lunes, 28 de noviembre de 2022

Cinco inviernos

OLGA MERINO

  


  • Editorial ‏ : ‎ ALFAGUARA; 001 edición (20 enero 2022)
  • Idioma ‏ : ‎ Español
  • Tapa blanda ‏ : ‎ 272 páginas
  • ISBN-10 ‏ : ‎ 8420460966
  • ISBN-13 ‏ : ‎ 978-8420460963


                                                           MI OPINIÓN

 "Cinco inviernos" un viaje a los recuerdos de su autora, un relato de supervivencia lleno de aventuras, complicaciones, amistad, que en cierto momento traiciona al lector.

Por ahí voy a empezar, por la traición. Este libro recoge las memorias de Olga Merino que quería ser corresponsal en América Latina y su periódico la mandó a Rusia, la vida tal cual. El caso es que el libro está construido a partir de unas libretas en las que ella iba registrando su vida a partir de 1993, cuando la URSS ya se había descuajeringado y Rusia vivía el cambio, y era muy difícil saber si a mejor o a peor. Pues bien, el caso es que estaba yo tan feliz pasándolas canutas junto a la autora cuando a mitad de libro, va la tía y dice que está omitiendo cosas, rellenando espacios y alterando sucesos. Me sentí traicionada, me parece muy bien que sea honesta y lo confiese y que omita cosas lo asumimos pero yo entiendo que la gracia de registrar sensaciones es recuperarlas en el futuro cuando el tiempo y la memoria ya te las ha manipulado y tener el original de lo que pasó. 

Es una trampa, porque yo me lo estaba creyendo todo tal cual me lo contaba. Me planteé incluso dejar de leerlo ahora que ya no iba a saber si lo que me contaba era así tal cual o algo parecido, pero me pudo la admiración profunda que sintió hacia personas que son capaces de hacer cosas increíbles que yo ni me planteo y que además está muy bien escrito y es muy interesante. 

La narración va alternando extractos de las libretas con textos escritos en la actualidad en los que explica cosas, puntualiza lo que acaba de contar o hace alguna reflexión, que bajo mi punto de vista sobraban como la mitad o así. Su estilo, como buena periodista que debe ser, es directo, muy claro, centrado en lo importante y no se detiene en detalle superfluos. Pero no por eso deja de ser cuidado, con descripciones muy bien desarrolladas que te transportan a ese tiempo y al lugar, a cómo eran las cosas entonces, la lucha por sobrevivir en el día a día, las dificultades y eso que ella era de los que están bien.

Aunque hay muchos acontecimientos políticos de grandes consecuencias y los detalla con precisión, se centra sobre todo en las personas, en cómo viven y cómo se las apañan, se adaptan y tiran sin saber hacia dónde van. Sin olvidar tampoco cómo le afectan a ella, cómo también tiene que sobrevivir y hacer cosas que nunca se habría imaginado que haría de esa forma. También forma una extraña y peculiar familia con otros periodistas y gente que por necesidad va conociendo, su profesor de ruso, el traductor que le ha puesto el periódico para el que trabaja, algunos vecinos, la chica que le ayuda con las tareas de la casa. A todos ellos los retrata con mucho respeto pero nos cuenta lo suficiente como para que el relato enganche, sea interesante y emotivo si es necesario. 

Y mientras todo esto le sucede, ella quiere escribir ficción, también. Pero no le sale. Quiere volver de Rusia, en la que pasará cinco años, con una novela bajo el brazo pero se le pasan los días sin escribir. Apunta en sus libretas, ideas que le surgen como fogonazos para relatos. También anota citas de libros que le gustan, autores sobre todo rusos. La literatura rusa tiene mucho peso también en sus memorias y nos lo va contando, y hace que te apetezca leerlos. Una cosa que no he entendido es cómo no se le ocurrió pensar que viviendo esas circunstancias tan volubles, complicadas, extremas e incluso peligrosas, pues igual la energía no te alcanza para ponerte a hacer creaciones literarias

Golpes de estado en Moscú, la guerra en Chechenia, una fuga en un oleoducto que fue una catástrofe ecológica y una visita a Chernóbil al cumplirse los 10 años del gran accidente nuclear son algunos de los acontecimientos claves que vivió. Buscarse la vida para hacer esos traslados para llegar a lugares en condiciones insalubres, conocer gente interesante que le contó cosas, pelear con la burocracia la mantenían en vilo. Pero también tuvo tiempo para algo parecido al amor, o a menos pasión, hacer amistades y crear un vínculo especial con Cécile.

