Este post es solo para muy cinéfilos o insomnes.
Se abre el telón, se apaga la luz y una voz en off anuncia el comienzo del encuentro de Francis Ford Coppola con el público. En la pantalla se proyecta un corta pega cutre sin ningún valor artístico de las películas del homenajeado ( ¿esta gente no ve los Oscar, ni ha estado nunca en Disneylandia?)La suerte es que el buen hombre no lo ve porque espera entre bambalinas a salir. El primero en aparecer después de ese montaje que lo debieron sacar del rincón del vago, es el director Rodrigo Cortés, encargado de terciar en el encuentro que anuncia la presencia de una ilustre invitada, la reina. Desde donde yo estoy no se ve, bueno, en realidad desde ningún sitio casi porque la mujer está tísica, que apetece darle una palmera de chocolate, así que no sé qué vestido lleva ni cómo la han peinado y tampoco me importa, para qué nos vamos a engañar. Le damos un aplauso corto para que pueda salir ya lo que estábamos esperando.
Por fin aparece el genio, todos se apuran a sacar sus móviles última generación y yo, como un viajero en el tiempo saco mi libreta y mi boli. Un hombre orondo, que viste un traje arrugado que no le abrocha y un calcetín amarillo y otro rojo ¿intencionado o no? Da igual. Es un genio, de los mejores en lo suyo, entra con humildad y sin darse importancia. Conecta con el público desde el minuto 0 por eso, porque viene a compartir lo que sabe.
En el escenario hay un sofá y un sillón demasiado bajo en el que no se revuelve el pobre hombre. Entre los dos muebles, una mesa redonda pequeña con dos vasos de agua y un traductor que no le funciona o a lo mejor sí pero nadie se molestó en explicárselo. Rodrigo sale como puede del apuro y le dice que él le traducirá las preguntas.
Tras el típico momento peloteo me arrodillo ante usted, viene la primera pregunta del conductor del homenaje. Antes de contestar, Francis se queja de la oscuridad del teatro, solo hay un foco amarillo que ilumina el centro, no puede ver el sitio ni al público con el que se supone se iba a encontrar. Los organizadores están a por uvas en la parra y no cogen la directa que les tira.
Lo primero de lo que habla es del miedo al fracaso y a que salga mal un proyecto.
"Siempre tienes miedo. Todos los que nos dedicamos a algo relacionado con la creatividad lo tenemos, es necesario. Pero el miedo
no nos detiene. Todo es posible para todos. El fracaso es parte del aprendizaje, lo que salga mal será útil la próxima vez.
Muchas veces veo gente ya mayor que se lamenta de no haber hecho cosas, que dice: ojalá hubiera hecho esto, o lo otro. A mí eso no me pasará, he hecho lo que quería hacer, he hecho películas, he visto a mis hijos hacer lo que querían, he viajado por el mundo, tengo mis negocios. He hecho y hago tantas cosas que
no me enteraré cuando me muera porque estaré ocupado."
"La gente tiene que estudiar lo que le guste.
A partir de lo que amas llegarás a lo que tienes que hacer. Todo lo que estudias y lo que haces será útil en algún momento aunque no te lo parezca cuando lo estás haciendo. Al final, llegará y nada será desperdiciado."
Un vídeo infame sobre las proyecciones que se han hecho de sus películas durante la semana en distintos lugares, Drácula en una iglesia, Rebeldes en un autocine..., con imágenes de la organización del evento. Francis, que al principio estaba sentado normal se tira a un lado, con el brazo colgando en un lado del sillón, como un domingo de otoño de esos que no te quitas ni el pijama y se quiere morir. Estoy segura de que no le va a pedir el curriculum al que montó ese vídeo.
Después empezaron las preguntas del público, esas preguntas que tenías que mandar un mes antes y alguien escogía las mejores o las de sus amigos, que estas cosas ya se sabe cómo van. Una vez más, aprovecha para tirar la caña y dice que le gustaría ver a la persona que le habla. Después de varios intentos, no creáis que a la primera encienden la luz, creo que después de la tercera pregunta porque no eran capaz de enfocarlo con un foco. Entonces dice " oh, por fin lo veo, qué teatro más bonito y qué público más guapo."
