lunes, 27 de julio de 2020

Los muertos viajan deprisa

NIEVES ABARCA Y VICENTE GARRIDO


  • Tapa blanda: 448 páginas
  • Editor: B de Bolsillo (Ediciones B); Edición: 001 (11 de abril de 2019)
  • Colección: MAXI
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8490707367
  • ISBN-13: 978-8490707364
                                                                  MI OPINIÓN
"Los muertos viajan deprisa" es un macabro y adictivo juego literario.

A mí, personalmente, me dijo Nieves Abarca que leyera este libro. Así que yo, que soy muy bien mandada (cuando me interesa el mandado) fui y lo compré, lo leí y aquí está.

Según comienza el festival literario de A Coruña de novela negra aparece ya el primer cadáver. Detrás vendrá otro, con un precedente parecido en la Semana Negra de Gijón, y el secuestro de la siguiente víctima. Este es el inicio de este viaje divertido, entretenido y de los que no dan tregua. Valentina Negro, la inspectora infalible, su compañero criminólogo, Sanjuán con el que comparte algo más que delitos y quebraderos de cabeza, otros inspectores, escritores, editores, críticos y todo un microcosmos en el que es difícil distinguir entre víctimas y verdugos completan el reparto.  Otro caso secundario, la fuga de un violador y la puesta en libertad de un miserable proxeneta, le ponen la guinda al pastel.

Capítulos cortos cada uno con su título y agrupados en tres partes y un epílogo es la forma en la que se distribuye esta historia. Contada por un narrador omnisciente que solo tiene ojos para los hechos, narra con eficacia, dosificando la información y dejando cebos y sorpresas cuando son necesarios para mantener al lector pegado a sus páginas. Un lenguaje muy directo, sin adornos, sin ambigüedades, y a veces demasiado desagradable para ir desarrollando una trama que no da tregua. En esta novela no solo los muertos viajan deprisa, la trama también y los personajes se suben en marcha según van apareciendo. Un caso perfectamente construido y con todas las piezas encajadas al final en torno al mundillo literario, con la creación literaria como eje central, y el amor, traiciones, venganza y una manera de entender la justicia irracional y a veces tan desmedida como ilógica.
Casi todos los elementos de la novela funcionan como un engranaje perfecto, no solo la trama, también las localizaciones perfectamente retratadas contribuyen a aumentar la tensión y darle vida al relato, los diálogos, no más de los necesarios, alternan con la narración en un buen reparto de espacio.

Y también están todos los elementos que toda buena novela de ficción debe de tener, porque para eso está la ficción, es decir, policías que están en la parra, civiles que de repente tienen una chispa de iluminación y se les ocurre la solución al problema, malos que se dejan el cerebro en casa y aun así fallan en su misión porque les da por pensar en el momento más inoportuno y buenos con mucha suerte. Todo eso lo aceptamos los lectores cuando está al servicio de una buena historia.

Lo tengo que decir, lo siento mucho pero es que así lo he percibido. Pero los personajes son, como lo diría, como fabricados en serie, son ciento y la madre pero parece que los han fotocopiado, como cuando te dicen ¿cuántas copias quieres? En los masculinos hay un poco más de variedad física. Los femeninos son todos iguales, mujeres de rompe y rasga, guapas y atractivas, expertas amantes que doblegan a cualquier hombre con un simple parpadeo, da igual la profesión o el papel que les hayan adjudicado, todas tienen esas características. El único personaje mejor retratado y que se merece una buena nota es el asesino.
Con el asesino, los autores se han esforzado y han hecho un perfil psicológico complejo y le han dado consistencia. Los demás, son sombras planas. Y me ha dado pena, porque todo lo demás es tan bueno... La trama referente a los asuntos personales queda sosa. Si lo que querían era rebajar un poco la tensión bastaba con que hubieran dado un paseo o fueran a cenar sin meterse en más jardines. Las relaciones personales no me han gustado, no me las he creído. Como tampoco me he creído que una periodista que estudió y tiene 26 años, lleve muchísimos años trabajando y tenga callo, si las matemáticas no me traicionan y teniendo en cuenta que antes de su trabajo actual tuvo otro, como mucho llevaría tres o cuatro años. Que una cría que no pesa cincuenta kilos pueda con dos tíos como armarios de esos que no están donde están precisamente por su expediente académico es cuanto menos, curioso. Las escenas de sexo son pornográficas, vale que a veces se trataba de algo que no tenía nada que ver con atracción y sentimientos y podría ser así, pero no todas, me han sobrado tantos detalles.

