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lunes, 30 de julio de 2018

Le llamé Corbata

MILENA MICHIKO FLASAR

  • Traductora: Sandra Santana
  • Tapa blanda: 128 páginas
  • Editor: Siruela; Edición: 1 (10 de abril de 2015)
  • Colección: Nuevos Tiempos
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8416396086
  • ISBN-13: 978-8416396085


                                                                  MI OPINIÓN
"Le llamé corbata" es un poema hecho prosa sobre el poder de una amistad peculiar e inesperada con un final brillante.

Este libro es de los que no sabes nada y de repente te lo encuentras en un blog y te hacen los ojos chiribitas, pero es de esos libros que necesitan de un momento concreto y son ellos los que de alguna manera te vienen a la memoria cuando los necesitas. Yo lo encontré en el blog de Cazando estrellas.

Va de dos personas que se encuentran en un momento muy jodido de sus vidas, un adulto y un joven que no soportan más esos secretos inconfesables que provocan sentimientos que cuesta entender y tolerar y que nos enferman hasta que de alguna forma terminan saliendo. Trata de la amistad que poco a poco se va forjando entre los dos, una amistad que no juzga sino que les permite reconocerse y comprenderse en el otro.

El narrador es el protagonista, el joven Hiro. A modo de reflexión y casi de conversación consigo mismo empieza el día en el que en un parque conoce a Corbata y a partir de ahí va relatando momentos cruciales de su todavía breve vida que lo han llevado a la situación en la que se encuentra. Es un libro de lectura sosegada, que no invita a pasar páginas como si no hubiera un mañana sino al aislamiento y a deleitarse en cada una de las frases. Es un estilo poético, lleno de hermosas metáforas y pensamientos que contienen reflexiones que resultan muy interesantes acerca de la vida, de las decisiones, de lo que hicimos o lo que querríamos haber hecho y sobre todo de esa tortura que supone el "qué hubiera pasado si..." Esos momentos conforman historias todas ellas pasadas por el filtro de los sentimientos y así lo convierte en una novela que conecta al lector con los personajes sintiéndolos como alguien muy cercano. Los diálogos carecen de guiones y están dentro de la historia ya que forman parte de los recuerdos del narrador, es como si le oyéramos pensar.

La relación entre los personajes principales es muy especial, se respetan pero sobre todo se escuchan, sin interrupciones, sin opinar, pero con todos los sentidos, tratando de comprenderse y sin la ansiedad de que el otro termine para tomar la palabra. Es una historia en la que el tiempo tiene una velocidad muy peculiar.
A pesar de que parece breve, que son poco más de cien páginas contiene muchas vidas, no queda nada por decir, ni sobra nada.
Además de las metáforas para contar las historias personales recurre a descripciones muy evocadoras, que sobre todo se centra en los colores, utilizándose como símbolos en muchas ocasiones y dentro del contexto de la cultura oriental con todo lo que eso supone. Aunque encontrarás este libro dentro de la literatura alemana, el caso es que el estilo es el oriental, es muy Banana Yoshimoto, aunque al final y en la resolución sí que le sale la vena occidental. La autora es medio austriaca y medio japonesa pero escribe en alemán que es lo que ha estudiado.

"Le llamé corbata" es un libro precioso, un cuento que tiende la mano a los desnortados, una historia conmovedora tan bonita que te hará llorar de emoción en algunos momentos.

PUNTUACIÓN: 5/5


lunes, 23 de julio de 2018

Sabor a chocolate

JOSÉ CARLOS CARMONA

  • Nº de páginas: 160 págs.
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Editorial: PUNTO DE LECTURA
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN9788466322058


                                                                        MI OPINIÓN
"Sabor a chocolate" es una gran historia de amor y una vida contada con un estilo demasiado breve con una sorpresa final.

El protagonista es Adrian Troadec, quien se enamora de un flechazo de una chica al verla salir de la clase de música. A partir de ahí traza un plan para conquistarla mientras la vida, la Historia y el destino le traza otros, como siempre.