Me quedo con su capacidad de observación y su manera de contar historias sin juzgar, con respeto, con la mirada y la mente abierta. Sé que ahora hay mucha gente que dice que ser corresponsal ya no es lo mismo, porque todo es mucho más fácil con el internet. Pero bueno, no hay que desmerecer el valor de los que por ejemplo, están ahora en Ucrania. De los que ni siquiera eran periodistas y aparecieron por allí antes de que se organizara el lío y les faltó campo para correr cuando silbó el primer misil, hablamos otro día ( es que nunca falta un puñado de tontos, están por todas partes).

Unas memorias que me han llevado a un país que siempre me causó cierta fascinación, que cuando era una mocosa ignorante quería visitar fascinada por los colores de San Petersburgo, el folclore y la nieve. Pero que es probable que ya nunca vaya a visitar.

Al final del libro hay también un relato de la autora dedicado a Cécile, Presagio. Y una lista de libros que la han acompañado.

PUNTUACIÓN: 4/5

28 comentarios:

  1. ¡Hola!
    te entiendo perfectamente, yo también me hubiera sentido traicionada y eso es una de las peores cosas que le puede suceder a un lector respecto a un escritor. Yo entiendo que se decida hacer una obra como se quiera, todo realidad, mezcla de realidad con ficción o todo ficcionado. Pero para mi gusto, eso se avisa al principio, no a la mitad de la obra, porque entonces no estás ante unas memorias de una autora y es diferente saber que te enfrentas a una cosa o a otra. ¿es eso lo que te fastidió, verdad? y como dices, me resulta incomprensible que, teniendo escritas esas sensaciones, vivencias de un pasado tan interesante, no se limite a la realidad, la historia sería más peculiar aún ¿no?
    A mi también siempre me fascinó ese país, aunque la verdad es que últimamente hasta le he tomado manía y como dices, no creo que nunca lo visite, ya no solo por la manía, por las circunstancias que no auguran oportunidad de hacer turismo por allí.
    ¿Sabes? en circunstancias extremas con mucha presión, hay escritores que sí son capaces de escribir grandes obras, dejar por escrito bocetos de los que después saldrán obras interesantes, sé de algún caso que decían que escribir en momentos así les inspiraba y les ayudaba a sacar el miedo o el estrés a fuera. Si es que, como lectores, escritores hay de todo en la viña del señor..., jeje.
    Me enrollo..., en fin, esta novela creo que no es para mi, no me atrae demasiado el argumento (igual si fuese todo real, sí me atraía mas)
    Besines

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    1. Hola. Claro, es que después de esa confesión de la autora que además dice que ella no cree estar alterando la verdad haciendo esas modificaciones, uno no sabe bien a qué carta quedarse. Desde luego si hubiera avisado desde el principio no pasaba nada, porque ya asumes y yo si la historia está bien contada me da igual que hagan mezclas o se lo inventen todo si quieren. Esas impresiones a tiempo real que hizo en su momento, hace treinta años, con la edad y la experiencia que tenía entonces seguro que ya eran más que interesantes por sí solas.
      En fin, que pese a todo me ha gustado cómo escribe. Por todo lo que cuenta y la cantidad de buenas citas que deja de grandes autores.
      Sí, es verdad que algunos autores sacan petróleo de situaciones así pero si ves que no te sale, a lo mejor es por algo ¿no? Murakami dice que él tiene que sentirse bien y sano para poder escribir. Como bien dices, de todo hay en la viña del señor.
      Por cierto, al final consiguió hacer una novela inspirada en estas vivencias, Cenizas rojas.
      Y sí, aunque la situación actual se arreglara pronto, tendrá que haber cambios importantes para que Rusia sea un destino turístico para mí que suelo buscar sirios tranquilos con el menor riesgo posible y los cambios llevan mucho tiempo.
      Me mola que te enrolle en comentarios, jeje.
      Besines

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  2. Hola, Norah:
    Me pasa algo parecido con las biografías noveladas: no suelo leerlas, porque siempre acabo preguntándome qué hechos son reales y cuáles ficción.
    El libro que nos traes creo que lo dejo pasar, la lista de pendientes me lo agradece jajajaja
    Beso grande.