Sin embargo me lo he pasado muy bien, porque me ha pasado lo mismo que con las pelis de Tarantino, que como no me las creo las disfruto pero sin sufrir. El caso está tan bien armado que esas cosillas que pueden echarla a perder se pasan por alto. Y también hay que decir que pinta un mundo literario que es un auténtico nido de víboras. Se han quedado muy a gusto estos dos autores, jeje.

PUNTUACIÓN: 3,5/5




lunes, 20 de julio de 2020

El viaje

AGUSTINA GUERRERO

  • Tapa dura: 232 páginas
  • Editor: LUMEN; Edición: 001 (28 de mayo de 2020)
  • Colección: Lumen Gráfica
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8426407552
  • ISBN-13: 978-8426407559

                                                                  MI OPINIÓN             
"El viaje" es un álbum de fotografías y emociones convertidas en hermosas ilustraciones que transmiten paz y buena energía.

Agustina Guerrero, La Volátil, va de viaje a Japón con su amiga Loli. Los lugares que visitan, las pequeñas dificultades, momentos de agobio, de felicidad, de sorpresa y de emoción conforman un relato a través de preciosas ilustraciones.


No es cómic al uso de esos de viñetas ordenadas pulcramente y diálogos y textos encerrados en bocadillos y recuadros, Las ilustraciones se suceden de forma ordenada pero sin encorsetarse en un esquema rígido. Pero al mismo tiempo que Agustina nos muestra los lugares que visita, los que suele visitar cualquier turista que va por primera vez a Japón, también nos cuenta lo que siente, con imágenes igual de expresivas consigue conectarnos con sus miedos, sus temores y un dolor que no consigue manejar.

Solo necesita el color rojo, un rosa fosforito y tinta negra para crear un mundo casi mágico, algo deformado también por un recuerdo que se recrea de forma más perfecta de lo que fue. La soledad y la paz que muestra en algunos lugares son una fantasía, porque en realidad son sitios atestados de turistas y seguro que hay un jaleo de tres pares. Pero no leemos libros para tener tanta realidad sino para evadirnos, ¿verdad? Y con esa función, el libro de Agustina cumple con creces.

Además de mostrar los lugares típicos, nos cuenta experiencias, personas a las que va conociendo, el significado de muchas costumbres que nos resultan ajenas y los mitos que las rodean. Consigue una conexión muy especial con el lector porque ella y su amiga Loly, (que tiene el cielo ganado), son muy humanas, imperfectas, a veces adorables y peculiares. Hacen el viaje que puede hacer cualquiera, no hay esa falsa perfección tan popular hoy en día en redes sociales. Aunque algunas cosas sospecho que están algo fabuladas y desde el punto de vista narrativo tiene alguna que otra pequeña incoherencia, el libro transmite sinceridad y honestidad.

Un libro no solo para leer sino para contemplar. Porque sus dibujos a simple vista parecen sencillos, pero coge un lápiz y un folio y verás que no es tan fácil, y si te fijas un poco, ves que hay multitud de detalles preciosos.

Al finalizar, uno se queda con la sensación de que le ha sabido a poco, de que acabamos de llegar y ya tenemos que irnos.