Tenemos narrador omnisciente en tercera persona para relatarnos este drama que cuenta con cien capítulos de los cuales, el más largo ocupa apenas dos páginas y la mayoría de ellos solo una. El libro es pequeñito pero la historia es muy grande, muy intensa y le faltan palabras aunque no información. A ver si aclaro esto. El estilo es telegráfico, a veces hasta el punto de elaborar frases de una sola palabra y el primer capítulo es complicado de leer porque cada punto supone un tropiezo y parece que no fluye. Luego un poco te acostumbras y un mucho la cosa mejora porque se vuelve más detallado, sin llegar a subordinadas ni de medio tamaño pero que permiten cierto ritmo y fluir de la lectura sin tanta pausa.  Sin embargo, aunque falta sustancia, como digo, no falta información. En esas pocas palabras nos lo cuenta todo y cuenta mucho, parece que en cierta manera las páginas y el texto se estiran para dar cabida a la trama.

Las descripciones y la ambientación también por breves recurren a ideas muy concretas y a lo ya conocido para definir el tiempo y el espacio (dos guerras, lo del medio y un poco más), Nueva York, Washington, Suiza...) en el que transcurre. Son efectivas y evocadoras pero no permiten al lector recrearse en ellas, ni sentirse en ellas, porque en un instante ya está sucediendo otra cosa. También va dejando alguna que otra información de los hitos históricos que coinciden con la trama, que la verdad, la mayoría de las veces no aportan mucho.

La trama es una gran historia de amor, ese amor que algunos no quieren llamar amor y que puede confundirse con obsesión, con no distinguir fantasía de realidad, pero por otro lado, ¿quién lucharía tanto por algo que no es de verdad? La cosa luego, sale como sale, porque como bien decía Lennon "la vida es todo lo que te pasa mientras tú estás ocupando haciendo otros planes". Y así surge una historia, la de Adrian y Alma, que hicieron planes y vivieron vidas que resultaron fascinantes y decepcionantes casi a partes iguales. Como símbolos están el chocolate y la música que hacen que la novela sea muy sugerente, sutil y bella.

Los personajes están definidos con la misma racanería literaria que todo lo demás aunque también con el mismo acierto. Es una novela cuanto menos peculiar porque no cuenta casi nada y al mismo tiempo cuenta muchas cosas. Son de los que cuando hablan sube el pan, porque el autor no le tiene miedo al "delete" y ha quitado todo lo demás. Los conocemos bien y responden a ciertos arquetipos pero sin caer en el cliché que los convierta en personajes acartonados. Se entienden bien e incluso se empatiza con algunos de ellos. Porque aunque no haya mucho sitio, aquí hay bastante gente, no solo ellos dos, hay hijos, hermanos, cónyuges, padres, familia política...

Casi al final del libro hay una sorpresa para el lector que aunque no cambia nada porque lo que pasó está muy claro, sí que le da otra perspectiva y una especie de valor emocional.

Este libro forma parte de una colección que se llama "libros acuáticos", el material es un poco raro y se supone que lo puedes mojar. Qué ganas paso de comprobarlo pero ¿y si no es verdad y me lo cargo? Bueno, ya os lo diré si me decido. Y sí, puede ser el libro ideal para llevar a la piscina o a la playa, pesa poquito pero vamos, que en el sofá de casa se disfruta igual.

La verdad es que es una historia preciosa que se merecía muchísimas más páginas, que atrapa y obliga a leer un capítulo más al verte tan cerca del final todo el tiempo y no querer quedarte pensando qué pasará. Viajes, amor, guerra, supervivencia, drama...vida.

PUNTUACIÓN: 4,5/5 nos la has dejado en el chasis, tío.

Gané un sorteo en https://elgatotrotero.blogspot.com/ el premio era otro y el libro vino de regalo. Muchas gracias.






lunes, 16 de julio de 2018

Todos los veranos del mundo

MÓNICA GUTIÉRREZ


  • Tapa blanda: 205 páginas
  • Editor: Roca Editorial (5 de julio de 2018)
  • Colección: Novela
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8417092927
  • ISBN-13: 978-8417092924

"Incluso los lectores de Tólstoi necesitan un tiempo en compañía de Carroll."
                                                                     MI OPINIÓN
"Todos los veranos del mundo" es una novela de bondad y nostalgia en la que los recuerdos de la infancia sanan el presente.

