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lunes, 29 de junio de 2020

A propósito de nada

WOODY ALLEN 


  • Traductor: Eduardo Hojman
  • Tapa blanda: 440 páginas
  • Editor: Alianza Editorial; Edición: edición (21 de mayo de 2020)
  • Colección: Libros Singulares
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8491819959
  • ISBN-13: 978-8491819950

                                                                  MI OPINIÓN
"A propósito de nada" es una lección de vida envuelta en humor, amor y pasión por el cine, genialidad y humildad.

Crear historias es hacer magia con la realidad. Y si además de escribirlas sabes ponerlas en imágenes, con más empeño, instinto y entusiasmo que conocimientos técnicos, de manera que haces soñar, entonces tienes un don que te convierte en genio.

Woody Allen vuelve la vista atrás para contarnos su vida. Lo hace de tú a tú, desde la cercanía, alguien que solo quiere compartir su historia y pasar el rato charlando. Te hace sonreír todo el tiempo y reír a menudo. Trata durante casi todo el relato mantener el orden cronológico de los hechos aunque alguna vez se adelanta y luego tiene que volver pero sin despistar a su amigo el lector.

Solo se te borra la sonrisa aunque la rescata en algún momento cuando tiene que pasar por la tragedia de su vida. Que te acusen de algo deleznable cuando eres inocente tiene que producir un dolor  inmenso, que las investigaciones y los informes de dos agencias muy importantes e independientes demuestren más allá de la duda razonable que no hiciste semejante barbaridad y aun así, quieran seguir acusándote y haciéndotelo pagar, impide que la herida cicatrice. Y aun así, porque sabe que la gente que merece la pena para él habrá sabido escuchar y porque no se merece pagar por algo que no hizo, sigue adelante con su vida y le cierra la puerta a unos enemigos a los que nunca ha alimentado.
Nunca me creí la historia, "algo huele a podrido en Dinamarca". Por eso siempre he ido a la primera sesión del estreno de cada película desde que empecé a seguirlo hace muchos años, madrugué un sábado libre y me tomé un ibuprofeno para hacer la cola durante dos horas y conseguir una invitación cuando visitó mi ciudad, por eso apuntaba sitios que salían en sus pelis antes de viajar a Nueva York y me emocioné al visitar Coney Island. Pero lo confieso, me daba miedo esta lectura. Un poco, porque ¿y si entre líneas asomaba la duda? Un miedo que se fue por el desagüe no cuando contó el episodio sino casi desde el principio del libro. Pero aun así, para los más escépticos y recelosos hay que decir que si leen con ganas de saber la verdad, aquí está todo.  Y aviso, si alguien cae por aquí por primera vez, decirle que aquí se opina pero no se discute, así que si tiene intención de tocar lo que no suena con este tema, borro el comentario y me quedo más a gusto que un ocho tumbado.

Un libro que te llevará por el fascinante mundo del cine y sus entresijos. Te mirará de frente, con sinceridad para que lo acompañes en sus viajes, en la búsqueda de inspiración, por Europa y por la ciudad más bella del mundo para él, Nueva York. Te reirás junto con él y nunca de él, de sus torpezas en las citas románticas, de los disparates que se le ocurren, de los intentos por convertirse en mago y músico de jazz. Conocerás a su familia que es rara donde las haya, tan peculiar que casi parecen caricaturas pero sin serlo. Tantas y tantas historias que se convertirán en momentos entrañables de lectura.

Cuenta con total humildad cómo crea sus obras, cómo llegó a convertirse en director, y actor, su método de trabajo siempre caracterizado por un esfuerzo sin límites, pero sin dejar de creer que al fin y al cabo es un humano más. Puede que no te gusten sus películas y no te interese lo que tiene que contar, pues aun así te recomiendo el libro. No tiene nada que envidiar a cualquier buena novela. Los personajes, la gran historia que es, ese Hollywood que parece que ya se está acabando, y Nueva York, su otro gran amor.

Un libro para leer y visitar porque te acompaña y te emociona, si encima lo haces como yo en buena compañía la lectura se convierte en un recuerdo muy especial.

¿Quién va a hacer las pelis de Woody Allen cuando ya no esté Woody Allen?


lunes, 22 de junio de 2020

Este libro te salvará la vida

A. M. HOMES

  • Traductor: Jaime Zulaika
  • Tapa blanda: 400 páginas
  • Editor: Editorial Anagrama; Edición: 1 (27 de octubre de 2019)
  • Colección: Compactos 50
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8433902520
  • ISBN-13: 978-8433902528

                                                                MI OPINIÓN
"Este libro te salvará la vida" es un cuento necesario cargado de humanidad con sus claroscuros y todos los colores imaginables.

