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lunes, 25 de junio de 2018

Eva

ARTURO PÉREZ-REVERTE


  • Tapa dura: 400 páginas
  • Editor: ALFAGUARA; Edición: 001 (17 de octubre de 2017)
  • Colección: FUERA COLECCION ALFAGUARA ADULTOS
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8420419575
  • ISBN-13: 978-8420419572


                                                                    MI OPINIÓN 
"Eva" es una película de cine negro clásico, una partida de cartas entre tramposos que mantiene al lector interesado y despegado de sus personajes.

A Lorenzo Falcó le toca ir a Tánger en plena Guerra Civil para una misión que tiene que ver con oro español, barcos rusos y espías dobles, triples y gente que no se sabe si va o si viene entre todos los bandos.

Un narrador omnisciente se encarga de narrar la historia, una historia con muchas ramificaciones
 y en la que hay que estar atento porque todo sucede sin pausa y a veces con bastante prisa. No se detiene en descripciones detalladas y se vale más del diálogo que de la narración a la que solo recurre para la acción. No hay espacio para adornos ni florituras aunque presta especial atención al atuendo del protagonista para dar una imagen muy concreta de él que lo identifica. Gracias a eso y a los pocos pero precisos detalles que da de los lugares, la lectura deja una sensación muy parecida a estar viendo una película. Crea una atmósfera de peligro y de incertidumbre que mantiene el interés del lector durante toda la novela, casi puedes sentir el aliento del enemigo en la nuca o al sicario acechando en el callejón.
Capta muy bien la esencia de las películas de Hollywood de cine negro clásico, aquellas maravillas con Humphrey Bogart y compañía.

Sin duda lo importante del libro es la trama, la intrincada historia de espías, misiones, traiciones y lealtades, con palizas, persecuciones, alguna que otra tortura leída con un ojo cerrado, como esa gente que se tapa los ojos en las pelis de miedo pero que en realidad están mirando, pues así las leo. Pero son pocas. Sí que hay violencia, y está claro que aquí no se reparten caramelos. Pero la historia es interesante a pesar de que a poco bagaje que se tenga se la ve venir.

Como no hay tiempo que perder los personajes llegan, presentan sus credenciales, unos pocos rasgos físicos, vestimenta y a trabajar que vamos mal de tiempo. Enseguida entran en acción, se meten en la trama y todo lo demás respecto a su carácter, lo que puedan o no pensar o creer es muy secundario y apenas hay alguna que otra cosa.
Y aquí vienen las pegas. Ya sé que es propio del género que las mujeres sean hermosas hasta lo indecible, además claro que también inteligentes un rato largo y no digo yo que no las haya, que las hay pero aquí son todas así. En ese sentido me ha cansado un poco. Cuando un autor se pone tan pesado con lo de la belleza femenina y le da tanta importancia a mí me cansa. Porque la belleza nos gusta a todos, desde luego, y la admiramos pero en su medida y dándole el lugar que se merece. De todas formas esto es perdonable y puede pasar. Pero yo con lo que no puedo es con el prota.

Lorenzo Falcó, no me puede caer peor. Es que lo tiene todo, todo lo apañó para sí para ser un tío con el que no me tomaría ni un café. Por dios, ¿se puede ser más desagradable, déspota, chulo, idiota, condescendiente, egoísta...? Rellene usted los huecos con todo lo que se le ocurra. Del machismo no hablamos porque se nos acabaría la vida si tuviéramos que contarlo todo.

 Y encima tienes que tragarte que es un seductor y que le basta encender un cigarrillo para que a toda fémina se le caigan las bragas, y encima esas mujeres perfectas que mira tú no tendrán donde escoger van a ir a fijarse en ese. Pero esta no es la pega. No, porque es su personaje, el autor lo creó
así y es como cuando tienes un asesino en serie o un pederasta, lo odias a muerte y le deseas lo peor que se te pasa por la cabeza y ya está, tan válido como otro cualquiera.
La pega es que en un par de ocasiones dice un par de cosas que quiere hacer ver como que no es machista y que tiene hasta un corazón dentro del pecho. Mira no, a ver, que no, que no puedes tratar a las mujeres como ganado y seres puestos en el mundo para ti y luego porque digas un par de cosas te vamos a hacer la ola y pensar que estábamos equivocados contigo. El Lorenzo no hay por dónde cogerlo y no compramos la moto, a otro perro con ese hueso. Este hombre ya no tiene arreglo, así que no hay que empeñarse.
Y también está Eva, que porque sí le da título al libro pero por poner, porque aunque es importante tampoco se centra en ella. Esta no me ha caído ni bien ni mal, creo que nos la quieren vender de idealista y de valiente pero me ha parecido que es demasiado lista para hacer ciertas cosas.
En realidad Eva y Lorenzo son lo mismo solo que les cambia el género y ahí sí que surge un conflicto muy interesante.
Quiero destacar un personaje que ha tenido menos espacio del que me hubiera gustado porque me pareció muy interesante y espero que lo recupere, Moria Nikolaos.