La primera pregunta es ¿Qué película le marcó más y cuál fue la que le hizo querer hacer películas? Aquí tengo que decir que Rodrigo se la tradujo mal y solo se quedó con qué películas le han impactado y cuáles fueron las primeras que vio.
"La primera película fue "Blancanieves y los siete enanitos" del año de mi nacimiento, debí verla con cuatro o cinco años, desde entonces amé el cine y a las chicas. También "El ladrón de Bagdad"
La siguiente pregunta es sobre el Quijote, libro que dijo estar leyendo cuando le comunicaron lo del premio, si le gustaría adaptarlo al cine y qué novela le gustaría adaptar.
"Conozco mucha gente que empezó ese libro y a nadie que lo haya terminado. Lo que me gustó es la cantidad de pequeñas historias que hay. Es uno de esos libros que sabes que tienes que leer pero no lo has leído. Son grandes clásicos.
No leo por trabajo, (a buen entendedor...),
leo cada noche y me quedo dormido y duermo muy bien. Si leyera cosas relacionadas con mi trabajo empezaría a pensar en mí mismo, eso me llevaría a otras ideas y no podría dormir.
Me gustaría adaptar un libro clásico que es una versión persa de La Ilíada, la épica de los reyes persas. También Ivanhoe de Walter Scott, ya sé que hay versiones pero daría para una buena película. La raza humana debe estar orgullosa de todo lo que se ha hecho, de todo el talento que ha habido."
Rodrigo Cortés aprovecha el tema para comentar que siempre, o muchas veces pone el nombre del autor del libro en el título de la película como en el caso de "Drácula de Bram Stoker", "El Padrino de Puzo"...
"El trabajo duro lo hace el escritor. Toda película tiene un guion pero el hecho de estar basado en una novela ayuda porque el trabajo importante ya está hecho, la historia pertenece al autor. Solo cuando yo escriba desde cero el guion podré poner "... de Coppola."
La siguiente pregunta es la típica barrida para casa, que si va a hacer peli en Asturias como hizo Woody Allen después de recibir este mismo premio.
"Es muy bonita, este sitio es bonito, la montaña, el mar, pero ni siquiera sé dónde estoy."
A esto Rodrigo añade: Queda claro qué sitio tenemos ¿no?
Sí, Rodrigo sí, que si este hombre quiere montañas y playa levanta el teléfono o le da a la tecla que sea y mañana se lo construyen en cualquier estudio, y si no, será por playas y montañas...
Ahora viene alguien que le pregunta por el fracaso. Es lo que tienen las preguntas preparadas, que no se pueden cambiar.
"Siempre digo: el fracaso es como una bofetada que te dice: piensa mejor la próxima vez. Cuando tienes invitados a comer haces tu mejor plato,
lo que te gusta, lo mejor que puedes y esperas que a tus invitados les guste, si les gusta será un éxito, si no, habrás fracasado.
Eso es ser director."
Ahora es cuando llega el temeroso nostálgico que le pregunta si con la desaparición de los pequeñas salas por culpa de las multisalas acabará el cine.
"El cine se puede ver en cualquier sitio. Por supuesto que
no va a desaparecer. Cualquier sitio es bueno para ver una película, tanto una pequeña sala, como una grande, estar rodeado de quinientas personas viendo una película es maravilloso. El cine evolucionará. El cine digital puedes tenerlo cuando quieras y te permite verlo cuando quieras.
El futuro es LIBRE, podemos tener lo que queramos."
Turno para el típico gafapasta que viene a decir que su peli favorita es esa que no le gustó a nadie, "Tetro", y cómo encaja él eso.
"A la gente no le gusta lo que no entiende, lo que no puede clasificar dentro de un género. No sabe qué está viendo porque hay de todo en esa película. En esa película quise explicar mi relación con mi hermano, si él decía que quería ser médico yo quería ser oculista. Él dijo que quería ser escritor y yo quería ser escritor de obras de teatro.
Este tipo de obras son personales, a mí me
ayudan a entender mi vida, necesito hacerlas para saber qué me ha pasado.
Mi hermano
no me volvió a hablar después de verla."