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    1. Hola Anabel: yo si estoy avisada me da un poco igual siempre y cuando esté bien montada. Pero te entiendo. Un respiro para la lista, que tampoco viene mal
      Besotes

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  3. Al final, disculpa mi torpeza, no me ha quedado claro si esto es un libro de ficción o de no ficción, pero de todas formas no es para mí. Me he quedado boquiabierta con el principio: la periodista pide que la destinen a América Latina y la envían a Rusia, claro, como ambos lugares tienen tanto en común... A mí me parece una venganza del periódico. Coincido contigo en señalar la heroicidad de los reporteros que viajan a lugares tan peligrosos (es una vocación que no tenemos todos los periodistas, ni mucho menos) y en que para escribir ficción literaria hace falta cierta tranquilidad. Besos.

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    1. Es que no me he explicado bien. Son unas memorias pero digamos que las ha limado y tuneado como se dice ahora. Tenía unos cuadernos de entonces y ha hecho algunos cambios para que quedaran más a su gusto entiendo yo.
      Lo curioso es que ella insiste en varias ocasiones en que no sentía vocación de una reportera de guerra. Pero mira dónde la metieron. Le hicieron una 13 14 pero con todas las de la ley, a alguien debió enfadar mucho pienso yo. Además no la trataban demasiado bien desde aquí, en varias ocasiones la dejaron tirada y eso me ha parecido fatal.
      Besos

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  4. Hola Norah, pues no me llama mucho la atención, así que lo dejo pasar. Siento la decepción que te llevaste, es verdad que es mejor que lo avise al principio.
    Un besazo

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    1. Hola, Cris. Pues sí, porque te quedas como con desconfianza. Aunque reconozco que soy un poco rencorosa así que habrá gente a la que no le moleste esto.
      Hala, uno que te ahorras.
      Un besote

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  5. No me llama mucho en esta ocasión, pero ya veo que pese a ese chasco a mitad de lectura, al final la disfrutaste bastante. Y no tenía que caer muy bien la autora al periódico, porque entre el destino que pidió y a donde la mandaron, la pobre...
    Besotes!!!

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    1. Sí, pero hicieron una buena jugarreta pero con par allá que fue y cómo resistió. Por eso seguí con la lectura por mi admiración y porque estaba muy interesante.
      Si no te llama, no pasa nada. Ya habrá otros.
      Besos

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  6. Éste va para la saca, pero ya. Me encanta todo lo que cuentas, sobre todo esa capacidad de observar. Y de contar lo observado, que la gente cree que es fácil, pero ¡ay! cuando uno sabe contar lo visto hace que tú lo veas en technicolor... Qué pena eso que cuentas de Rusia y de que te fascinara y ahora dudes de que puedas visitarlo... Eso me pasaba a mí con China y con la India que, por suerte, he visitado. Digo "con suerte" porque creo que lo de ir a China va a estar muuuuuy complicado por mucho tiempo.

    Un besote, Norah Stepnova

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    1. Hola. Te va a encantar. Es una mujer muy sensible, captaba todo, y qué bien lo describe. Te lleva con ella y cuando te das cuenta estás cobijándote más en la manta porque sientes el frío y la precariedad, el peligro y sobre todo las emociones.
      Es curioso que todo el tiempo insista en que no tiene auténtica vocación de periodista sino de escritora y sin embargo lo pone todo y no escatima esfuerzos en hacer ese trabajo.
      Madre mía, lo de China, yo también lo veo difícil en una buena temporada. La verdad es que China es de esos países que me da miedo visitar, como todos en los que hay una dictadura. Conozco mucha gente que ha ido y a nadie le ha pasado nada pero yo no iría tranquila.
      Lo de Rusia creo que ya lo descarto casi definitivamente.
      Un besote

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  7. A mí no me hubiera molestado mucho la confesión de la autora de estar "omitiendo cosas, rellenando espacios y alterando sucesos". Está bien que lo diga para que una no piense que todo es verídico, pero a partir de ahí, yo me lo tomaría casi como una obra de autoficción en las que ya sabes que he dejado de preguntarme qué es cierto y qué no lo es.
    Me sonaba Olga Merino y he visto que en 2012 leí un libro suyo, Perros que ladran en el sótano, del que no recuerdo nada. Este que nos traes la verdad es que no me llama mucho la atención.
    Un beso.