Helena es una mujer adulta que ha caminado toda su vida por el camino recto. Va al pueblo situado a los pies de las montañas donde su madre ha transformado la casa familiar en un negocio y donde piensa celebrar su boda. Allí se reencuentra con su familia, su madre y hermanos, amigos a los que hace tiempo que no ve y una serie de personajes que le van a cambiar la vida y sacarla del camino.

Si tuviera que contarle a alguien que no lo puede leer de qué va este libro no le contaría nada de esto. Porque lo que pasa en realidad no importa y sí, no es el colmo de la originalidad y aquí o allá más o menos ya lo hemos visto todo. Es una trama entretenida, tiene ciertas dosis de inquietud pero si conoces a la autora y ya la has leído sabes más o menos lo que va a pasar.
Le contaría entonces que es un libro de sensaciones, de contarlas y de provocarlas en el lector, donde hay personas de verdad, que sienten y mucho, que no saben arreglar sus vidas ni abordar soluciones por muy sencillas y claras que éstas parezcan. Algunas se sienten inferiores a veces, no siempre encuentran la forma de expresarse y les toca después asumir las consecuencias a pesar de que suelen ver lo fácil que es arreglar los problemas ajenos. Y las otras les ofrecen su hombro, les dedican su tiempo y les tiran la cuerda para salir del pozo.

Es Helena en primera persona la encargada de narrar este viaje vital que la lleva a recordar su pasado, a querer cambiar su presente. Y es en ese pasado donde la novela se hace grande, se te cuela dentro desde casi las primeras páginas. Porque si has tenido pueblo de vacaciones vas a volver, vas a sentir el calor, el tacto de las cosas de antes, los sabores, los olores y sobre todo las emociones. La sensación de libertad, de estar como en otra vida que parecía más de verdad que la del resto del año. Es un estilo muy cuidado, escrito como con cariño, con los elementos perfectos para conseguir ese viaje en el tiempo. La ambientación por lo tanto es impresionante, lugares evocadores, casi mágicos y que podrían parecer imposibles de encontrar, aunque los hay.
Si no has tenido ese pueblo, pues otra cosa tendrías, son esos veranos en los que siempre pasaban montones de cosas buenas. Y si aun así, no te identificas lo vivirás y de repente tendrás otra infancia más.

Pero no todo es narración y descripciones, hay mucho diálogo y ahí es donde se muestran realmente los personajes.

Los personajes son sin duda lo más importante y todos pasan por la mirada de Helena, por su relación con ella, lo que le cuentan, lo que le piden, lo que le hacen. Son todos básicamente buenas personas y sobre todo muy normales. Ni siquiera aquellos que la autora nos quiere hacer creer que son malos lo son, simplemente son diferentes, tienen otros valores y sí, alguno es un auténtico capullo pero sin maldad. Aunque predomine la bondad, todos meten la pata en mayor o menor medida.
Pero no es Helena mi personaje favorito, hace cosas que no estoy muy de acuerdo en la forma. Y parte de culpa la tiene la trama romántica principal que no me ha gustado mucho, es que este tipo de historias no me gustan, no me dicen nada, no sé, se me atraviesan, pero aunque no ensombrece tampoco el resultado de la lectura, si es el peaje que he tenido que pagar para disfrutar de esta novela, pues bien está. Tampoco ocupa mucho espacio. No quiero decir que sea imposible de creer, que no esté bien estructurada y justificada, tampoco hay exceso de almíbar. Es cuestión de gusto personal.
Yo me quedo con el librero.
Por supuesto no pueden faltar las referencias literarias, la librería, el cine que forma parte del estilo de la autora.

Lo único realmente malo de este libro es que cuando lo cierras es como cuando vuelves de un viaje,
te pegas una hostia con la realidad. Por lo demás es un regalo, un bálsamo, una huida cuando las
cosas se ponen insoportables y hay que relajar un poco y coger aire. Devuelve la fe en la raza humana. Y sobre todo sigue teniendo ese algo que lo hace diferente dentro del género.

PUNTUACIÓN: 4/5 A ver, Mónica, no, Casablanca nunca, nunca, puede estar antes que Lubitsch.

