasado. Eso es ser director."

Ahora es cuando llega el temeroso nostálgico que le pregunta si con la desaparición de los pequeñas salas por culpa de las multisalas acabará el cine.

"El cine se puede ver en cualquier sitio. Por supuesto que no va a desaparecer. Cualquier sitio es bueno para ver una película, tanto una pequeña sala, como una grande, estar rodeado de quinientas personas viendo una película es maravilloso. El cine evolucionará. El cine digital puedes tenerlo cuando quieras y te permite verlo cuando quieras. El futuro es LIBRE, podemos tener lo que queramos."

Turno para el típico gafapasta que viene a decir que su peli favorita es esa que no le gustó a nadie, "Tetro", y cómo encaja él eso.

"A la gente no le gusta lo que no entiende, lo que no puede clasificar dentro de un género. No sabe qué está viendo porque hay de todo en esa película. En esa película quise explicar mi relación con mi hermano, si él decía que quería ser médico yo quería ser oculista. Él dijo que quería ser escritor y yo quería ser escritor de obras de teatro.
Este tipo de obras son personales, a mí me ayudan a entender mi vida, necesito hacerlas para saber qué me ha pasado.
Mi hermano no me volvió a hablar después de verla."

Detrás viene la pregunta cotilleo, sobre actores y qué situación es la más surrealista que ha vivido en un rodaje. También, cuándo ha sido la toma que ha repetido más veces.

"Lo más surrealista no lo puedo contar, es algo privado, solo se lo cuento a las mujeres. Los actores son distintos, Robert Duvall solo quiere hacer dos tomas, en cambio, Warren Beatty que es más listo quiere hacer 80, el lío es cuando los tienes a los dos juntos, por suerte, eso nunca me ha pasado. Cada director tiene formas distintas de trabajar, Spielberg dice que la que vale es la primera, hay algo en ella, una frescura que las demás ya no tienen, Allen rueda siempre una triste y otra alegre... todo vale, el problema lo tienes cuando llegas a la sala de producción y ves que todas las tomas que tienes son iguales."

La pregunta estrella: ¿qué favor le pediría al Padrino el día de la boda de su hija?

"Rodar una película en directo"
Algo que ya había hecho en "Corazonada" pero que no salió bien. "Me gustan los musicales, podría cantar las canciones de todas los musicales que he visto."

Le preguntan por sus inicios y los directores a los que admira.

"Orson Wells, Stanley Kubrick y John Frankenheimer que hacía películas de televisión."

"Un día le dije a mi padre que quería ser Astrofísico, me dijo no puedes, le pregunté por qué y me contestó que no podía suspender cuatro veces álgebra. Entonces fui al teatro de mi escuela y me ofrecí a encargarme de las luces y la parte técnica, usé mis habilidades científicas, y así de paso podía ligar con las chicas.

Siempre le digo a los jóvenes: cuando escribes recuerda leer lo que escribes. Puede que no te guste pero el hecho de hacerlo mal no tiene que desalentarte. No leas antes de tener cien páginas. Trabaja duro, escribe todos los días, al menos cuatro horas al día, el trabajo duro da resultado."

En ese momento se queda mirando al techo del escenario y dice:

"Vaya lo que tenéis aquí montado. Sería el sitio ideal para hacer una ópera, sería genial aquí hacer Napoleón con una orquesta sinfónica" El genio se le había disparado, seguro que de haber seguido se le hubieran ocurrido quinientas ideas en un momento. Traducción: menuda mierda me habéis preparado con este teatro tan chulo y los medios que teníais.

Se acaban las preguntas pero no los despropósitos. Aparece entonces Carlos Núñez, que ha hecho trabajos con él, hasta ahí vamos bien, empieza con la música folk, como el traductor que le dieron no lo puede usar no se entera de nada de lo que explica Rodrigo sobre lo que van a hacer. Después sale uno con un tambor, y otro con un violín. Francis se anima y sigue la música con el pie y la mano, se despierta un poco pero de repente el del violín suelta el instrumento y se pone a pegar botes como un indio cherokee invocando la lluvia. En fin, que estoy segura de que el buen hombre pensó, pero qué tribu es ésta.

Tras el momento musical circense (al menos no pasaron la gorra al final) viene Maribel Verdú a contarnos cómo conoció a Coppola y cómo consiguió su papel en Tetro. Nada, que seguro que si lo buscáis por ahí está, San Google lo sabrá, yo me lo ahorro y os lo ahorro. En ese momento dice Coppola "este cacharro es muy útil si funciona, si no, no vale para nada". Al fin, a alguien se le enciende la bombilla y una azafata sale y le da el traductor funcionando.
Comenta después que fue muy grato trabajar con la Mari, que el actor (no dijo el nombre, igual no se acuerda) que le daba réplica era de los que improvisan porque son del Realismo y la pobre Maribel que de inglés no tenía ni idea se perdía porque solo se sabía su guion y gracias, y el otro también se rebotaba porque ella no lo seguía. Pero bueno, al final salieron adelante entre todos.

"Los actores europeos leen el guion y te dicen: voy a hacerlo así, el actor americano te hace sufrir con él, tienes que animarlo, decirle lo bien que lo va a hacer, y cómo tiene que hacerlo."

El homenaje se acaba, el hombre contento y cansado al final se levanta y recibe una tremenda ovación con el público en pie. El telón se cierra, la magia desaparece y te vas con tu cuaderno lleno de cosas que te inspiran preguntándote si se te habrá pegado algo.

                                                                                                                                               N. B.