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    1. A mí a veces también me pasa, que no recuerdo nadade un libro que he leído y al final entiendo que es que no me gustó ni me disgustó y fue una lectura sin más.
      No me hubiera importado la confesión si la hubiera hecho al principio, pero claro, así a medio camino me pilló mal.
      Aun así la salvo. Tengo curiosidad por leer algo suyo de ficción, el que más me llama es La forastera. Ya os contaré. Aunque en este libro hay un relato suyo, es muy breve.
      Besos

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  8. Es un libro que me habría pasado casi seguro de largo, pero ahora no. Por lo que cuentas, merece la pena su lectura. Besos :D

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    1. A ver qué te parece. Algo te habrá llamado la atención, espero que no te defraude.
      Besos ;)

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  9. Querida Norah, creo que yo también me quedaré sin visitar Moscú y San Petersburgo. Es una verdadera lástima, porque comparto esa ilusión infantil de la que nos hablas.
    En cuanto al libro que nos enseñas hoy, me quedo con la lista de lecturas que comparte la autora, creo que en esta ocasión es lo que más me interesa de todo lo que cuentas. No obstante, si me cruzara con el libro probablemente lo leería.

    Un abrazo y muy feliz semana!!

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    1. Querida Undine:
      Nos hemos quedado sin ese viaje, sospecho. Creo que por eso me gusta tanto el Museo Ruso de Málaga, que por cierto sigue funcionando. Pero bueno, la lista de viajes pendientes es como la de lecturas, casi inabarcable y más difícil de manejar.
      Me he quedado con muchas ganas de leer Doctor Zhivago, con el que nunca me he atrevido.
      Uno menos para ti, no está mal darle descanso a la lista.
      Un abrazote y ¡¡feliz semana!!

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  10. Me uno al club de los que lloran por no saber si visitaremos Rusia algún día. Mientras, a pesar de tus alabanzas a la autora, este no me lo llevo. Esa incertidumbre de si es vivencia o imaginación no me mola.
    Un besazo
    Marisa, de Entre mil letras.

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    1. Te quedas un poco como en tierra de nadie. Quiero pensar que en esencia, lo importante sí era real. Creo que el grupo es bastante grande. Qué se le va a hacer.
      No pasa nada por no llevar el libro.
      Un besote

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  11. ¡Holi!

    Me da mucho respeto esa obra, a la vez atracción y rechazo, precisamente porque no sé si me va a fascinar o, como tú, voy a estar tentada de abandonar. Y mientras tanto, sigo dudando.

    Gracias por recoger tus impresiones.

    Besos.

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    1. ¡Holi!
      Creo que en tu caso sería 50-50, habría cosas que te gustaría y admirarías mucho. Y otras con las que no ibas a estar nada de acuerdo.
      Gracias por venir a comentar.
      Besos

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  12. ¡Hola, guapa! Pues después de leerte no sé qué hacer con este libro, si apuntarlo o no. El tema me interesa mucho, y hay que agradecerle a la autora que reconozca que ha manipulado la narración, pero claro, eso como lector te deja un poco con cara de no decidirte a leer una obra que supuestamente es no ficción pero que al tiempo sí lo es, y la verdad, si voy a estar dudando de todo lo que me cuenta... Una vez empezado, como es tu caso, se sigue adelante, pero decidirte a leerlo sabiéndolo de antemano.... Que también te digo una cosa, esta autora ha sido honesta, ¿cuántos nos colarán libros de no ficción supuestamente verídicos con más tijera y ficción que otra cosa?

    ¡Besote!

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    1. Ya te digo, esta mujer por lo menos ha sido honesta. Pienso que no es que se haya inventado mucho sino más bien ha omitido cosas, seguramente las más fuertes, o que las ha moldeado para que resulten más fáciles de leer.
      Si te gusta el tema, yo te lo recomendaría.
      Besos

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  13. Pues ese engaño me deja un poco así como ¿qué? Porque si son sus recuerdos creo que deberían ser fieles. Sí que es verdad que reconoce el engaño pero aún así... No sé.
    Entiendo que pensases en dejarlo aunque veo que al final te mereció la pena seguir.
    Besos

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    1. Sí, me quedo con lo bueno y con el que al menos fue legal y lo reconoció. Pero vaya, mejor la próxima vez que avise antes. Depende de si te interesa el tema y te llama la atención lo suficiente.
      Besos

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