Iba a decir que me gustaría ver esto en película pero creo que Bogart ya no puede así que mejor me callo, vaya a ser que me pongan a Miguel Ángel Silvestre y a Adriana Ugarte en 3D y con imágenes captadas con drones y ya no haya razón para querer seguir viviendo.

Y el final, que el autor es un experto en cargarse novelas con los finales. En este caso se queda en el aprobado justo, no es de los inefables como el de La tabla de Flandes ni de los buenos como El tango de la Guardia Vieja, se deja leer.

En conclusión, que un libro muy entretenido, para evadirse durante un buen rato, que se lee fácil si estás un poco atento y en especial si te gusta ese tipo de cine y las historias que van solas.

PUNTUACIÓN: 3/5 te reto a que en tu próxima novela pongas una fea y gorda y que encima sea un personaje guay.


lunes, 18 de junio de 2018

Apegos feroces

VIVIAN GORNICK

     
  • Traductor: Daniel Ramos Sánchez
  • Tapa blanda: 200 páginas
  • Editor: Editorial Sexto Piso (8 de mayo de 2017)
  • Colección: Narrativa sexto piso
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8416677395
  • ISBN-13: 978-8416677399

   "Ahí aprendí que Faulkner era los Estados Unidos,  que Dickens era política, que Marx era sexo, Jane Austen la idea de cultura, que yo provenía de un gueto y que D. H. Lawrence era un visionario. Ahí cuajó mi amor por la literatura y floreció mi asombro ante la vida intelectual."                                                       
                                                                    MI OPINIÓN
"Apegos feroces" son las memorias de una vida marcada y definida por una relación complicada, a ratos enfermiza en la que a veces hay destellos de amor y cariño entre la autora y su madre.

Vivian Gornick vuelve la vista atrás y comienza a contarnos su vida desde la infancia en el Bronx hasta llegar a la actualidad en Manhattan, combinándolo con escenas del presente y los paseos con su madre por la ciudad en los que las dos comparten recuerdos.

No nos habla de una vida fácil, la palabra felicidad no está ni en el pensamiento, lo que hay en este relato es una lucha encarnizada por sobrevivir, por doblegar al destino y sacarle algo bueno, por superar barreras y traspasar límites para encontrarse con más después. Las personas retratadas son las que forman o han formado parte de la vida de la autora, un microcosmos muy particular, en la que todos se parecen en muchas cosas aunque se diferencian en lo importante, en los sentimientos, en la forma de entender lo que les sucede. Algunos se convierten en personajes memorables, que serían fantásticos en cualquier novela, también hay espacio para la ternura, un espacio pequeño pero ahí está. Aunque todo gira en torno a la autora que para eso es su historia y su madre.

La relación es muy compleja, la narración también lo es. Todas las frases están muy pensadas como si estuvieran trabajadas una por una. Muchas de ellas lapidarias, a veces parece que tienen palabras de más pero no es así. No es, al menos no lo ha sido para mí, una lectura fácil, requiere concentración y detenerse de vez en cuando para comprenderla en toda su magnitud. Vivian Gornick escribe como si no le importara el lector, no busca complacer, no intenta encontrar las palabras que pueda querer oír, lo que busca es poner en palabras sentimientos y pensamientos que muchas veces están escondidos y que cuesta mucho reconocer.
Es una lectura que invita a la reflexión, ideal para comentar alrededor de un café o refresco o lo que se tercie. Retrata una época y una clase social de una determinada cultura más que un espacio, sobre todo habla de personas en una atmósfera opresiva en la que hay pocas opciones pero en la que salen adelante.

Existen muchísimos tipos de relaciones madre-hija, pero reconozcámoslo, fácil no es siempre, en un extremo pondría a la Amelia de Alejandro Palomas y en otro a la madre de Vivian, en el medio caben todas las del mundo. Sí, ya sé que las hay aún peores, que maltratan a sus hijos y demás, pero es que yo a esas ya no las considero madres.
Esté o no de acuerdo con ella he empatizado desde el principio, lo que más me gusta es que es de esas mujeres que pegan el golpe en la mesa y dicen: aquí estoy y esto es lo que hay, y sé que no a todo el mundo le gusta, es más, a casi nadie le gusta y no me importa. Si no quieres escucharme, vete a otra cosa, yo a lo mío.