Richard Novack lleva una vida de éxito vacío y necesidades cubiertas pero transita por ella con los ojos cerrados, tras un episodio dramático, los abre y no ve solo sus problemas sino también las soluciones. Es fascinante su despertar, las personas que se va encontrando le muestran un posible nuevo camino lleno de ramificaciones, a veces va a bandazos, otras le toca buena carretera y en muchas vuelve a equivocarse.

Si algo o alguien pudiera salvarnos la vida, seguro que sería un libro. Pero a poco que tacumules ya en la mochila sabes que estas cosas no pasan en la realidad, pero es genial vivirlas durante una lectura. Y si encima te lo cuentan con humor, a través de personajes carismáticos y algunos entrañables, en cierto modo, la vida no, pero un rato sí que estás a salvo.

Un narrador omnisciente nos presenta a Richard Novak, un personaje con el que es fácil conectar, se esté o no de acuerdo con las cosas que hace, pero es él el que tiene que manejarse como pueda con su historia, y tampoco sabemos cómo le hubiera ido si lo hubiera hecho de otra forma. La narración, de estilo directo, brutalmente honesta, a veces sórdida nos invita a acompañar a los personajes pero no a juzgarlos.

Todo el peso de la novela recae en los diálogos, en los que el protagonista tiene con todos los demás personajes que en muy raras ocasiones interactúan sin su intervención y siempre con su presencia. Mención especial se merecen Anhil, el donutero, y Cynthia, la mujer que llora en la sección de verduras de un supermercado. Él tiene respuestas para todo, la frase perfecta en el momento oportuno, y ella es adorable. Son los pilares que sustentan a Richard en su nueva vida, no demasiado diferente de la anterior pero lo bastante para que él se sienta mejor y pueda resolver ciertos episodios que se habían quedado ahí haciéndole un daño tan integrado que pasa desapercibido pero va haciendo mella.
Otros personajes, todos necesarios, como el hijo adolescente de Richard, Ben, Nic, el vecino, Cecelia y Sylvia completan el reparto. Todos quedan expuestos a través de esos diálogos en los que expresan lo que sienten y se comunican. Porque ese es el sentido y la razón de ser del libro, hablar del amor en muchas de sus vertientes.

La narración queda relegada solo a los momentos en los que es imprescindible para describir brevemente un espacio físico, la casa, la tienda de donuts, la habitación de un hotel, y para los acontecimientos que van a trastocar o favorecer los planes. Algunos quizás demasiado surrealistas.

Muchas veces nos encontramos libros que parece que el autor se cansa de escribir y da un carpetazo, nos deja un final abrupto y resuelve todo de repente, en este caso ocurre todo lo contrario, incluso se toma algún tiempo de más, y le da ciertas vueltas innecesarias que trastocan el ritmo vivo y fluido que tiene la mayoría del tiempo. Afortunadamente la historia se cierra con un capítulo que te da el último pellizco.

Definitivamente no, este libro no te salvará la vida pero lo mismo te hace pensar en ella.

PUNTUACIÓN: 4,5/5





lunes, 15 de junio de 2020

A lo lejos

HERNÁN DÍAZ

  • Traductor: Jon Bilbao
  • Tapa blanda: 344 páginas
  • Editor: Impedimenta; Edición: 1 (3 de febrero de 2020)
  • Colección: Impedimenta
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8417553525
  • ISBN-13: 978-8417553524
                                                                      MI OPINIÓN
"A lo lejos" es una crónica árida y devastadora de un viaje interminable.

Hakan y Linus son dos hermanos adolescentes que viajan a América en busca de una oportunidad. Pero antes de embarcar, se pierden, Hakan llega a San Francisco y empieza su odisea para llegar al otro extremo del país y reencontrarse con su hermano. De todas las penurias y calamidades que le suceden, va la novela.

Un narrador omnisciente nos relata esta aventura, en un libro dividido en capítulos y que sigue un curso lineal, minuto a minuto y sin ahorrarle al lector ni una mota de arena del camino. Durante gran parte de la novela, es pura descripción de acontecimientos, enumeraciones extenuantes de tareas y enseres que por un lado consiguen un efecto visual muy potente pero en ciertos momentos llega a aturdir un poco al lector. El inicio es fantástico y prometedor. Luego es cuestión de cogerle el pulso a una narración de ritmo pausado. En el último tercio la historia se atasca un poco, cae en una serie de repeticiones y de información que en muchas ocasiones resulta superflua. Afortunadamente, tras un capítulo incomprensible que luego explicaré, el autor sale del letargo y se recupera, volviendo a recuperar el brío y la intensidad del principio para llegar a un final muy bueno.
El autor da muestras de manejar un vocabulario extenso, mantiene un tono serio y austero durante todo el libro, solo de vez en cuando parece que se molesta por escribir bonito, hacer que suene bien y enriquecer la prosa con algunos recursos que le funcionan muy bien.