PUNTUACIÓN: 4,5/5 Agustina, tienes que dibujarnos otro viaje.


lunes, 13 de julio de 2020

Amor

TONI MORRISON


  • Traductor: Jordi Fibla
  • Tapa blanda: 256 páginas
  • Editor: DEBOLSILLO; Edición: 001 (1 de enero de 2020)
  • Colección: Contemporánea
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8497935330
  • ISBN-13: 978-8497935333

                                                                     MI OPINIÓN
"Amor" es una dura historia de supervivencia que atrapa y también marea un poco al lector, que lo zarandea pero sin hacerle daño.

Christine y Heed, las señoras Cosey, viven en una casa que conoció tiempos mejores en Ocean, allí llega Junior, una joven descarriada que busca una vida y responde a una oferta de trabajo. ¿Qué une o separa a las señoras Cosey, qué busca realmente Junior, quiénes son los Sandler? Costará al lector poner en claro las respuestas a estas preguntas a través de una historia que lo transporta a un tiempo ya perdido que tuvo sus luces y sombras en el centro de veraneo de Bill Cosey. Un retrato de aquella sociedad y la de ahora, la segregación racial y una disección nada complaciente de las relaciones familiares.

Toni Morrison es una de los autores de premio Nobel con la que me entiendo, y me entiendo tan bien que le perdono su única traba a la hora de leer. No te deja acomodarte en ningún momento, se lee con cierto grado de tensión constante porque en su relato es muy fácil perderse. Lo mezcla todo, al principio aparecen los personajes y como todo lo cuenta a medias cuesta situarlos, saber quién es quién. Esas medias verdades hacen que el nivel de atención sea el máximo y se pierda un poco de disfrute. 

Salta en el tiempo como si estuviera jugando al Juego de la oca, de repente se salta 20 casillas como retrocede 10. Pasa de una época a la otra, de un personaje a otro sin que medie transición alguna ni indicación, allá te las apañes querido lector, si te pone un punto y aparte ya puedes estar contento. Y hasta aquí la queja.

Porque todo lo demás que tengo que decir de esta mujer es muy positivo, es que es una auténtica maestra de las letras. No sé por dónde empezar. Los personajes, seres humanos que han nacido para perder y que lo único a lo que aspiran es a atrasar la derrota todo lo que puedan. Están llenos de contradicciones, miedos, inseguridades... Son luchadores, intentan amar, se equivocan constantemente, dudan, sobreviven y tienen tantas características como cualquier ser humano interesante de los que andan por el mundo real. No sé cuál es mi favorito, todos son tan necesarios para que la historia funcione que no pueden no existir.
El perfil psicológico, apoyado en lo físico, está perfectamente definido, el de todos y son fascinantes. Pero lo que más me llama la atención porque creo que es lo más difícil de manejar y por tanto de crear, son las emociones. Emociones que están a flor de piel  y que a veces los desbordan.

Los lugares, el escenario, la forma virtuosa que tiene de recrear un ambiente a veces familiar, otras frívolo, impersonal... tiene un abanico de recursos casi interminable. Es increíble la forma en la que te mete de lleno en la historia, cómo llegas a estar al lado de los personajes, viendo a través de sus ojos, horrorizándote con algunas de las cosas que pasan, sintiendo la brisa nocturna o contemplando el atardecer mientras coges aire para el siguiente suceso. Y es por eso que creo que es más fácil que te descoloque cuando cambia de momento o de personaje, estás tan metido en el escenario que no te da tiempo a entrar en la nueva situación.

Y no falta una parte de realismo mágico, pero en plan oscuro, porque no se sale de la dureza tampoco ni hace concesiones en ese sentido.

Cada personaje tiene una historia y juntándolas todas es como va formando un encaje de bolillos para desarrollar la trama principal que como tal no existe, es el conjunto de todas las demás. Unas tramas llenas de giros en los que predominan los momentos difíciles, violencia, racismo, machismo, celos, envidia y todas esas maravillas de las que son capaces los humanos cuando se tuercen.
Y a pesar de todo, hay lugar para la belleza, en muchos sitios, no solo en los lugares sino también en los gestos, en las historias, sobre todo en algunos recuerdos. Aunque en el relato forme un totum reolutum con tramas y personajes, su prosa y su estilo es bello y dotado de gran sensibilidad, por lo aunque le da la puñalada al lector con lo que ocurre, no remueve el puñal en la herida. Es un daño inevitable, como cuando alguien que te quiere mucho tiene que decirte algo que te va a doler, pero no puede evitarlo porque es la verdad y necesitas saberla.

