- Traductora: Ana Romeral
- Tapa blanda : 352 páginas
- ISBN-10 : 8491392416
- ISBN-13 : 978-8491392415
- Editorial : HarperCollins (11 abril 2018)
- Idioma: : Español
MI OPINIÓN
"La tristeza tiene el sueño ligero" es la vida misma retratada desde el desencanto pero con esperanza repleta de acertadas reflexiones.
Erri tiene 40 años, una tienda de cómics, una mujer que le anuncia que se va con otro y una familia extravagante y peculiar que le ha marcado y a la que culpa de no tener la vida que imaginaba.
Leer a Lorenzo Marone es tomarse una cocacola o las que pinten con un amigo de los que te cuentan la verdad de lo que ocurre, esa verdad que a veces incluso nos cuesta admitir ante nosotros mismos. No necesita trucos, empieza todo con una reunión familiar en la que se van a descubrir cosas que van llevando a recuerdos que componen la historia vital de nuestro personaje protagonista.
Dividida en capítulos bastante cortos, cada uno con un título que hace referencia a lo que va a contar, desarrolla un acontecimiento de su vida a través del que va a dejar una reflexión. Lo explica todo de forma sencilla, un lenguaje claro y directo que no por ello resulta simple. La mayor parte de la carga dramática se la llevan los diálogos dejando la narración para situarnos en lugares y sobre todo retratar las emociones y lamentos del protagonista. Pese a que en un principio pueda parecer una historia ligera, divertida, hecha de pequeños dramas que todos juntos forman el dramón que a veces es la vida y que tiene cierto aire feelgood, poco a poco va metiendo el pie en cosas muy serias.
Los personajes están dibujados con trazo firme, no tienen secretos para el lector aunque entre ellos se hacen buenas jugarretas. Pero lo bueno es lo humanos que son, lo corrientes y el carisma que tienen algunos y ninguno te causará indiferencia. A pesar de que tenemos la información sesgada porque es Erri, el protagonista, el que lo cuenta todo, sabemos mucho de cada uno porque son todos muy expresivos y tienen un carácter muy marcado. Mi favorito sin duda es Mario, el padrastro de Erri. El protagonista, salvo cierto rasgo, también me ha ganado, es muy comprensible lo que le ocurre, es fácil identificarse con muchas de las cosas que le pasan y empatizar, incluso comprenderlo. Y de la misma manera hay personajes que no me han gustado nada, vamos, que me han caído mal en especial por lo exageradamente egoístas y manipuladores que son.
La trama es el apoyo a la historia emocional del personaje principal. Líos, secretos, amoríos, traiciones, pasiones y sobre todo errores se dan la mano en esta novela. El lugar, Nápoles, un breve paseo por España, escenas bucólicas mezcladas con otras más sórdidas. Una historia en la que los detalles cobran gran protagonismo a veces.
Lo que menos me ha gustado, es la decisión final del personaje que se da un poco de bruces con la intención y con el mensaje que lanza durante toda la novela. Y en especial cómo explica las relaciones amorosas, no compro esa moto. Y un suceso que creo que no venía a cuento, que queda como un pegote por cómo estaban desarrollándose la cosa, se le fue la mano con eso. No, no puedo decir de qué va porque es la "sorpresa del libro".
Lo mejor sin duda han sido las reflexiones de Erri. Muchas de ellas para apuntar y que suelen cerrar cada uno de los capítulos y que expresan sus emociones e ideas respecto a la familia, las decisiones, el futuro, la vida. Bueno, no, eso es lo segundo, lo mejor de todo es haberla leído en buena compañía.
PUNTUACIÓN: 4/5