Tenemos varios personajes que irán acompañando a nuestro protagonista. Están descritos a través de los ojos de Hakan, desde su perspectiva y en la mayoría de ellos no se profundiza demasiado pero son excelentes compañeros de viaje. De Hakan sabemos todo lo que le sucede, lo suyo no es precisamente un viaje organizado con guía y pensión completa, la mayor parte del tiempo camina al borde el precipicio y es supervivencia pura y dura pero nos pasamos muchísimo tiempo sin saber qué piensa o qué siente y apenas hay reacción por su parte a ciertos acontecimientos, que digo yo, que aunque las pase canutas para llegar al día siguiente, tantas horas atravesando el desierto, algo te da para pensar, ¿no? Esto también se recupera en el último tramo, como si de repente el autor se acordara de que es humano y se le había olvidado ponerle esa parte.

El capítulo 20. O está mal o yo no lo he entendido. Está narrando el día a día en ese momento del personaje y de repente repite párrafos enteros a los que entre medias les añade algunas frases. Da la impresión de que ha hecho corta pega para corregir y se ha olvidado de borrar una de las dos opciones. Si es cosa del autor, que lo ha escrito así no tiene sentido ninguno porque no cambia nada, solo añade alguna cosa que no aporta nada, por ejemplo, enumera tareas y añade alguna más pero lo que está contando es lo mismo. Y el final del capítulo es lo mismo, otra repetición. Si ha sido cosa de la edición, es una auténtica chapuza.

Dicho esto. Un libro que no es fácil de leer, pero tampoco de olvidar, es de esos que mientras estás leyendo tienes unas impresiones y una experiencia y luego cuando piensas en él, tienes otras. Te hace pensar y reflexionar a posteriori. Contiene una vida entera, al terminarlo tienes la sensación de que has leído 800 páginas, por la envergadura de la historia, y no las 340 que tiene.

PUNTUACIÓN: 3,5/5


lunes, 8 de junio de 2020

Estudio en negro

JOSÉ CARLOS SOMOZA



  • Tapa blanda: 400 páginas
  • Editor: Planeta; Edición: 1 (1 de octubre de 2019)
  • Colección: ESPASA NARRATIVA
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8467056363
  • ISBN-13: 978-8467056365

                                                             MI OPINIÓN
"Estudio en negro" es un juego entretenido en una atmósfera especial.

Anne McCarey es enfermera y empieza a trabajar en Portsmouth, en un asilo para caballeros con problemas mentales en el que se encargará de uno en concreto, el señor X. con el que tendrá una relación especial además de investigar crímenes.

Es Anne la encargada de contar su historia. La novela está dividida en partes como si fuera una obra de teatro, Acto, entreacto..., antes de cada capítulo que tiene su propio título, hay una parte escrita en cursiva por otro narrador que solo averiguaremos qué o quién es al final además de varios documentos que nos iremos encontrando, cartas, programas de teatro y artículos de periódicos.
Para relatarnos la terrible y fascinante experiencia que le ha tocado vivir recurre a un estilo sencillo, directo que se sirve más de diálogos que de narración. Los escenarios en los que transcurre el libro, el hospital, los teatros, la ciudad de Portsmouth, son retratados la primera vez que aparecen con cierto detalle, suficiente para hacerse idea de cómo es pero centrado sobre todo en el ambiente. Crea una atmósfera casi gótica inquietante que le da un aire a cuento clásico de terror.

La trama es el motor de la novela, es lo importante y donde el autor ha volcado grandes dosis de ingenio para encajar todas las piezas que de por sí no son originales pero el resultado sí lo es. Un asesino en serie que elige como víctimas a mendigos y el señor X junto al doctor Doyle con la ayuda de Anne que harán de detectives.  Aparecen nombres que resultarán familiares a cualquier lector, Sherlock Holmes, Conan Doyle, asesinatos misteriosos con víctimas destripadas, incluso el título, son guiños a la obra del creador del famoso detective. Cuánto hay de prestado de sus obras y del autor pues no tengo ni idea porque no he leído ninguna aunque ahora siento curiosidad por leer la obra "hermana", Estudio en escarlata. El autor va dejando alguna que otra pista durante el relato para resolver todo al final. Cuando leo este tipo de novelas no me preocupo en absoluto en anticiparme a lo que va a suceder ni hacer apuestas por un culpable u otro, me dejo llevar y espero a que me lo cuenten, así que no sabría decir si es muy predecible o no. Lo cierto es que muchas sorpresas no hay.
Además de asesinatos aparece un tema que me ha resultado bastante desagradable y duro de leer, el uso de niños para hacer ciertas obras o espectáculos, aunque muchas cosas solo se insinúan hay otras que son muy claras y me ha costado pasar por ellas, pero debo decir que no ocupa demasiado espacio por lo que es llevadero.