Gracias a la editorial por el libro.

lunes, 9 de julio de 2018

La extraordinaria familia Telemacus

DARYL GREGORY


  • Traductor: Carles Andreu
  • Tapa dura: 552 páginas
  • Editor: Blackie Books; Edición: 1 (7 de marzo de 2018)
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8417059520
  • ISBN-13: 978-8417059521

"Todo lo que sabe sobre el remolino del pasado y el presente le dice que el universo no te debe nada y que, aunque fuera así, no te lo concedería."
                                                                      MI OPINIÓN
"La extraordinaria familia Telemacus" es un viaje fascinante lleno de aventuras, sorpresas, peligro y que deja un espacio para los sentimientos que acaban por ganarse por completo al lector.

En esta familia compuesta por tres generaciones con sus cónyuges correspondientes, ex y alguna que otra ausencia hay dos grupos, los fulleros que se meten en unos líos muy gordos y los que tienen poderes extrasensoriales que tienen que sacarlos del barrizal porque si no se van todos al pozo.  Lo que ocurre es que alguien debe dinero al tipo de persona al que uno nunca debería haberle pedido dinero y el día de cobro anda a la vuelta de la esquina, y claro, como por las buenas no va a ser, intenta todas las trampas del mundo y mete al pobre sobrino que está despertando con sus poderes y encima en plena adolescencia. Y mientras tanto hay líos amorosos, crisis de identidad, nostalgia, vueltas al pasado, historias de mafia, espionaje...

Un narrador omnisciente cuenta esta historia que transcurre en unos meses, divide la novela en partes que corresponden al mes correspondiente y dentro pequeños capítulos que llevan el nombre del personaje protagonista. Emplea un lenguaje muy sencillo, directo y callejero en el que no faltan palabras malsonantes sin abusar pero que empatiza con el lector, lo acerca y hace que se crea todo lo que dice. Aunque lo más importante y lo que más me ha gustado es el humor sarcástico y un toque de mala leche que me ha hecho reír muchísimo.
La ambientación es importante a la hora de situar la acción para ver las dificultades por las que pasan los personajes, para hacerse idea de lo que va a pasar y cómo pasa pero no se pierde con detalles superfluos solo los necesarios para que siempre sepas dónde estás.

La trama es un pastiche de géneros y subtramas cada uno con menos sentido que el anterior. Es como si mezclas Matrix con Historias de Filadelfia y Los intocables de Eliot Ness dentro de una peli de Woody Allen que todavía no existe. Y diréis ¿adónde voy con eso? Pues vas, créeme que vas. No tiene sentido, eso es verdad, por ningún lado pero todo junto sí, es una cosa extraña. De hecho, a las pocas páginas, ya estás tan metido y todo te resulta tan familiar que aunque no deja de sorprenderte todo lo que sucede, no te extraña, si hasta lo miras y dices: claro, si esto ya lo había pensado yo que iba a ser así.
Suceden muchas cosas, están todas mezcladas pero con un orden peculiar que la hacen muy fácil de seguir. A veces hay gran tensión, varios giros muy sorprendentes e inesperados y alguna que otra escena de las mejores que he leído últimamente. De hecho, el último golpe es genial.
Y hay una parte muy sentimental, que incluye un par de historias de amor verdadero de las que a mí me gustan, esas que parecen casi reales.

Me he dejado para el final lo mejor que son los personajes. Hay de todo, cada uno a su manera aunque algunos sean del mismo padre y la misma madre. Tienen una personalidad muy definida, todos ellos tanto los de la familia como los más secundarios están cuidados hasta el extremo, no se guardan nada. El autor los muestra en toda su magnitud, son muy complejos y les da vida con mucha habilidad. De cada uno destacaría cosas diferentes pero es mejor dejar que los descubráis. Me conmovió Irene por su calidad humana, me flipé con el humor de Teddy que es un crack y que me ha hecho atascarme en la lectura más de una vez porque no podía parar de reír, porque encima creo que ni lo pretende. Pero el corazón me lo ha robado Buddy, ese se ha quedado ya para siempre en la galería de personajes con los que has sentido algo que traspasa la experiencia lectora habitual.

Conclusión, mete toda tu fantasía y tu capacidad de asombro en la maleta y embárcate en esta aventura con la familia Telemacus.

PUNTUACIÓN: 5/5

lunes, 2 de julio de 2018

Un cadáver muy frío. (Las cosas y casos de la Sra. Starling)

ANA BOLOX

                    
                                   


  • Formato: Versión Kindle
  • Tamaño del archivo: 505 KB
  • Longitud de impresión: 257
  • Uso simultáneo de dispositivos: Sin límite
  • Vendido por: Amazon Media EU S.à r.l.
  • Idioma: Español
  • ASIN: B0721QYSWM
                                                             MI OPINIÓN

"Un cadáver muy frío" es una entretenida novela de detectives que va cambiando de color.      