Una novela llena de vida, unas historias que merecen la pena escuchar y esforzarse para seguir los hilos.

PUNTUACIÓN: 4,5/5




lunes, 6 de julio de 2020

Instrumental

JAMES RHODES


  • Traductor: Ismael Attrache
  • Tapa dura: 288 páginas
  • Editor: Blackie (11 de noviembre de 2015)
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8416290431
  • ISBN-13: 978-8416290437
                                                                  MI OPINIÓN
"Instrumental" es una lectura incómoda, una montaña rusa emocional en la que merece la pena viajar.

James Rhodes cuenta su historia, y para saber por qué necesita sacar a bailar a sus demonios tendrás que leerlo. No hay un afán de notoriedad, ni de impulsar su peculiar carrera musical, es otra cosa.

Un mes me ha costado entenderme con este hombre. Y es que no soporto que me digan palabras malsonantes sin ton ni son y a cascoporro, me resulta violento y más aún cuando es alguien a quien no conoces y que está intentando ganarse tu confianza para que le entregues tu tiempo y escuches su historia, eso es lo que creo que los autores hacen en las primeras páginas de un libro. Por lo que abandoné la lectura después del primer capítulo. Pero como se suele decir, los amigos de mis amigos son mis amigos, y si una amiga me dice que le dé la oportunidad a este hombre, pongo un poco de empeño y cedo. Y qué suerte haberlo hecho.

En su infancia sufrió un episodio de esos que yo pienso que no le deben ocurrir a nadie nunca, de los que no se aprende nada, se sufren y se intentan superar y que no me vengan con lo de que de todo se aprende, pues que te pase a ti y aprende tú. Creo que hay un infierno aparte, un infierno premium para los que hacen estas cosas a niños, solo así podrían pagar por ello. Para contarlo usa como digo un lenguaje a menudo soez y molesto pero luego se calma un poco y aunque nunca deja de ser sincero y muy claro, no abusa tanto de esas palabras y expresiones, así que se le consiente.

El libro está dividido en capítulos que llevan el nombre de una pieza musical clásica, en cursiva nos  explica una anécdota sobre la obra en cuestión y su autor, en el mismo tono y sin ahorrar tampoco palabrotas que vengan al caso. Esa anécdota está relacionada en cierta manera con lo que va a contar después en el capítulo. Para gente que sepa mucho de música probablemente no aporte nada nuevo en ese sentido pero estoy segura que la mayoría desconocerán lo que va a contar, yo sabía muy poco a pesar de haber vivido ocho cursos insufribles en un conservatorio. Y no, no preguntéis, porque no tengo talento ni para tocar la pandereta.

Sigue un curso lineal, empieza en su infancia y llega hasta el momento presente en el que escribe. Una historia de destrucción total de la que acaba salvándose por los pelos y por la música, explica cómo lo consiguió, todas las etapas y el difícil camino. No pretende dar lecciones, pero sí un poco de luz y esperanza. Claro que no todos podemos ser talentosos pianistas y tener éxito, pero algún recurso hay por ahí escondido que se puede aprovechar. Y ya que está reparte estopa de la buena a la industria musical sobre todo en el departamento de clásica, tiene una opinión sorprendente sobre la piratería, pero este hombre es de los que le vende una nevera a un esquimal y piensas, oye, pues algo de razón tiene. Y al sistema educativo también le da su parte, ahí tiene razón 100%.

Una biografía que merece la pena leer, que provoca momentos de rabia tremenda, tristeza, inevitable la compasión y cómo no, la comprensión.

Ahora necesito una sobredosis de ficción, todo hay que decirlo.

PUNTUACIÓN: 4,5/5