Con los personajes no gasta demasiada energía, son bastante planitos en cuanto que no se fija demasiado en ellos y están mejor descritos en el plano físico que en el psicológico, tan solo son piezas del juego. Sabemos algo más de Anne que llega a producir cierta simpatía y es responsable de la parte un poco emocional del libro, pero muy poco.

El final es satisfactorio y está a la altura de las expectativas que ha ido generando aunque tiene alguna que otra trampilla perdonable para que todo cuadre perfectamente.

PUNTUACIÓN: 3,5/5

lunes, 1 de junio de 2020

La feria de las vanidades

WILLIAM M. THACKERAY

  • Traductor: Alfonso Nadal
  • Tapa blanda: 998 páginas
  • Editor: DEBOLSILLO; Edición: 001 (11 de noviembre de 2005)
  • Colección: CLASICOS
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8497937848
  • ISBN-13: 978-8497937849

                                                                  MI OPINIÓN
"La feria de las vanidades" es una enciclopedia de chismes que entretiene al lector que tenga paciencia.

Becky y Amelia acaban de abandonar el internado de señoritas para empezar su vida de adultas, la primera, trabajando como institutriz para una familia y la segunda con todo encarrilado incluido futuro marido, pero Becky no se conforma con su destino y Amelia descarrila, de todos los tejemanejes que surgen de las decisiones y actitudes que toman tanto ellas como la generosa cantidad de personajes que las rodean, trata la novela.

El autor se presenta a sí mismo como narrador de estas historias que todas juntas forman una red de vidas y avatares que mantienen el interés del lector que si bien no entra en la historia ni se implica con los personajes, asiste en butaca VIP, con derecho a visitar el backstage y conocer a los actores de primera mano, a este espectáculo al que le han dado el título perfecto. Es por tanto un libro que se lee desde fuera, pero lo bastante interesante como para evadirse y concentrarse en ella, además porque si no, se pierde uno con tanta localización y personaje.

Prosa de estilo clásico con muchísima información, descripciones pormenorizadas de estancias y lugares con muchos adjetivos, enumeraciones y frases largas que a veces aportan información descartable pero que sin embargo de vez en cuando se agradece en contraste con la narrativa actual, tan directa y breve. De vez en cuando, el narrador se dirige al lector para opinar sobre lo que sucede, algo que a menudo no me suele gustar pero que en este caso sí que me ha funcionado, porque tiene muy mala baba, y es sarcástico.

La trama se ramifica en muchísimas subtramas, tantas como personajes, todos tienen detrás una historia y el autor no nos ahorra ninguna. En todas ellas se centra en las relaciones y en la forma que tienen de buscarse la vida, incluso aquellos que la tienen resuelta. Casi todo es narración aparte de alguna carta y unos pocos diálogos pero tampoco los he echado de menos. La novela transcurre la mayor parte del tiempo en Londres, menciona lugares que si no has visto no sabrás cómo son pero da igual, las casas y los escenarios que tienen relevancia sí que están descritos. Donde no escatima es a la hora de hacer el retrato social de la época. Pasa una guerra y entre los personajes hay unos cuantos militares pero nos ahorra el viaje y el conflicto se ventila enseguida y sin ir a las trincheras.

Los personajes están descritos hasta el último detalle físico y sus gestos, actitudes y obras son los que los delatan, pero no profundiza en ellos. Es por eso, que no he llegado a sentir apego por ninguno de ellos aunque de todos tengo opinión, porque es fácil tomar partido por uno u otro como cuando ves una competición. Y aquí es donde el título de novela cobra todo el sentido, porque si hay algo que predomina es la vanidad, son frívolos, hacen y deshacen pensando en el bienestar y en cumplir su papel en la función de la vida y salvo alguno de ellos, no tienen verdaderos sentimientos,  o no nos los han querido contar.

Es curioso porque en el último tercio del libro llegué a cansarme y de hecho lo he dejado varias veces para leer otras novelas, además tenía ganas de terminarlo pero cuando lo acabé me dio pena. En parte creo que es porque como todo buen espectáculo al final vienen los fuegos artificiales y no defraudan. Es un final tenso, poético y justo tanto para los personajes como para el lector.

PUNTUACIÓN: 4/5

Ánimo, que falta el último empujón.