La señora Starling está casada con un diplomático y escapa de su papel de mujer florero dando clases de Astrofísica en la Universidad y le echa sal a la vida investigando casos que a la policía en principio se le escapan. En esta ocasión, va a buscar a un vecino desaparecido.

El inicio de la novela es casi absurdo y da la sensación de que va a ser una comedia detectivesca para pasar el rato sin más pero poco a poco va cambiando. Las cosas se complican, el caso también, lo que de mano parece una ida de olla de la vieja del visillo es un caso muy serio. Oye, que la vieja del visillo no es la autora, es un personaje de la novela aunque aquí sale con otro nombre.

No me llevo muy bien con las novelas de detectives clásicas del tipo Ágata, me agobian y me aburren porque hablan mucho y están todo el día encerrados pero este libro que yo pensé que sería del estilo no lo es. Tiene ese aire, es cierto, tiene también muchos elementos en común con ellas pero aquí suceden muchas cosas. Los investigadores, la señora Starling que es una intrusa y el inspector Crawford van siguiendo pistas, haciendo deducciones y actuando. Porque lo que le da dinamismo a la novela es el constante fluir de la trama, cómo poco a poco se va profundizando en lo que ocurre y a pesar de que en muchas ocasiones el lector tiene información previa sigue teniendo interés ver cómo lo descubren ellos y la reacción posterior, las decisiones que toman para resolver el caso.

Un narrador omnisciente es el encargado de contar la historia, de situar a los personajes en escenarios que sí, son cerrados pero hay muchos, apartamentos, grandes almacenes, el camarote de un barco, una tienda... No se detiene en describirlos minuciosamente, todos los detalles a los que presta atención son los que van a tener importancia en la trama o son necesarios para comprender lo que está pasando y por qué. Estamos en Nueva York, es Navidad, hay tormentas de nieve, pero poco más vamos a saber del lugar, claro que quien más y quien menos sabe cómo es.

Los personajes están descritos con la misma sencillez que los lugares, apenas unos pocos datos de su apariencia física o de su vestuario pero sirven para hacerse una idea. Su carácter se deduce de sus actos, pero tampoco se profundiza demasiado.
Otros personajes solo se muestran a través de sus motivaciones y sus actos pero no llegamos a saber de ellos demasiado, solo lo relacionado con el caso. Los malos son unos cabrones de manual, los buenos son normales y luego están los que tienen un poco de todo.
Una mención aparte se merece la relación de Anne con Crawford, tienen unos diálogos a veces divertidos y salpicados de cierta ironía y algún que otro sarcasmo. También hay más de una pelea dialéctica muy interesante que también ayuda a aligerar un poco la gravedad de otras escenas.

Y de esas otras escenas son de las que particularmente reniego un poco. Parece que la autora nos va a meter en un mundo sofisticado y elegante, el de la señora Starling, y que todo va a ser muy mono pero nada de eso. Vaya cómo se la gastan aquí los malos, y al narrador no se le caen los anillos explicando los procesos y hubiera preferido que fuera más elegante y sutil aunque es verdad que lo hace más intenso.

Tengo que poner una pega, es que me sorprende lo fácil que colaboran los personajes con Anne, madre mía, es que cantan La Traviata el que menos, así por las buenas sin conocerla de nada. Vale que nos la pintan como la típica mujer encantadora, seductora, que fácilmente se gana la confianza de la gente pero no sé, ahí se me ha caído un poco la historia. Eso y que el marido esté en la parra.

De todas formas me he encontrado con una historia diferente a la que me esperaba ya que pensaba que sería algo más liviano y sencillo y que no iba a tener esa profundidad, así que me ha sorprendido para bien. Me gusta cómo la trama se ramifica, cómo se van descubriendo las cosas poco a poco y de forma natural van llevando unas a otras y al final todo encaja perfectamente. Me gustan estos juegos que aunque despistan y manipulan al lector no le hacen trampas.

PUNTUACIÓN: 4/5 qué sádica eres...