Y lo mejor me lo dejo para el final, porque la autora también lo dejó para el final. Es uno de los más conmovedores que he leído nunca, y encima inesperado. Aunque muchas de las cosas que pasan en el libro te impresionan y te hacen sentir, no demasiado, es un libro más de leer como espectador que desde dentro, pero el final es que es increíble, cómo te pellizca. Inolvidable.

"Miraba a gente que conocía (niños que jugaban, amigos que se reían, parejas que iban de paseo), como desde una distancia inconmensurable hacia una forma de vida ajena a mí y permanentemente fuera de mi alcance."

PUNTUACIÓN: 4/5 A por el siguiente.




lunes, 11 de junio de 2018

El cielo es azul, la tierra blanca. Una historia de amor.

HIROMI KAWAKAMI

  • Traductora: Marina Bornas Montaña
  • Tapa blanda: 216 páginas
  • Editor: Acantilado; Edición: 1 (19 de septiembre de 2011)
  • Colección: Narrativa del Acantilado
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8492649143
  • ISBN-13: 978-8492649143


                                                                     MI OPINIÓN
"El cielo es azul, la tierra blanca", es una sencilla historia de amor verdadero hecha de gestos y símbolos.

Tsukiko está sola, el Maestro también, juntan sus soledades y se transforman en una relación muy especial en la que hay poco espacio para las palabras, para las exigencias y apenas se crean expectativas, solo hay vivencias y momentos.

Siempre me ha parecido que los autores orientales tienen un don especial para crear historias extraordinarias con sucesos ordinarios, rutinas, esas cosas del día a día que terminan por resultar pesadas y anodinas, ellos consiguen darles una vuelta, y hacerlas bellas. Y eso es lo que a mí me engancha a ellos, porque cuando los lees te dan una visión nueva, que a veces no logras mantener pero mientras estás leyendo ves lo que te rodea de forma diferente. No necesitan tantas palabras como nosotros, ni etiquetar y clasificar todo, lo dejan fluir y le dan el valor justo.

Kawakami tiene la sensibilidad especial para ver todas esas cosas y plasmarlas en el papel en espera del lector. Un lector que necesitará calma para leerla y apreciarla, una calma que enseguida le proporcionará la misma lectura. Y con ellas construye la historia de una relación. La trama es el desarrollo de esa relación, sencilla pero muy lejos de ser simple. Cómo se juntan dos personas acostumbradas a estar solas y crean algo diferente que a veces les resultará complicado de llevar. Porque ninguno de los dos sabe estar acompañado y al principio lo único que hacen es vivir una soledad compartida.

La narradora es Tsukiko, con una prosa muy cuidada, con pocos adornos en la que sí destacan las metáforas que embellecen el texto al mismo tiempo que aportan intensidad a las sensaciones. Es sutil, tiene muchos detalles y sobre todo, símbolos. A veces insinúa más que contar, pero no queda nada por decir cuando termina la novela. Es de esos libros que asustan por su brevedad pero en él tiene cabida la historia completa, tanto de ella como del maestro y unos cuantos más personajes que son secundarios pero con una presencia justificada. Viajan, pasean, hablan... No falta nada, pasan todas las fases necesarias para que la narración esté viva y resulte perfecta.
Tan importante como el desarrollo de la relación es la ambientación de la novela. Muy sensorial, acude a todos los sentidos para transportar al lector, olores, sabores, sonidos, colores, texturas. Paseos y viajes que sientan bien a través de las páginas sin salir de casa.

Recomendada para todos, para los que no necesitan estar hablando todo el tiempo, disfrutan de los silencios y su contenido y también para los que prefieren libros con tramas trepidantes y millones de personajes, que de vez en cuando hay que descansar.

PUNTUACIÓN: 4,5/5 ¿Me vas a enseñar el truco?

martes, 5 de junio de 2018

Un amor

ALEJANDRO PALOMAS


  • Tapa dura: 464 páginas
  • Editor: Ediciones Destino (6 de febrero de 2018)
  • Colección: Áncora & Delfin
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8423353354
  • ISBN-13: 978-8423353354

                                                        MI OPINIÓN
"Un amor" es un libro que deja ternura, calor y cierto consuelo a cambio de una lectura a cara descubierta y con el corazón en la mano.