Detrás viene la pregunta cotilleo, sobre actores y qué situación es la más surrealista que ha vivido en un rodaje. También, cuándo ha sido la toma que ha repetido más veces.
"Lo más surrealista no lo puedo contar, es algo privado, solo se lo cuento a las mujeres. Los actores son distintos, Robert Duvall solo quiere hacer dos tomas, en cambio, Warren Beatty que es más listo quiere hacer 80, el lío es cuando los tienes a los dos juntos, por suerte, eso nunca me ha pasado. Cada director tiene formas distintas de trabajar, Spielberg dice que la que vale es la primera, hay algo en ella, una frescura que las demás ya no tienen, Allen rueda siempre una triste y otra alegre... todo vale, el problema lo tienes cuando llegas a la sala de producción y ves que todas las tomas que tienes son iguales."
La pregunta estrella: ¿qué favor le pediría al Padrino el día de la boda de su hija?
"Rodar una película en directo"
Algo que ya había hecho en "Corazonada" pero que no salió bien. "Me gustan los musicales, podría cantar las canciones de todas los musicales que he visto."
Le preguntan por sus inicios y los directores a los que admira.
"Orson Wells, Stanley Kubrick y John Frankenheimer que hacía películas de televisión."
"Un día le dije a mi padre que quería ser Astrofísico, me dijo no puedes, le pregunté por qué y me contestó que no podía suspender cuatro veces álgebra. Entonces fui al teatro de mi escuela y me ofrecí a encargarme de las luces y la parte técnica, usé mis habilidades científicas, y así de paso podía ligar con las chicas.
Siempre le digo a los jóvenes: cuando escribes recuerda leer lo que escribes. Puede que no te guste pero el hecho de hacerlo mal no tiene que desalentarte.
No leas antes de tener cien páginas. Trabaja duro, escribe todos los días, al menos cuatro horas al día, el trabajo duro da resultado."
En ese momento se queda mirando al techo del escenario y dice:
"Vaya lo que tenéis aquí montado. Sería el sitio ideal para hacer una ópera, sería genial aquí hacer Napoleón con una orquesta sinfónica" El genio se le había disparado, seguro que de haber seguido se le hubieran ocurrido quinientas ideas en un momento. Traducción: menuda mierda me habéis preparado con este teatro tan chulo y los medios que teníais.
Se acaban las preguntas pero no los despropósitos. Aparece entonces Carlos Núñez, que ha hecho trabajos con él, hasta ahí vamos bien, empieza con la música folk, como el traductor que le dieron no lo puede usar no se entera de nada de lo que explica Rodrigo sobre lo que van a hacer. Después sale uno con un tambor, y otro con un violín. Francis se anima y sigue la música con el pie y la mano, se despierta un poco pero de repente el del violín suelta el instrumento y se pone a pegar botes como un indio cherokee invocando la lluvia. En fin, que estoy segura de que el buen hombre pensó, pero qué tribu es ésta.
Tras el momento musical circense (al menos no pasaron la gorra al final) viene Maribel Verdú a contarnos cómo conoció a Coppola y cómo consiguió su papel en Tetro. Nada, que seguro que si lo buscáis por ahí está, San Google lo sabrá, yo me lo ahorro y os lo ahorro. En ese momento dice Coppola "este cacharro es muy útil si funciona, si no, no vale para nada". Al fin, a alguien se le enciende la bombilla y una azafata sale y le da el traductor funcionando.
Comenta después que fue muy grato trabajar con la Mari, que el actor (no dijo el nombre, igual no se acuerda) que le daba réplica era de los que improvisan porque son del Realismo y la pobre Maribel que de inglés no tenía ni idea se perdía porque solo se sabía su guion y gracias, y el otro también se rebotaba porque ella no lo seguía. Pero bueno, al final salieron adelante entre todos.
"Los actores europeos leen el guion y te dicen: voy a hacerlo así, el actor americano te hace sufrir con él, tienes que animarlo, decirle lo bien que lo va a hacer, y cómo tiene que hacerlo."
El homenaje se acaba, el hombre contento y cansado al final se levanta y recibe una tremenda ovación con el público en pie. El telón se cierra, la magia desaparece y te vas con tu cuaderno lleno de cosas que te inspiran preguntándote si se te habrá pegado algo.
N. B.