La sinopsis de esta novela no dice nada, puedes contar todo lo que pasa incluido el final y no habrás contado nada. Es casi imposible explicarle a alguien que no conozcas bien qué va a encontrar en este libro. Por fuera es una historia casi simple que se podría considerar una más, solo una familia formada por la madre y tres hijos, que prepara la boda de una de las hijas con su novia y van a ir a un molino a celebrar el convite. Expone la rutina de esta familia, mira hacia el pasado para situar al lector y que sepa de dónde viene todo contando los momentos importantes que cambiaron las cosas.  

Por dentro es otra cosa, y ahí es donde reside la magia del libro, porque si el lector entra al juego se encontrará algo muy valioso, pero que será diferente para cada uno. Y para entrar al juego tienes que abandonar la armadura que te protege en el día a día y que es imprescindible para sobrevivir, y ser muy honesto para reconocer cosas tuyas en los personajes, y entonces ya estás dentro. 

Palomas escribe prácticamente igual que habla, eso hace que se sienta sincero, es un lenguaje muy directo, dinámico, con sarcasmos y cierto humor cínico. A mí ese estilo me gusta e incluso me ha hecho reír de vez en cuando. Hace que me resulte más cercano y que entre escritor y lector no haya ningún obstáculo, es como una conversación de tú a tú. Lo he llamado humor cínico porque creo que tapa mucha tristeza, y termina por reírse de sí mismo e intentar consolarse en plan, venga que tampoco es para tanto pero lo último que quiere es reír. A ratos me ha sonado a las películas de Woody Allen del tipo "Hannah y sus hermanas".

Los personajes. De ahí le viene todo el éxito y la razón de ser a esta novela. Creo que en todos encuentras cosas que te pueden resultar familiares, que te hacen empatizar porque no hay ni buenos ni malos absolutos, solo gente que pelea y sale adelante o se deja llevar según puede. Tengo que reconocer que me he identificado con el que menos me pensaba antes de leerlo. Por eso digo que la sinopsis no sirve de mucho y que es un libro para descubrir. Están descritos desde lo más sublime del ser humano, sus sentimientos. Las acciones son fruto de esos sentimientos que a menudo son complicados y provocan errores. Seguir hablando de estos personajes absolutamente fantásticos sería joderle la historia a futuros lectores, es como contar quién es el asesino en un thriller o el tesoro final de una aventura. Son personajes para escuchar, para comprender, para acoger o volverles la espalda.

La trama ya he dicho que es muy sencilla, apenas suceden cosas aunque algunas son muy divertidas. Es un relato costumbrista que refleja la vida de hoy en día y un poco de ayer. Creo que es una novela que dentro de treinta años se leerá con nostalgia, como leemos ahora las ambientadas en los noventa del siglo pasado, con esa sensación de recuerdos filtrados por el tiempo, y un pasado que no es que fuera mejor, es que ya estamos a salvo de aquello, aunque pese.

La historia se va apagando, no digo que vaya a menos, en absoluto, lo que digo es que una vez se va descargando, siente el alivio y se acaba, como cuando te pegas un hartón de llorar y después te calmas. Es de esas novelas que creo que desgastan mucho al escritor emocionalmente, aunque sean liberadoras y les ayuden. En este juego, el lector es la banca y el que siempre gana. Y ahora es cuando viene el autor a leer la reseña y piensa: esta es idiota.

No puedo decir que "Un amor" me haya impresionado, me haya impactado, que me haya removido, pero me ha dejado algo que de vez en cuando hace mucha falta, paz y ternura. Ha sido un libro de mesita de noche, no porque lo leyera antes de dormir sino porque no podía dejarlo solo en cualquier rincón de la casa, vaya a ser que se sintiera sola esta gente en casa ajena.

Tenía muchísimo miedo antes de leer este libro, me preocupaba no encontrar esa maravilla de la que todo el mundo habla, ¿la he encontrado? Dicen que cada uno tiene su Everest, no todos llegan a los ocho mil, cada uno se queda donde puede y ese es su Everest, pues yo creo que cada uno tiene su "Palomas", si la novela fuera ese Everest, no sé si hubiera llegado a la cima o me hubiera quedado a medio camino, lo que sé es que he llegado donde tenía que llegar.
No he leído ni "Una madre", ni "Un perro", y no, no los voy a leer, lo que voy a leer es la próxima novela de Alejandro Palomas.

PUNTUACIÓN: 4/5 Creo que ya he agotado mis cinco minutos.